Más del 75%, incluida una gran mayoría de votantes del PSOE, rechaza todas las concesiones de Sánchez a Puigdemont
- Alrededor del 60% de los votantes del PSOE se opone a la amnistía, el cupo catalán, la negociación con Junts en Bruselas y a ceder el control de fronteras a la Generalitat.
- Más información: Sólo los votantes de PSOE, Sumar y nacionalistas creen que la economía española mejorará en 2025
Las sucesivas concesiones que el presidente Pedro Sánchez ha hecho a los partidos independentistas catalanes, para mantenerse en la Moncloa, suscitan un amplísimo rechazo de cerca del 80% de los españoles.
Según la macroencuesta elaborada por SocioMétrica para EL ESPAÑOL, el 77,9% de los ciudadanos se opone a conceder la amnistía a Carles Puigdemont y Oriol Junqueras. Un porcentaje superior, el 81,4%, ve injusto suprimir el delito de malversación a los líderes del procés mediante la misma medida de gracia.
El 82,2% está en contra de traspasar a la Generalitat las competencias sobre inmigración y el control de fronteras, como exige Puigdemont. El 77,9% rechaza conceder a Cataluña un sistema de financiación privilegiado, que mermará los recursos del resto de CCAA. Y el 77,7% condena que el PSOE haya negociado con Junts todas estas cuestiones en Bruselas y Suiza, en presencia de un medidor internacional.
El presidente Pedro Sánchez ha adoptado todas estas medidas de espaldas a su propio electorado, y sin que suscitaran ningún debate interno en el Congreso Federal del PSOE celebrado el pasado mes de diciembre en Sevilla.
El mismo sondeo indica que los votantes del PSOE son extraordinariamente críticos con estas concesiones a los independentistas: el 57,9% rechaza la amnistía a Puigdemont y Junqueras, el 66,3% está en contra, también, de perdonarles el delito de malversación de fondos públicos.
El 56,9% de los socialistas se opone a la financiación privilegiada de Cataluña, que rompe la solidaridad entre los españoles. El 67,6% cree que la Generalitat, presidida por Salvador Illa, no debe asumir el control de fronteras y las competencias de inmigración. Y el 59,8% de los votantes del PSOE repudia que su partido se haya sentado a negociar todas estas cuestiones con Junts en Bruselas y Suiza.
Seis meses después de que fuera aprobada definitivamente por el Congreso de los Diputados, el 65,3% de los españoles dice que la ley de amnistía ha sido negativa, y sólo el 28,4% cree que el resultado ha sido positivo.
Esta medida, que el Gobierno consideraba "inconstitucional" hasta poco antes de aprobarla, no ha servido para apaciguar a los independentistas, que han seguido planteando nuevas exigencias: como el traspaso de la inmigración a la Generalitat (a cambio de apoyar tres decretos en las Cortes) o un sistema de financiación similar al concierto vasco (a cambio de apoyar la investidura de Salvador Illa).
Pese a todo, el 61,6 de los votantes del PSOE, el 70,9% de los de Sumar y el 83,7% de los partidos nacionalistas consideran que la amnistía ha resultado positiva. La Moncloa argumenta que la investidura de Illa como presidente de la Generalitat es la mejor prueba de que la amnistía ha contribuido a apaciguar y recuperar la normalidad en Cataluña.
El compromiso de Sánchez que suscita menos rechazo (y que aún está lejos de poder cumplir) es el acuerdo para que el catalán se convierta en lengua oficial de las instituciones de la UE. A un 22,1% de los encuestados les parece bien, pero un amplio 70,7% se opone a esta medida. El rechazo es aún mayor, del 73,8, entre los jóvenes de hasta 35 años.
Para Puigdemont, se trata de un paso más hacia el reconocimiento de Cataluña como nación en las instituciones comunitarias.
Esta medida sólo tiene un apoyo mayoritario del 58,6% entre los votantes de partidos nacionalistas e independentistas, y del 43,1% entre los de Sumar. Y parte en dos a los votantes socialistas: el 40,5 está a favor, pero el 42,1% se muestra en contra. El rechazo es casi unánime entre los votantes del PP (92,7%) y de Vox (98%).
Durante la presidencia de turno de la UE, Pero Sánchez y José Manuel Albares intensificaron los esfuerzos diplomáticos para que los 27 aceptaran la oficialidad del catalán, prometiendo incluso que España asumiría los 132 millones de euros que costaría la contratación de intérpretes y la traducción de documentos oficiales. No fue posible, y ahora Sánchez está más lejos de poder cumplir esta promesa.
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También ha encallado el principal compromiso adquirido por el PSOE ante Junts: una amplísima amnistía que cubra todos los delitos vinculados al procés cometidos por los independentistas.
