Ilustración: Tomás Serrano

Ilustración: Tomás Serrano

Política Macroencuesta - 2000-2025, balance de un cuarto de siglo (II)

Más del 70% de españoles cree que la Democracia es peor y hay menos unidad, igualdad y libertad que en el año 2000

Publicada

Hasta un 70% de españoles concibe que la Democracia de su país es hoy peor que hace veinticinco años, cuando se estrenó el siglo XXI. Además, esta percepción se consolida cuando los encuestados responden acerca de cuestiones más concretas como la unidad de la nación, la igualdad entre ciudadanos o la libertad. Por otro lado, la sanidad, la economía, la educación o el acceso a la vivienda también cosechan el pesimismo de esta misma gran mayoría. Así se desprende del último sondeo realizado por SocioMétrica para este periódico.

Todos los aspectos analizados en esta segunda entrega del macrosondeo con el que arranca 2025 han empeorado respecto al 2000. Véase también la atención a los desfavorecidos, la seguridad en las ciudades o el acceso a la información.

Paradójicamente, cuando se pregunta a los encuestados por su felicidad personal, se produce casi un empate entre los que se consideran más felices y menos felices que hace veinticinco años: un 26% frente a un 29%.

Al contrario que en la primera entrega, las variables aquí analizadas tienen que ver con la realidad española, y no con la salud mundial; de lo que puede deducirse que una amplísima mayoría de ciudadanos reafirma el tópico "cualquier tiempo pasado fue mejor". Con estos datos en la mano, no sería aventurado afirmar que los españoles conciben que el modelo social imperante está en crisis.

La calidad de la democracia

Junto al acceso a la vivienda, esta es la variable que más preocupa a los españoles. 8 de cada 10 consideran que ha empeorado desde el 2000. Además, se trata de una inquietud transversal, que alcanza el mismo grado de gravedad cuando se disgregan los datos en función de sexo y edad.

La percepción global es tan contundente porque ni siquiera la polarización arregla en uno de los dos lados el pesimismo. Aunque la derecha es más dura en sus respuestas, la izquierda también indica con claridad un empeoramiento de la calidad de la democracia. Por ejemplo, así lo piensan 6 de cada 10 votantes del PSOE. Los nacionalistas, descontentos con el Estado en general por formar parte de él, diagnostican en la misma dirección que los no nacionalistas.

La unidad de España

En la misma línea que el punto anterior, los españoles muestran una gran preocupación por la unidad nacional. 7 de cada 10 creen que ha empeorado. La inquietud también encuentra eco en ambos sexos y en las tres capas poblacionales de edad.

Hay divergencias interesantes cuando se analizan los datos a través del recuerdo de voto. Pedro Sánchez y Yolanda Díaz ironizan respecto a la unidad de España cuando acusan a la oposición de decir "todos los días" que se "está rompiendo el país". Según esta encuesta, ni siquiera sus votantes creen que la unidad de la nación pase por un buen momento. 4 de cada 10 socialistas piensan que ha empeorado y sólo 2 dicen que ha mejorado.

En la oposición, como era previsible, el diagnóstico cae en picado. Los nacionalistas, pese a criticar un Estado "opresor" capaz de retenerlos contra su voluntad, han experimentado una variación. Conscientes de esa fortaleza legislativa de la que disponen, también confiesan la debilidad de España. La mayoría dice que sigue igual, pero ya 3 de cada 10 dicen que ha empeorado.

La igualdad entre españoles

La igualdad entre españoles no pasa por un buen momento. Así lo creen 7 de cada 10. A la paulatina cesión competencial autonómica, se suma la negociación del llamado cupo catalán o la aprobación de la Ley de Amnistía, que será evaluada este 2025 por el Tribunal Constitucional. Para más inri, Sánchez ha firmado la cesión de la inmigración a Cataluña.

La preocupación ni aumenta ni disminuye prácticamente cuando se analizan los datos en función del sexo o la edad. Sí que se producen desempates reseñables cuando se desmigan los números en función del recuerdo de voto. Ni siquiera las izquierdas conciben que vivan en un país donde la igualdad entre ciudadanos pase por un buen momento. Sólo 2 de cada 10 votantes de Sánchez lo creen.

Libertades y derechos individuales

Se trata de una variable estrechamente relacionada con la igualdad entre españoles. 6 de cada 10 piensan que las libertades han empeorado y sólo 2 creen que han mejorado. Si la igualdad se resiente, también lo hacen los derechos individuales. De ahí que las respuestas de los encuestados sean parecidas. La polarización, aquí, es brutal.

