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Política LO QUE EXPLICA LA DEMOSCOPIA

Desconocido, mal valorado y con el votante desmovilizado: cuatro gráficos para entender el reto de Óscar López en Madrid

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El ministro para la Transformación Digital, Óscar López, ha quedado definitivamente encumbrado como líder del PSOE de Madrid. El pasado fin de semana fue proclamado secretario general ante la falta de candidatos alternativos y el martes se presentó ante sus militantes. Superado el trámite interno, ahora empieza lo verdaderamente difícil.

López tiene el reto de hacer que los socialistas crezcan en la Comunidad de Madrid, donde llevan años cosechando malos resultados por la fuerza de la presidenta, Isabel Díaz Ayuso, y la capacidad de Más Madrid de atraer al votante de izquierdas por encima de la marca del PSOE, entre otros motivos.

Ahora, el ministro no parte desde un punto excesivamente privilegiado. Los pocos datos demoscópicos que hay sobre él apuntan a que se trata de un político muy poco conocido, incluso entre sus potenciales votantes, y con malas valoraciones. Esto puede ser fatal dada la desmovilización de los electores socialistas. Su único consuelo es que aún hay tiempo hasta las próximas elecciones autonómicas, previstas para 2027.

El ministro desconocido

Si una persona pregunta a tres ciudadanos españoles al azar quién es Óscar López, lo más probable es que dos de ellos no tengan ni idea. Eso mismo es lo que hizo el CIS en su barómetro de octubre y el 63,6% de los encuestados respondieron que no le conocían. En el caso de los madrileños, el porcentaje se reducía al 50,3%, pero seguía siendo alto.

La única comunidad autónoma en la que Óscar López es conocido es en Castilla y León, donde fue secretario general del PSOE entre 2008 y 2012 y donde se presentó a unas elecciones autonómicas en las que fracasó estrepitosamente. Y ni aun así las cifras le acompañan: el 59,3% de los castellanoleoneses aseguraron en el barómetro de octubre que le conocían, frente al 40,4% que no sabía quién es.

Óscar López fue jefe de gabinete del presidente del Gobierno hasta el pasado mes de septiembre, cuando Pedro Sánchez le nombró ministro. Sánchez realizó este movimiento para darle más visibilidad y con la idea de que se pusiera al frente del PSOE de Madrid, ya que la jefatura de gabinete es un cargo muy importante pero que se desempeña entre bambalinas (el único mediático ha sido Iván Redondo).

Por lo tanto, el barómetro del CIS de octubre demuestra que López tiene que trabajar para conseguir una mayor visibilidad. Es el noveno ministro menos conocido de los 22 que forman parte del Gobierno de Sánchez.

Comparando a López con otros compañeros, Pilar Alegría (que probablemente será la candidata de Ferraz para liderar el PSOE de Aragón) era la segunda más conocida en ese mismo barómetro y José Luis Escrivá, predecesor de López en el Ministerio, era el quinto en el último barómetro que se preguntó por él, el de julio.

Atendiendo exclusivamente al recuerdo de voto, López es conocido por el 54,4% de los madrileños que votaron al PSOE en las elecciones generales de 2023. Sube un poco la media española, aunque sigue siendo poco (Isabel Díaz Ayuso supera el 90% en las encuestas). No obstante, hay que señalar que las cifras sobre el socialista son de octubre, antes de dar el salto al Ministerio y abrirse al gran público.

Hay un dato llamativo, y es que López es conocido entre los votantes madrileños del PP por encima de los del PSOE. En este caso, el 57,9% de ellos saben quién es. Esto podría ser un dato a priori positivo para robar votos en esa parte del electorado. Sin embargo, no lo es porque se trata de una figura que no gusta.

Mal valorado

El mismo barómetro del CIS del pasado mes de octubre también pregunta por la valoración de los distintos ministros del Gobierno. En el caso de Óscar López, no está bien valorado en términos generales y tiende a polarizar: los votantes del PSOE le puntúan ligeramente mejor que la media y los votantes del PP mucho peor que la media.

A Juan Lobato le acusaban desde Ferraz de ser demasiado tibio en ocasiones con Ayuso. Consideraba la dirección federal que hacía falta un líder con más colmillo. Y López ahora tiene ese objetivo de endurecer el discurso contra la presidenta madrileña. Esto hará que la polarización vaya a más, pero la esperanza de los socialistas es que acabe contando con un mayor apoyo entre sus votantes.

