Sánchez añade a Montero a los otros 4 ministros encargados de hacer oposición desde el Gobierno a las CCAA del PP
- Nunca antes un Gobierno había tenido tantos ministros como futuros candidatos en sus respectivas comunidades.
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Pedro Sánchez acaba de hacer un alarde de poder en el PSOE, imponiendo candidatos y líderes en casi toda la estructura territorial del partido y, al tiempo, ha asumido un riesgo para el futuro, casi a la desesperada para intentar una remontada para las próximas generales y en cada una de las elecciones autonómicas del futuro. Y lo ha hecho sin apenas heridas internas.
Esa es la lectura imperante entre dirigentes socialistas y miembros del Gobierno a las decisiones en cadena del líder socialista y presidente del Ejecutivo para situar en diferentes federaciones del PSOE a ministros de su estricta confianza.
Primero con Ángel Víctor Torres en Canarias; luego con Óscar López en Madrid y Diana Morant en Valencia y en breve con Pilar Alegría en Aragón y, sobre todo, con María Jesús Montero en Andalucía.
Nunca antes un Gobierno había tenido tantos ministros que, a la vez, son líderes regionales y futuros candidatos en sus respectivas comunidades autónomas, con el objetivo de recuperar ese poder territorial.
Hay que sumar ahora la decisión de Sánchez de descabalgar a Luis Tudanca en Castilla y León para situar a Carlos Martínez, alcalde de Soria, candidato de su confianza.
Todos ellos tienen en común algo que supone un giro curioso en la trayectoria y la posición de Sánchez: la eliminación de las primarias que en dos ocasiones le dieron la vida en la política y le salvaron de situaciones muy adversas.
Porque el PSOE siempre se ha jactado de elegir a sus candidatos por elección directa de los militantes en primarias, pero cuando puede hace lo posible para evitarlas. En este caso, convenciendo a Tudanca y a Juan Espadas para que abandonen o poniendo alfombra roja a Juan Lobato para que se retire por un error propio no forzado.
"Tudanca sabía que iba a caer en las primarias y por eso intentó precipitarlas. Estaba cantado que caería", asegura un ministro para explicar las razones del giro del hasta ahora líder socialista de Castilla y León, que ha pasado de anunciar que resistiría el empuje de Ferraz a retirarse este martes.
El proceso con Espadas fue más largo y amable, y para eso fue nombrado portavoz en el Senado hace un año.
En esa estrategia para convencerles ha sido fundamental el papel y las gestiones de Santos Cerdán, número tres del PSOE.
La excepción por el momento es Aragón, donde Pilar Alegría se enfrentará en primarias al lambanismo, salvo que Darío Villagrasa, el candidato del anterior presidente autonómico, también decida retirarse.
Y falta que en Andalucía nadie desafíe el deseo de Sánchez de situar a Montero al frente del partido y contra Juanma Moreno.
Modelo fallido en el pasado
Sánchez muestra un poder que ningún otro secretario general del PSOE ha tenido nunca y, al tiempo, asume el riesgo de lanzar candidatos/paracaidistas que no han funcionando nunca, con la única excepción de Salvador Illa en Cataluña, en unas circunstancias muy características.
No funcionó con Ángel Gabilondo ni con Reyes Maroto, por buscar ejemplos recientes, ni en otros de la historia más lejana del PSOE.
Todos ellos no podrán hacer política diaria en sus territorios y necesitan de la acción de portavoces de grupos parlamentarios en las comunidades que no han sido nombrados por ellos. Morant en la Comunidad Valenciana está viviendo esta situación con la dificultad de no poder intervenir en debates con Carlos Mazón. Y todos ellos quedan blindados en el Gobierno, porque Sánchez ya no puede destituirlos, porque abriría un lío en sus territorios.
En el caso concreto de Montero, hay también algunas contraindicaciones a la decisión de lanzar a una política muy potente como la vicepresidenta primera del Gobierno y vicesecretaria del PSOE.
"El pasado mes de abril se la vio como sustituta de Pedro Sánchez en la Presidencia del Gobierno y al frente del partido cuando los cinco días de retiro, y ahora puede ir camino de ser la líder de la oposición en Andalucía", asegura un dirigente socialista sobre las dificultades de Montero en Andalucía.
Lo primero es que Montero ha defendido y deberá aplicar el llamado concierto catalán que perjudica a Andalucía. Debe también negociar la reducción de la deuda catalana y sentarse frente a Moreno para tratar de la financiación autonómica.
Además de los Presupuestos Generales del Estado que debe pactar con Junts o ERC, partidos independentistas que se jactarán de haber logrado beneficios para Cataluña.