En el PSOE, sólo 3 de cada 10 votantes dicen que ha empeorado este aspecto. En Sumar/Podemos lo hacen apenas 2. En la derecha, en cambio, entre 8 y 9 de cada 10 hablan de un agravamiento del problema.

El acceso a la vivienda

El acceso a la vivienda es uno de los desafíos más acuciantes que afronta el país, según los barómetros publicados por este y otros periódicos. De momento, la imposibilidad de un pacto entre los dos grandes partidos, además de la disputa competencial entre Moncloa y los gobiernos autonómicos, hace que no pueda plantearse el diseño de una solución efectiva.

9 de cada 10 españoles aseguran que este factor ha ido empeorando desde que comenzó el siglo XXI. No hay diferencias si se desglosan las cifras por género. Hombres y mujeres están igualmente convencidos de esta conclusión. Por edad, pese a ser los jóvenes los más afectados por el problema, tampoco aparecen desempates. Las tres capas poblacionales ven con los mismos ojos el acceso a la vivienda.

Pese a la polarización reinante en España, tampoco aparecen diferencias si se analizan los números en relación al recuerdo de voto; es decir, al partido que se apoyó en las últimas elecciones generales. Si se hiciera una encuesta más a fondo, los votantes de la izquierda echarían la culpa probablemente a la derecha; y al revés. Pero todos en su conjunto ven un serio agravamiento del problema.

La educación

Casi 8 de cada 10 españoles consideran que la educación ha empeorado en su país durante este primer cuarto de siglo. Las mujeres contemplan la gravedad del asunto con casi veinte puntos más de preocupación que los hombres. Resulta llamativo contemplar cómo adultos y tercera edad (84% y 79%) están mucho más preocupados por la educación que quienes se encuentran en edad de ser educados (62%). Aun así, es reseñable indicar que 6 de cada 10 jóvenes en España diagnostican que el sistema educativo que les enseña está en proceso de empeoramiento.

La competencia educativa, en España, está transferida a las Comunidades autónomas. Esto genera un enconado debate entre las derechas y las izquierdas, sobre todo en lo que se refiere a la enseñanza en territorios donde impera el nacionalismo.

Los votantes más preocupados por el devenir de la educación son los de la derecha. Un 88% en el PP y un 94% en Vox. En el PSOE, también son abrumadora mayoría los que ven ese empeoramiento, pero en mucha menor medida: un 63%. En Sumar/Podemos, ese porcentaje desciende al 46%. Los nacionalistas, pese a haber sido ellos quienes han gestionado la educación en España, también están descontentos: un 61%.

La atención a los desfavorecidos

5 de cada 10 españoles creen que la atención a los desfavorecidos ha empeorado en España durante este cuarto de siglo. 3 piensan que ha mejorado y 2 creen que la situación es la misma que entonces.

Disgregado el dato por edad, no varía demasiado. Son mayoría en las tres capas poblacionales quienes están convencidos del empeoramiento. Los que mejor percepción tienen de la atención a los desfavorecidos son los mayores de 61 años.

Aquí sí aparecen grandes diferencias cuando se desmigan las variables por recuerdo de voto. En PSOE y Sumar/Podemos creen que este factor ha mejorado. En las derechas sucede meridianamente lo contrario. Son los nacionalistas los que inclinan la balanza global hacia el empeoramiento.

La seguridad en las ciudades

La seguridad en las ciudades es otro de los factores de convivencia que más ha empeorado en este cuarto de siglo. Sólo 1 de cada 10 cree que ha mejorado; 6 piensan que ha empeorado y 3 conciben que sigue igual. Las mujeres están ligeramente más preocupadas que los hombres. No aparecen diferencias si se analizan los números por edades.

Vuelven a aparecer, polarización mediante, las diferencias políticas. La izquierda y los nacionalistas son mucho más optimistas que la oposición. Resulta llamativo que el fin de ETA no tenga una mayor incidencia en el pensamiento de los españoles. ¿Cómo es posible que la percepción global de los ciudadanos sobre seguridad en un país donde ha desaparecido recientemente el terrorismo sea tan poco optimista?

La sanidad

Quizá la pandemia fuera la punta del iceberg; el detonante de una mala percepción ya generalizada. 7 de cada 10 españoles creen que la sanidad ha empeorado desde el año 2000. Si se le da la vuelta al análisis, la conclusión es más demoledora: apenas 1 concibe que ha mejorado.

