El Parlamento Europeo exigirá a Teresa Ribera que rinda cuentas por la DANA como responsable de la AEMET y los cauces
- "Aunque está escondida, es la ministra de la DANA", apuntan fuentes del PP. Un documento en Bruselas la señala por "no limpiar los barrancos". Su Ministerio reconoció por escrito que en los cauces hace la "mínima intervención".
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El próximo martes, 12 de noviembre, Teresa Ribera será la última de los aspirantes a integrar la Comisión Europea en pasar el examen ante el Parlamento Europeo. De su aprobado dependerá que haya o no haya nuevo gobierno comunitario. Y en la Eurocámara ya se preguntan si puede ser comisario "alguien cuya negligencia hizo que no se alertara a tiempo a la población de la inundación" por la DANA en la Comunidad Valenciana.
Al menos, ése es el argumentario que ha circulado en los últimos días entre los eurodiputados del Partido Popular Europeo, que le tiene puesta una cruz. El PPE no se jugará sólo a esa carta el frenazo a la segunda Comisión Von der Leyen, pero la candidata a vicepresidenta ejecutiva de Competencia y Transición Limpia, Justa y Competitiva de la Comisión Europea es la que más posibilidades tiene de caer si las circunstancian lo propician.
Los europarlamentarios populares europeos se presentarán ante Ribera con la intención de hacerle rendir cuentas por la tragedia valenciana, después de que ella haya rehuido cualquier explicación de la gestión del Gobierno central, y de su Ministerio, que es protagonista. "Suya es la responsabilidad de la AEMET y de los cauces de la Confederación Hidrográfica del Júcar".
La aspirante a vicepresidenta primera de la Comisión Europea es todavía la vicepresidenta tercera del Gobierno de Pedro Sánchez. "Y aunque nadie lo diría estos días, porque está escondida, es la ministra de la DANA", apunta un portavoz del PP español.
Congreso español
Desde la tromba de agua y lodo del martes 29 de octubre, causante de más de 200 muertes y todavía indeterminados desaparecidos, la ministra de Transición Ecológica no ha asomado por los medios ni por el Parlamento. Hace 48 horas, el Partido Popular exigió su comparecencia en el Congreso. Pero este miércoles era su secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, el que se sometió al control de los diputados "con evasivas y obviedades".
El Ministerio tampoco ha contestado a preguntas de este periódico. Y Morán se vio acorralado cuando el diputado del PP Joaquín Melgarejo le recriminó la "negligencia absoluta" de Ribera en la gestión de los cauces. El portavoz de Medio Ambiente del PP recriminó a la vicepresidenta "no haber iniciado las obras de prevención prioritarias en los planes de riesgo de inundaciones y no haber limpiado los barrancos".
Y sobre todo, le recordó al número dos de Ribera una respuesta de su departamento a una pregunta escrita del Grupo Popular. "El criterio que aplican ustedes, lo dejaron claro, en la limpieza de cauces y, específicamente, en la peligrosa demarcación del Júcar es el de 'la mínima intervención' en los lechos fluviales".
El texto de la respuesta del Gobierno, al que ha tenido acceso este periódico, abunda en que "el concepto 'limpieza de cauces' no aparece en la legislación de aguas". Y que, por tanto, las Confederaciones Hidrográficas realizan actuaciones de mera conservación de los cauces". Y que el objetivo es "proteger el régimen de corrientes y su funcionamiento natural".
Indignado, Melgarejo concluyó este argumento comentando "ya vemos adónde nos ha conducido ese mínima intervención" y añadió que "muchos valencianos nos preguntamos por qué Ribera no se ha dignado ni a pisar Valencia".
El examen
El Partido Popular Europeo (PPE) ya tenía previsto ponerle muy difícil a Ribera su audiencia del próximo martes en el Parlamento Europeo.
Aleccionados por los miembros de la delegación española, la segunda más numerosa dentro del principal grupo de la Eurocámara, los eurodiputados del PP tenían previsto "apretar" a Ribera por su "dogmatismo ideológico". También le preveían preguntar por la posible colusión de su cargo de comisaria de competencia con el de su marido, vocal de la Comisión del Mercado de Valores (y antes de la de Mercados y Competencia).
A su rechazo a la energía nuclear ya se ha sabido que hubo de renunciar siquiera para optar al cargo. Pero a sus políticas ambientales "contra los intereses del sector primario español", los populares europeos ahora le añadirán la rendición de cuentas por la tragedia valenciana.
Según un documento que circula entre los eurodiputados en Bruselas, al que ha tenido acceso este diario, la vicepresidenta tercera de Sánchez deberá confirmar que la destrucción de la DANA en Valencia "no fue provocada por la lluvia", la que hay alertas rojas "constantemente", sino por el "desbordamiento de barrancos", que son su competencia y "generaron inundaciones que arrasaron poblaciones donde apenas llovía, como Paiporta".
Deberá explicar por qué la Confederación Hidrográfica del Júcar "mantuvo reuniones durante todo el martes, día de las inundaciones, con todas las administraciones estatales sin incluir a la Generalitat Valenciana". Y por qué mantuvo "desactivado el aviso por desbordamiento durante prácticamente todo el día", hasta que ya era tarde y el Barranco del Poyo había aumentado en 100 veces su caudal.
A Ribera se le exigirán detalles, nombres y responsabilidades sobre las dos horas y media de silencio entre las 16.13, en que la información oficial era de que el cauce bajaba, confirmada hasta tres veces las 18.43, cuando "ya era tarde".
Y por qué "esa información del riesgo de desbordamiento" se remitió "por email (ni siquiera por teléfono) a la Generalitat unos minutos después del riesgo de desbordamiento de la presa de Forata".
Según este argumentario de los populares, "es entonces cuando la Generalitat lanzó la alerta por teléfono móvil (primera vez en la historia que se lanza una alerta de este tipo en la Comunidad Valenciana y segunda en la historia de España). Porque el problema del que hay que alertar no es la lluvia, es el barranco y la presa".
El documento califica la actuación de los organismos del Ministerio de Transición Ecológica de "negligencia absoluta", y señala a Teresa Ribera, dando a entender que su falta de explicaciones en España busque no 'mancharse' justo antes de la audiencia para ser vicepresidenta primera de la Comisión.
"No se avisó del riesgo de desbordamiento hasta que era demasiado tarde, es una negligencia absoluta no haber limpiado los barrancos que hubieran evitado el desbordamiento y es una negligencia que la Confederación Hidrográfica del Júcar no dijera nada a las autoridades valencianas durante todo el día sobre lo que podía pasar".