El ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, este viernes.

El ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, este viernes. Efe

Política

El Gobierno y el PSOE dan por buena la corrupción en gran escala de Ábalos y sólo defienden la "gestión actual"

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El Gobierno y el PSOE mantienen que la declaración de Víctor de Aldama, implicando a gran parte del Ejecutivo y el partido en la trama de corrupción, es injuriosa y basada en falsedad. Toda salvo la que se refiere a José Luis Ábalos y su mano derecha, Koldo García, que no sólo no niegan, sino que admiten de forma implícita.

Así lo hizo saber el propio Pedro Sánchez cuando el jueves habló del "Gobierno actual" como limpio de corrupción; lo hizo este viernes al anunciar una querella de seis señalados por Aldama, excluyendo a Ábalos y, por supuesto, lo hizo el PSOE hace meses cuando expulsó al exministro y número dos del partido y le hizo irse al Grupo Mixto del Congreso.

Es decir, el Gobierno y el PSOE sí dan por hecho que sí existió esa trama corrupta en el seno del Ejecutivo y el partido, con la mano derecha de Sánchez a la cabeza. Y desde hace meses intentan establecer un cordón sanitario que empieza y acaba en Ábalos, perpetrando esa corrupción. También admitía la existencia de la trama, centrándola en Ábalos con un "papel activo", la auditoría realizada en el Ministerio de Transportes a instancias de Óscar Puente.

La Fiscalía sostiene que en el vértice de esa corrupción estaba Aldama y ha considerado su declaración del jueves suficiente para facilitar su puesta en libertad.

El problema para el Gobierno es que con esa estrategia está admitiendo la existencia de la trama y, por tanto, asumiendo una responsabilidad política por su existencia. 

Ábalos fue ministro hasta que en julio de 2021 fue destituido por sorpresa por Sánchez, pero fue mantenido como diputado y se le incluyó en las listas al Congreso en 2023.

Y, además, la declaración de Aldama dibuja una trama en torno a Ábalos y Koldo García incrustada en la administración, con acceso a varios ministerios, con participación en asuntos de Estado como los vinculados a Venezuela y, en todo caso, sirviéndose de la situación privilegiada de Ábalos como número dos del PSOE y mano derecha de Sánchez también en el Gobierno.

En la historia democrática ha habido condenados por corrupción que habían sido antes ministros, pero esta sería la primera vez en que un ministro es perseguido judicialmente por actos corruptos cometidos desde dentro del Gobierno. El único precedente similar, pero con muchas diferencias, sería el de los ministros de Felipe González acusados de uso irregular de fondos reservados del Ministerio del Interior.

Apoyo documental

De las actividades de la trama de las que habló Aldama es significativo lo que se refiere a la entrada a España de la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez. Pese a tratarse de un tema de Estado y sobre el que ni siquiera Ábalos tiene competencias, el comisionista hace en su declaración un relato que indica que el exministro y él mismo trabajaron activamente en que tuviera lugar la visita.

Esta parte de la declaración tiene apoyo documental en una carta de invitación de Ábalos, de la que dio cuenta el informe de la UCO, en la que invitaba a Delcy Rodríguez a esa visita.

Tiene también apoyo en los mensajes en los que Ábalos informaba a Sánchez de que se iba a producir tal visita y el presidente del Gobierno se daba por enterado con un lacónico "bien", sin objetar que el ministro de Transportes hiciera tal gestión.

Tiene respaldo en lo que ocurrió en Barajas esa noche con presencia del entonces ministro de Transportes, pese a no tener competencias en el asunto, y del propio Aldama. Y, por último, está respaldado políticamente por las distintas versiones que lleva dando el Gobierno desde entonces, incluido el propio Sánchez.

En la descripción que hace Aldama sobre las actividades de la trama respecto a Ábalos se habla siempre de Koldo García, su asesor personal, como la persona que hacía las gestiones en nombre del entonces ministro y número dos del PSOE.

"Todo el mundo sabía que cualquier llamada que hiciera Koldo estaba respaldada por Ábalos. Si no fuera así, porque algún ministro o alguna presidenta o presidente de algún ente tenía alguna duda, llamaba al señor Ábalos y el señor Ábalos refrendaba al segundo al señor Koldo", explica Aldama en su declaración.

Esa versión coincide con la de diferentes altos cargos o presidentes autonómicos que han admitido haber recibido esas llamadas de Koldo García para que, por ejemplo, adjudicara mascarillas a la empresa de Aldama.

El comisionista también desgrana los pagos a Ábalos, directamente en metálico o comprando un chalé para las vacaciones del exministro y abonando el alquiler de un apartamento de lujo para su entonces pareja.

"Reunión directa"

Todo ello ocurría con Ábalos como mano derecha de Sánchez en el Gobierno y el PSOE. De hecho, Aldama cuenta la insistencia y reiteración con que el presidente del Gobierno hablaba cada día con Ábalos. La versión oficial de Sánchez ahora es que desconocía toda esa actividad de su mano derecha, pero sin defenderle.

Cabe recordar que diferentes medios, incluido El País, han publicado que causaban escándalo en el PSOE las notas de gastos desproporcionadas que presentaba Ábalos, entonces responsbale de Organización del partido. Ni Sánchez, ni la portavoz de la Ejecutiva del PSOE han querido confirmar o desmentir que conocieran esos hechos.

"El señor Ábalos recibía cinco o seis llamadas del presidente del Gobierno todos los días. Era su todo, era todo, era jefe de campaña, era secretario de Organización, era el ministro del ministerio más importante de este país... era su consultor, por decirlo de alguna manera. Obviamente. Además, a mí nadie me oculta en las reuniones", aseguró Aldama a preguntas de su abogado.

El líder socialista sí ordenó apartar a Ábalos el pasado mes de febrero por su responsabilidad política porque su mano derecha (Koldo García) había sido detenido por corrupción.

Aldama explica en su declaración la forma en la que pagaba a Ábalos y a Koldo García, en ocasiones en República Dominicana, a través del hermano de éste último, o incluso en el despacho del ministro, al que tenía acceso libre el comisionista.

"Siempre Koldo repartía con Ábalos todo lo que se le daba", explica Aldama, describiendo un sistema engrasado de funcionamiento.

Aldama también habla en su declaración de su participación en las gestiones para el rescate de Globalia, como consecuencia de los efectos de la pandemia. "Yo tuve reunión directa con la señora Calviño para el rescate y con Javier Hidalgo. Ahí sí tuve reunión directa en el Ministerio de Economía, y con el señor Ábalos. Luego hubo una videoconferencia con la señora Montero, que también estuve, pero fue videoconferencia, no fue reunión presencial", llega a asegurar.

Sobre ese rescate, el Gobierno ya dijo hace meses, en relación al caso de Begoña Gómez, esposa de Sánchez, que esa operación fue visada por las autoridades europeas y fue similar a otros en estados de la Unión Europea, sin que hubiera trato de favor.