El solista de Jarcha, contra la versión de 'Libertad sin ira' en el acto de Sánchez sobre Franco: "Es lánguida y patética"
- "Ha cantado otra canción con la misma letra. Esa música no era la de 'Libertad sin ira'. El autotune suele utilizarse cuando alguien no afina bien (...) Desvirtúa un tema que es memoria colectiva".
- Ángel Corpa fue fundador del grupo Jarcha en la Huelva de los años setenta. Sus canciones resultan todavía hoy un icono de la Transición.
Ángel Corpa (Barajas de Melo, 1952), fundador de Jarcha e intérprete solista en Libertad sin ira, se enteró viendo las noticias en la tele a la hora de comer. De repente, apareció una joven cantando el estribillo más famoso de la Transición. El mismo que ellos llevaron por toda Europa y Latinoamérica a mediados y finales de los setenta.
"Pero, ¿esto qué es? Eso es otra cosa. Esa no es la canción. No sé qué han hecho con la música. No me ha gustado nada. Es una versión lánguida y patética", responde a este diario por teléfono un Corpa muy sorprendido.
Advierte de que su opinión es musical, y no política. Dice, sin demasiados preámbulos, que está cansado de la "mierda" que embadurna el debate político de hoy. De hecho, en las últimas elecciones regionales fue candidato de la España Vaciada, contra "el despotismo ilustrado" del bipartidismo.
Rechaza posicionarse sobre el año de Franco estrenado por Sánchez donde sonó la canción. Dice que resulta fáctico que la libertad no empezó con la muerte del dictador y que llegó con la Transición, pero que no desea "echar más mierda" a la conversación pública.
Sobre la versión de Jimena Amarillo –así se llama la intérprete de la nueva versión–, lo tiene claro: "Han desvirtuado un tema que forma parte de la memoria colectiva de los españoles".
Libertad sin ira fue obra de Pablo Herrero, autor también de grandes éxitos de Nino Bravo. La compuso a petición de una campaña publicitaria de Diario 16. Se la enseñó a los miembros de Jarcha, que llegaron a debatir la conveniencia de cantar "un anuncio". Al final, decidieron hacerlo. Poco tardó en ocurrirle a la melodía lo que decía Manuel Machado de las coplas: a los meses, ya nadie sabía quién y por qué había compuesto la canción. Era un himno a la libertad.
"Me hubiera parecido oportuno que nos hubiesen preguntado. Me he quedado perplejo al verlo, la verdad... ¿Y eso del autotune en directo? No lo había visto en la vida. El autotune lo había visto en estudio. Suele utilizarse cuando quien canta no afina bien. Se corrigen las notas que se quedan altas y bajas", relata Corpa.
Ahora mismo, Jarcha no existe. O sí existe, pero con desavenencias entre los miembros originales. Corpa, que siempre hizo el solo en 'Libertad sin ira', asegura que él mismo habría ido a cantarla si se lo hubieran pedido. "¿A qué viene desvirtuar un tema como ese?".
En una entrevista reciente con este periódico, Corpa dijo: "Nunca me he cansado de cantar esa canción. Porque es mucho más que una canción. La pusimos en el viento en 1976. Pronto fue una bandera donde ondearon las libertades que buscaba la gente. No conozco nada más bonito para un artista que ver cómo una de sus canciones trasciende y anida en el corazón de un pueblo".
En 2009, Corpa regresó al pueblo conquense donde nació para cuidar de su madre. Ya no ha vuelto a mudarse. Allí vive, resguardado por cerámicas de colores y libros de los poetas a los que cantaban entonces: Miguel Hernández, Blas de Otero...
Al poco de estrenarse 'Libertad sin ira', en 1976, el gobierno todavía predemocrático la prohibió. Montado el escándalo, a las dos semanas, Televisión Española llamó a Jarcha para que la cantara en directo e intentar hacer creer a la gente que la censura se había debido a "un error burocrático". Aquella actuación los catapultó a Francia, Holanda, Alemania y Latinoamérica. Un año después llegarían las primeras elecciones.
Felipe González quiso ficharlos para que cantaran en sus escenarios de campaña. No quisieron. Libertad sin ira... era de todos.