El CIS preguntó a los ciudadanos cómo valoran a Óscar López en una escala del 1 al 10, siendo el 1 "muy mal" y el 10 "muy bien". El 51,9% de los españoles le daba un suspenso entonces. Atendiendo sólo a los madrileños, el resultado es muy similar: el 53,8% le suspendió.

Sin embargo, lejos de los términos medios, la situación cambia notablemente dependiendo del partido al que se vote. El 65,73% de los votantes del PSOE a nivel nacional aprobaban a López. Aunque es una buena nota, la mayoría le puntúa entre el 5 y el 6, por lo que se trata de un aprobado muy débil, incluso entre los suyos. Eso no pasa entre los votantes del PSOE de Madrid, donde el 90% le aprueba.

En el PP pasa al revés, pero con más fuerza. El 81,7% de los votantes del PP a nivel nacional le suspendió en el barómetro y el 88,6% de los votantes del PP madrileño también le suspendieron.

Estas valoraciones se deben principalmente al perfil que ha marcado Óscar López el poco tiempo que ha estado en un Ministerio. Ha sido el encargado de hablar desde el Consejo de Ministros de los planes del Gobierno para los medios de comunicación, algo que ha generado un enorme rechazo entre una parte importante de la población, según diversos sondeos.

Pero el barómetro del CIS no recoge la polémica entre López y Juan Lobato a causa de los correos electrónicos de la pareja de Ayuso filtrados desde la Moncloa ni el proceso de primarias, que se ha saldado sin ningún candidato alternativo. Esto podría minar su valoración incluso entre los suyos.

López contra Lobato y Ayuso

¿Y cómo de valorado es Óscar López en comparación con Isabel Díaz Ayuso y Juan Lobato? Lo cierto es que no es estrictamente comparable porque en ningún barómetro se ha preguntado por los tres a la vez. Sin embargo, en el estudio preelectoral de las últimas autonómicas, el CIS sí preguntó por Ayuso y Lobato y da algunas pistas.

Empezando por Lobato, el 38,8% de los madrileños le aprobaban y el 37% le suspendían. Aunque el aprobado es ligeramente superior, había un 21,8% de los encuestados que respondían que no sabían quién era Lobato. Es por eso por lo que estas cifras no se pueden comparar con las de Óscar López, ya que en el caso de los ministros el CIS sólo pregunta la valoración a aquellos ciudadanos que sí le conocen.

Pero López sí podía medirse con Ayuso, porque el 99,7% de los encuestados entonces sabía quién era la presidenta madrileña. Ella recibía el aprobado del 53,8% de los madrileños, mientras que la suspendía el 45,5%. Su figura también polariza, pero aun así la valoración de Ayuso está por encima de la del ministro.

Dentro de los grados de conocimiento y valoración, lo peor para un político es ser poco conocido y mal valorado. Así lo afirma José Pablo Ferrándiz, que desde septiembre forma parte del gabinete de Pedro Sánchez, en el libro La cocina electoral en España.

"Los políticos poco conocidos suelen ser en general bien evaluados, ya que los pocos que le conocen suelen ser sus simpatizantes. Por eso, no es buena noticia para un político poco conocido que su evaluación sea mala. Eso sí, siempre queda la esperanza de pensar que un más extenso conocimiento ciudadano podría mejorar su valoración", escribe Ferrándiz.

La desmovilización del PSOE

Este tipo de indicativos no juegan a favor de Óscar López como candidato. Pero, tal y como apunta Ferrándiz, cabe la esperanza de que el grado de conocimiento suba con el tiempo. Las elecciones están previstas para dentro de tres años y ahí hay tiempo de sobra, siempre y cuando Ayuso no adelante los comicios.

Cabe recordar cómo José Ramón Gómez Besteiro, el candidato del PSOE en Galicia, tuvo unos resultados nefastos en las últimas autonómicas y desde Ferraz lo atribuyeron a que no dio tiempo a conocer a su candidato. Por su parte, Óscar López tiene un altavoz muy potente como ministro del Gobierno.

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Para ser competente contra Ayuso, López tiene que intentar solucionar otro de los grandes problemas del PSOE madrileño: la desmovilización de sus posibles votantes. En el estudio poselectoral de las autonómicas publicado por el CIS, se puede ver cómo sólo el 46,7% de los que votaron al PSOE en las generales de noviembre de 2019, repitieron el voto en las autonómicas.

En cambio, el 26,7% de los votantes del PSOE se cambiaron de partido y depositaron la papeleta de Más Madrid. Se trata de la segunda transferencia de voto más grande entre los principales partidos, sólo superada por los votantes de Vox en generales que se decantaron por Ayuso en las autonómicas.