El PP logra que el Senado se persone en los recursos contra la amnistía presentados por las comunidades autónomas
El PSOE se ha opuesto aduciendo que el PP pretende presentar alegaciones a través de la Cámara AltaMás información: El TC empieza a tramitar, dividido, la recusación del fiscal contra el juez Macías para apartarle de la amnistía
La mesa del Senado ha adoptado este lunes una decisión por la cual la Cámara Alta se personará en todos los recursos de inconstitucionalidad contra la ley de amnistía que han presentado las comunidades autónomas.
La decisión, aprobada gracias a la mayoría absoluta del Partido Popular y a pesar de la oposición del PSOE, implica que la Cámara Alta solicite personarse en los recursos interpuestos por parte de las once comunidades autónomas en las que gobierna el PP y de Castilla-La Mancha, donde Emiliano García-Page se convirtió en el único barón socialista en recurrir el texto.
Según informan a Efe fuentes parlamentarias, los senadores del PSOE se han opuesto al entender que los populares no quieren sólo que el Senado se persone, sino también que tenga capacidad de presentar alegaciones, lo que a su juicio es un uso partidista del Senado porque las Cámaras, sostienen fuentes socialistas, no hacen alegaciones.
Por unanimidad, el Tribunal Constitucional admitió a trámite la semana pasada los recursos presentados por gobiernos autonómicos, así como los de los Parlamentos de Murcia y Cantabria, y dos de las tres cuestiones de inconstitucionalidad elevadas por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC).
Sobre la mesa de este órgano de garantías, que actualmente tiene mayoría progresista, están también un recurso del Partido Popular y el primero de todos, el que marcará la línea a seguir, la cuestión de inconstitucionalidad elevada por la Sala de lo Penal del Supremo.
La aprobación de la ley de amnistía llevó a un choque institucional, cuando el Senado pidió sin éxito al Congreso retirar la proposición de ley de amnistía con el argumento de que era inconstitucional, llegando a plantear incluso un conflicto de atribuciones al que finalmente renunciaron los senadores, desistiendo de que lo resolviese el Tribunal Constitucional.