Aunque el Tribunal Constitucional y el Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) tendrán la última palabra, el Supremo ha determinado de momento que la amnistía no es aplicable al delito de malversación cometido por Puigdemont, Junqueras y otros dirigentes de la Generalitat en la organización del referéndum del 1-O.
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El 77,9% de los españoles rechaza la amnistía a Puigdemont y Junqueras, que sólo acepta un 20,2%. De nuevo, esta medida sólo tiene un apoyo mayoritario entre los votantes de partidos nacionalistas (82,1%) y, en menor medida, entre los de Sumar y Podemos (53,6%).
Casi el 40% de los votantes del PSOE ha asumido que la amnistía es necesaria para que Sánchez siga al frente del Gobierno (o para pacificar Cataluña, según la versión oficial), pero otro 57,9% la rechaza abiertamente.
Cuatro de cada cinco españoles está en contra de borrar los delitos de malversación a líderes del procés, en consonancia con el criterio que ha aplicado el Tribunal Supremo. También se manifiestan así el 66,3% de los votantes del PSOE y el 65,5 de los de Sumar y Podemos.
De nuevo, los jóvenes son los más críticos con esta medida: el 95,9 la rechaza. Incluso los votantes de partidos nacionalistas e independentistas se muestran divididos: el 46,8% está a favor e idéntico porcentaje, en contra.
Pedro Sánchez se comprometió ante Puigdemont, en enero de 2024, a traspasar a la Generalitat la competencia "integral" sobre inmigración, a cambio de que Junts apoyara en el Congreso tres decretos contra la crisis.
Puigdemont no se conforma con que los Mossos asuman las tareas de vigilancia en puertos y aeropuertos, como ha anunciado Illa: exige que la Policía autonómica ejerza también el control de fronteras, algo que tiene difícil encaje en la Constitución, como ha admitido el ministro Ángel Víctor Torres.
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Un amplísimo 82,2% de los españoles rechaza traspasar a Cataluña el control de la inmigración y las fronteras, incluyendo el 67,6% de los votantes del PSOE (sólo uno de cada cinco lo ve bien) y el 53,6 de los de Sumar y Podemos.
Esta propuesta suscita incluso el rechazo mayoritario del 46,3% de los votantes de partidos nacionalistas: sólo el 39,9% se muestra conforme. El partido de Puigdemont se ha negado a que Cataluña acoja a una parte de los menores inmigrantes que se encuentran hacinados en Canarias (en una posición similar a la que defiende Vox en el resto de España).
Barones socialistas como Emiliano García Page y Adrián Barbón se han sumado a los presidentes autonómicos del PP para mostrar su rechazo al sistema de financiación privilegiada prometido por Sánchez a Junts y ERC, que permitirá a la Generalitat recaudar el 100% de los impuestos que se pagan en Cataluña.
Tal como han recalcado, esta medida pone en peligro la igualdad y solidaridad entre todos los españoles, así como la financiación de los servicios públicos en las CCAA que generan menos riqueza.
El 77,9% de los españoles está en contra del cupo catalán, incluyendo el 56,9% de los votantes del PSOE y el 49% de los de Sumar y Podemos. Sólo el 17,9% de los encuestados por SocioMétrica acepta esta medida, discriminatoria para el resto de españoles. El respaldo sí es mayoritario, del 57,3%, entre los votantes de partidos nacionalistas e independentistas.
El secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, firmó con Junts el acuerdo de investidura de Pedro Sánchez en Bruselas en noviembre de 2023. Pero el elevado precio pagado ni siquiera ha sido suficiente para garantizar la estabilidad de la legislatura.
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Desde entonces, Cerdán ha acudido puntualmente todos los meses a Suiza, para negociar ante un mediador internacional las nuevas exigencias del partido de Puigdemont.
El 77,7% de los españoles rechaza rotundamente que el PSOE negocie el futuro de la nación en Bruselas y Suiza con los independentistas: sólo a uno de cada cinco le parece bien.
La fractura es evidente entre los votantes del PSOE: el 59,8% rechaza la negociación en Bruselas, que sólo avala uno de cada tres. Pero incluso entre los votantes de partidos nacionalistas e independentistas el rechazo a esta negociación es mayoritario: el 51,6% se muestra en contra, frente a un 45,9% que la aplaude.
De forma muy significativa, sólo los votantes de Sumar y Podemos se muestran mayoritariamente a favor de los pactos de Bruselas (63,8%), frente a un 32% que los rechaza.
Ficha técnica
Se han realizado 2.953 encuestas a españoles mayores de edad, extraídas de forma aleatoria de un panel respresentativo de la población española de n=10.000, entre los días 26 y 30 de diciembre de 2024, con equilibraje muestral según cuotas de sexo, edad y provincia de residencia. Posteriormente, se han reponderado los resultados nacionales por recuerdo de voto en las elecciones de Jul23. La convergencia por interacción no cruzada para el total nacional es del 97%. El margen de error es <3% para un intervalo de confianza del 95%.
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