Enfado en el PSOE por la presión de Yolanda Díaz con la reducción de jornada: "Estamos en hacerlo viable, no en relatos"
El ala socialista del Gobierno insiste en aunar los apoyos parlamentarios para que el proyecto de ley no decaiga en el primer trámite: la enmienda a la totalidad.
La decisión de Yolanda Díaz de marcar agenda propia y acusar al PSOE de no querer reducir la jornada laboral molesta, cada vez más, a su socio de Gobierno. Fuentes del ala socialista del Ejecutivo aseguran que para ellos también se trata de una prioridad y acusan a la vicepresidenta segunda de cierta irresponsabilidad.
"No estamos en relatos, sino en hacerlo viable", aseguran. Consideran que Díaz está debatiendo sobre "cuestiones que nada tienen que ver con el contenido". "No se trata sólo de anunciar que quieres reducir la jornada laboral, se trata de hacerlo", añaden.
Díaz quiere tramitar la reforma de urgencia para que suceda este 2025, pero en el PSOE consideran que es temerario hacerlo sin haber amarrado antes los apoyos parlamentarios suficientes como para que salga adelante.
En concreto, los socialistas temen la posición del PNV y Junts al respecto. Aunque los vascos se inclinan hacia el sí, no se han comprometido a ello y los catalanes no han dicho nada de momento.
Además, ambos partidos tienen muy en cuenta la posición de los empresarios en sus respectivas comunidades autónomas y la patronal no firmó el acuerdo para la reducción de la jornada que rubricaron, el pasado 20 de diciembre, el Ministerio de Trabajo y los sindicatos.
Acuerdo de gobierno
La reducción de la jornada laboral de 40 a 37,5 horas semanales es parte del acuerdo de gobierno entre PSOE y Sumar para formar el Ejecutivo de coalición tras las elecciones del 23-J. Ambos partidos se comprometieron por escrito a que esta reducción se haría efectiva en el año 2025.
Por otro lado, en las resoluciones del 41º Congreso Federal del PSOE, celebrado el pasado mes de diciembre, los socialistas se comprometieron a bajar la jornada laboral a 36 horas para 2030.
El Ministerio de Trabajo considera que si la rebaja no se tramita cuanto antes, esta no será efectiva para este año y, por lo tanto, se estaría incumpliendo lo pactado. Fuentes del ministerio de Díaz calculan que habría una tramitación parlamentaria mínima de al menos seis meses y que el tiempo apremia.
El punto álgido del enfrentamiento entre Díaz y el PSOE llegó el viernes pasado, cuando la vicepresidenta acusó a su compañero de Economía, Carlos Cuerpo, de oponerse a la reducción de jornada y dijo que hacerlo "es casi de ser mala persona". Pero este miércoles continuó la tensión y Díaz apuntó a que la decisión no es sólo de Cuerpo, sino también de Pedro Sánchez.
Fuentes del Ministerio intentaban matizar este miércoles las palabras de Díaz diciendo que no se refería a Cuerpo personalmente, pero a la par le acusaron de "vetar" la tramitación por vía de urgencia de la reducción de la jornada laboral, algo que Economía negó.
Antes de tramitarse en el Congreso de los Diputados, el anteproyecto de ley para la reducción de la jornada laboral debe pasar por el Consejo de Ministros y desde Trabajo acusaron, también este miércoles, a Economía de no haber incluido el asunto en la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos (CDGAE) del próximo 13 de enero.
La CDGAE es el órgano dependiente de Economía donde se examinan qué temas llegan al Consejo de Ministros para su aprobación.
Pero el Ministerio de Economía aseguró, poco después, que "es falso que se haya bloqueado la tramitación urgente de la reducción de la jornada laboral" y que será tratado en la primera reunión de la CDAGE que sea posible.
"Debido a la relevancia económica de la iniciativa, con implicaciones en todos los sectores económicos, el Ministerio quiere garantizar un debate y análisis a fondo con la participación de todos los ministerios económicos", aseguraban fuentes de Economía.
Enmienda a la totalidad
El principal problema para el PSOE, más allá de las cuestiones técnicas en las que puede haber desacuerdo, es que si no consiguen labrar los apoyos necesarios, la reducción de jornada no pasaría siquiera del primer trámite parlamentario: el de la enmienda a la totalidad.
"Si lo llevas al Congreso, ¿cómo superas la enmienda a la totalidad? Eso es lo que requiere negociación", aseguran desde la rama socialista del Gobierno. "El problema es que hay mucha gente que ataca al PSOE por las posiciones de otros, pero por nosotros ojalá pudiera salir adelante. Es un objetivo prioritario para el partido", añaden.
Desde Sumar aseguran que el PNV está a favor de la reducción de la jornada laboral y que Yolanda Díaz está en conversaciones con Junts para que apruebe la medida. Sin embargo, los socialistas no se fían de Junts y saben que los independentistas pueden subir el precio de su apoyo en el último momento.
"A lo mejor no hay que hacer la reducción de jornada mañana, sino pasado mañana por las complicaciones en algunos sectores", dicen desde el PSOE. "El problema y el temor es que cuando el debate se polariza, el consenso se aleja, igual que pasó con el impuesto a las eléctricas", añaden.