Francina Armengol, presidenta del Congreso de los Diputados, este miércoles, al frente del pleno.

Francina Armengol, presidenta del Congreso de los Diputados, este miércoles, al frente del pleno. EP

Política ETA

Rollán acusa a Armengol de "invadir la autonomía del Senado con frivolidad" y la emplaza al Constitucional

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El conflicto entre el Senado y el Congreso a cuenta de la ley que beneficia a más de 40 presos de ETA acabará en el Tribunal Constitucional, tal como advierte Pedro Rollán a Francina Armengol en un oficio al que ha tenido acceso este periódico.

El choque entre las dos cámaras parte de que el presidente del Senado dio por "vetada" la norma, tras rechazarla por mayoría absoluta en el pleno extraordinario del lunes, y la del Congreso desdeñó por "fuera de plazo" esa comunicación y dio la ley por aprobada.

La presidencia del Senado apoyaba su interpretación constitucional en un informe de sus letrados de 12 folios, elaborado entre el martes y el viernes de la semana pasada. El dictamen basó su criterio en la falta de precedentes y en "la prevalencia del derecho fundamental de representación política" frente al "rigorismo reglamentario".

La del Congreso, por su parte, se contentó con unas "recomendaciones verbales" de sus servicios jurídicos, compuestas entre la tarde del lunes y la primera hora del martes. Según fuentes conocedoras, el letrado mayor de la Cámara Baja, Fernando Galindo, se limitó a asentir en la reunión de la Mesa de la Cámara Baja cuando Armengol y Rafael Simancas, secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, rechazaron la interpretación del Senado.

En su escrito de este miércoles, el presidente del Senado acusa a la presidenta del Congreso de "invadir la autonomía reglamentaria y organizativa" de la Cámara Alta y de actuar "con frivolidad" y de manera "jurídicamente inmotivada y arbitraria".

Además, se muestra sorprendido de unas decisiones que, dice, parecen tomadas al dictado de las "instrucciones" del Gobierno, lo cual "es intolerable en democracia".

El oficio de Rollán respondía a otro de Armengol, remitido en la tarde del martes y con sello de entrada a la Cámara Alta número 27.535, a las 9.30 horas de la mañana de este miércoles. La comunicación despacha en apenas un párrafo toda la argumentación jurídica del Congreso para desestimar la mucho más prolija del Senado.

Y en su respuesta, de 18 páginas, con sello de salida del Senado número 7.433 y fecha de este mismo miércoles, el popular Rollán se dirige a la socialista Armengol en unos términos durísimos. Y le exige que "en tanto no se pronuncie el Tribunal Constitucional, sentando nueva jurisprudencia que dé solución al caso que nos ocupa, hasta ahora inédito", convoque un pleno en el Congreso para volver a debatir y votar la ley "vetada" por el Senado.

"Le ruego encarecidamente", insiste Rollán, que "en defensa de la autonomía normativa y reglamentaria de la Cámara Alta, de los derechos fundamentales implicados y del respeto a la voluntad general expresada por el Pleno del Senado", atienda Armengol el rechazo "frontal y global" del Senado a la ley.

Es decir, que exige al Congreso cumplir "el artículo 90.2 de la Constitución, que dispone que 'el proyecto no podrá ser sometido al Rey para sanción sin que el Congreso ratifique por mayoría absoluta, en caso de veto, el texto inicial, o por mayoría simple, una vez transcurridos dos meses desde la interposición del mismo'".

Utilizando palabras como "incomprensible" y "sorprendente", el presidente del Senado desdeña contundentemente la decisión de la Mesa del Congreso de mandar la ley al Boletín Oficial del Estado en lugar de al orden del día de la próxima semana en el pleno de la Cámara Baja. Además, dicha resolución "no vino respaldada por informe alguno de los servicios jurídicos", por lo que Rollán considera que se "despachó de manera inconsistente" una cuestión "de indudable trascendencia"

Recurso y cautelares

La citada cuestión es que, si un recurso de inconstitucionalidad con medidas cautelares que sean aceptadas no lo impide, la ley ya estaría sobre la mesa del Rey Felipe VI para que sea sancionada y entrará en vigor a los 20 días de que sea publicada en el BOE.

"En ese caso, ya será irreversible que los etarras salgan antes de prisión", advierte una fuente del PP, "porque en cuestiones penales siempre opera el criterio más beneficioso para el reo... como pasó con los violadores del Sólo sí es sí".

Y esto es así porque la socialista Armengol la dio por definitivamente este martes en contra de lo que sostiene el popular Rollán. El Senado acusa al Congreso de un "manifiesto exceso competencial" en esta comunicación y le advierte de que el cualificado para decidir si la Cámara Alta vetó esta norma es el Tribunal Constitucional (TC).

"Con todos los respetos, no es a esa Mesa del Congreso a quien le compete decidir si el resultado de la votación en la sesión plenaria del 14 de octubre en la Cámara que presido puede y debe tener el efecto jurídico de un veto, sino al Tribunal Constitucional", avisa el presidente del Senado.

Del mismo modo, el presidente del Senado expresa su "sorpresa" por la celeridad en la toma de decisión por parte de la Mesa del Congreso, criticando que ni siquiera se encontraba "en el orden del día" de la reunión de este martes.

Rollán recrimina, asimismo, que la decisión de la Mesa del Congreso "fue prácticamente simultánea" al anuncio en la reunión de la Junta de Portavoces del Senado, "también insólito por su trascendencia ultra vires de su ámbito de competencias", por parte de Simancas, secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, de que el Gobierno tampoco consideraba un "veto" el rechazo por mayoría absoluta que se produjo en el Pleno del Senado.

"El Gobierno no tiene competencia para hacer ese tipo de valoraciones en una materia que solo compete a la autonomía normativa del Senado; ni tampoco para dictar instrucciones que, al menos, concédame, dan la impresión de resultar inmediatamente ejecutadas por la Mesa del Congreso. Se trata de una lamentable confusión entre los poderes del Estado que es absolutamente intolerable en democracia", añade Rollán.