Miembros del Gobierno dan por hecho que María Jesús Montero será el revulsivo para intentar recuperar Andalucía

La base para la reconquista, según los socialistas, es establecer liderazgos fuertes y oposiciones visibles para intentar consolidar el partido. Para eso, Sánchez va con todo y pone el Gobierno al servicio de ese intento de recuperación: busca aprovechar el desgaste del PP en las comunidades en las que gobierna y superar lo que considera irrecuperable a Sumar por su falta de peso como opción complementaria al PSOE.

Aún no hay confirmación oficial, pero destacados miembros del Gobierno dan por hecho que Sánchez ha logrado convencer a su vicepresidenta primera y vicesecretaria del PSOE, María Jesús Montero, para que encabece la lista del partido en las próximas elecciones andaluzas, inicialmente previstas para el primer semestre de 2026. Sería el trampolín hacia la traca electoral de 2027, si todo va según lo previsto por Sánchez.

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Las mismas fuentes prevén que Montero pilote la renovación del PSOE para los próximos años, con un secretario general afín como, por ejemplo, Juan Francisco Serrano, mano derecha de Santos Cerdán y buen conocedor de la estructura del partido.

Simbólicamente, la reconquista se ha iniciado con la moción de censura en Jaén, ahora la única capital de provincia andaluza en manos de los socialistas y con una negociación que, precisamente, Montero ha liderado directamente.

Durante mucho tiempo, Montero se resistió a la posibilidad de sustituir a Juan Espadas para enfrentarse al PP en Andalucía.

Andalucía es la comunidad que más escaños del Congreso aporta en las generales, nada menos que 61, y por eso es esencial para ese intento de recuperación. 

Desde que el PP de Juanma Moreno logró gobernar en la comunidad en 2018, los socialistas han perdido pie en Andalucía y se han visto obligados a compensar los resultados de las ocho provincias andaluzas con los de otras comunidades como Cataluña.

En las generales de 2023, el PP logró 25 diputados andaluces, por 21 del PSOE. El objetivo ahora es recuperar la comunidad y también lograr en generales un vuelco que les permita mantenerse en la Moncloa.

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Sánchez tiene en comunidades como Andalucía el difícil hándicap de evitar tener desgaste por medidas que adopta para otros territorios, especialmente, para Cataluña.

La base de esa reconquista electoral, según fuentes socialistas, está en Andalucía y en las demás comunidades en las que se dirime un número notable de escaños: es decir, Cataluña, Madrid y Comunidad Valenciana.

Ministros candidatos

En Cataluña le funcionó a Sánchez el envío de uno de sus ministros, Salvador Illa, para consolidar los buenos datos del PSC en las últimas elecciones.

En las últimas generales, el PSC logró 19 de los 48 escaños en juego. Y ahora Moncloa entiende que funciona la estrategia de Illa de normalización política, de gestión eficaz y de una cierta transversalidad para arrebatar voto del nacionalismo o independentismo moderados.

Las decisiones del Gobierno, pactadas con Junts y ERC, le ayudan a consolidar sus buenas expectativas. De hecho, las encuestas internas muestran que la mejor valoración de Sánchez por territorios es la de los electores catalanes.

Madrid es uno de los agujeros negros del PSOE en los últimos años. El PP logró seis escaños más que los socialistas en las últimas generales y Sánchez intenta reforzar el partido con alguien de su estricta confianza, su ministro y antes jefe de Gabinete en la Moncloa, Óscar López. La instrucción es dar la batalla a Isabel Díaz Ayuso.

En la Comunidad Valenciana ya fue elegida Diana Morant como secretaria general del partido y futura candidata. Los socialistas dan por hecho que el enorme desgaste de Carlos Mazón por la gestión de la DANA obligará al PP a buscar otro candidato para las próximas autonómicas.

La operación de renovación territorial del PSOE se completará en los próximos días con la candidatura de Francisco Martínez, alcalde de Soria, para descabalgar a Luis Tudanca como líder de Castilla y León.

Está aún abierto el proceso para que Pilar Alegría se haga con el PSOE de Aragón, para sustituir a Javier Lambán. Los partidarios de éste quieren dar la batalla, aunque desde la dirección del PSOE se da por hecho el triunfo de Alegría.

Y hay ministros que ven posible que, cuando eso ocurra, Sánchez quite a la ministra de Educación la Portavocía del Gobierno, para preservarla y evitar su desgaste en las ruedas de prensa posteriores a los Consejos de Ministros.

Desde el punto de vista de los mensajes, la base fundamental de la estrategia de la Moncloa será la exhibición de los buenos datos económicos.

La previsión del Gobierno es que 2025 será un año aún mejor que 2024, aunque Moncloa lamenta que los acontecimientos judiciales tapen los datos. De hecho, lamentan por ello frecuentemente que la percepción ciudadana sobre la economía no se corresponda con los datos positivos.