Las mujeres, una vez más, muestran una mayor preocupación que los hombres. Esta vez, de casi veinte puntos –sobre cien–. Adultos y tercera edad, como era previsible, exhiben más pesimismo que los jóvenes.

Políticamente, no hay diferencias reseñables. La izquierda, pese a gobernar, al estar la competencia transferida, tiene una mala percepción, pero no deja de ser parecida a la de la derecha y los nacionalistas.

El coronavirus ha puesto de manifiesto que el modelo sanitario requiere de una reforma urgente a ojos de la sociedad.

El acceso a la información

El acceso a la información es la variable mejor percibida por los españoles. Sin embargo, un 45% cree que ha empeorado y un 43% piensa que ha mejorado. La mayoría en negativo es sorprendente porque vivimos en el momento más tecnológico de la Historia.

Al parecer, se han acabado imponiendo en el análisis de los encuestados factores como la proliferación de las fake news y el cada vez más difícil discernimiento entre la buena y la mala información.

Los jóvenes sí que notan una mejoría en lo que ha ocurrido en los últimos veinticinco años. Es la tercera edad la que, en un país predominantemente envejecido, inclina la balanza en negativo.

En clave política, aparece una conclusión contraintuitiva. Los votantes de PSOE y Sumar/Podemos –las organizaciones que hablan de la era de los bulos– son los que mejores sensaciones tienen respecto al acceso a la información.

La seguridad exterior

Más allá de la invasión de Ucrania y el riesgo permanente, pero todavía lejano, de un conflicto nuclear con Rusia, España es un país alejado de la guerra. Su posición es importante geopolíticamente debido a su ubicación geográfica, pero hace tiempo que el país dejó de jugar un papel predominante en los conflictos internacionales.

Sin embargo, los españoles son pesimistas cuando se les pregunta por su seguridad exterior. El episodio de mayor vulnerabilidad conocido estos últimos años fue la invasión de los terminales de varios miembros del Gobierno a través del software Pegasus por parte, presuntamente, de los servicios secretos marroquís.

Sólo los votantes de Sumar/Podemos ven una mejoría en la seguridad exterior de España. En el PSOE, son más, aunque por poco, los que diagnostican un empeoramiento. En la oposición, por su parte, el pesimismo resulta demoledor.

La prosperidad económica

España goza de buena salud económica según algunos de los indicadores internacionales más importantes. El Gobierno alzó una portada reciente de The Economist donde se dibujaba a nuestro país como una locomotora europea en detrimento de los tradicionales vagones de cabeza: Francia y Alemania.

Sin embargo, la macroeconomía parece haber trazado un abismo con la microeconomía y el bolsillo de los españoles. Más de 6 de cada 10 españoles piensan que la situación es ostensiblemente peor que en el año 2000.

La preocupación de las mujeres vuelve a ser casi veinte puntos –sobre cien– mayor que la de los hombres. Políticamente, se obtiene una conclusión lógica. La izquierda está muy satisfecha con la situación económica y la derecha muy descontenta.

La calidad de vida

Esta variable, junto al acceso a la información, es la que mejor parada sale pese a ser más los que creen que ha empeorado. La tercera edad es la que más optimista se muestra, probablemente por el país que conocieron de niños.

Por partidos políticos, funciona el análisis de trazo grueso. Los votantes de las fuerzas que gobiernan, además de los nacionalistas, aprueban la situación y la oposición la suspende.

La felicidad personal

De esta encuesta, puede deducirse que los españoles tienen la capacidad para sentirse felices en medio de un país que empeora en casi todos sus aspectos, sobre todo en los referidos a la convivencia.

Es como si la felicidad tuviera que ver estrictamente con lo que sucede en lo más íntimo de cada ciudadano. Porque, viendo con extremada preocupación factores como la seguridad, la educación, la vivienda, los derechos o la calidad de vida, se produce casi un empate entre quienes son más felices y menos felices que hace veinticinco años.

Ficha técnica

Se han realizado 2.953 encuestas a españoles mayores de edad, extraídas de forma aleatoria de un panel respresentativo de la población española de n=10.000, entre los días 26 y 30 de diciembre de 2024, con equilibraje muestral según cuotas de sexo, edad y provincia de residencia. Posteriormente, se han reponderado los resultados nacionales por recuerdo de voto en las elecciones de Jul23. La convergencia por interacción no cruzada para el total nacional es del 97%. El margen de error es <3% para un intervalo de confianza del 95%.