El juicio por el caso Gürtel comienza finalmente este martes después de que el magistrado de la Audiencia Nacional Javier Martínez Lázaro haya decidido inadmitir la recusación contra el miembro del tribunal que va a juzgar la trama de Francisco Correa, José Ricardo de Prada.
Martínez Lázaro, nombrado instructor de la incidente de recusación, ha inadmitido a trámite la recusación formulada por el número 2 de la trama, Pablo Crespo, a la que se adhirieron una veintena de acusados, entre ellos el extesorero del PP, Luis Bárcenas, o el propio PP.
El instructor entiende que es extemporánea y considera que todas las causas alegadas carecen de entidad y solo se justifican por un "ánimo evidentemente dilatorio" para conseguir la suspensión del juicio oral previsto para este martes, motivo por el que le impone las costas al recusante .
En su resolución, el magistrado instructor entiende que no hay motivos para admitir las causas alegadas por los recusantes y que se resumen en la colaboración de la hija del magistrado De Prada en una publicación editada por uno de los abogados de la acusación y su supuesta amistad íntima con el primer juez instructor de la causa, Baltasar Garzón, lo que según los acusados recusantes, implicaría enemistad manifiesta de De Prada respecto de Pablo Crespo.
Respecto de la colaboración ocasional de la hija del magistrado en una publicación editada por una sociedad a cuyo consejo de administración pertenece el abogado Gonzalo Boyé, que ni siquiera actúa como acusación en esta pieza, el instructor señala que "en nada puede comprometer la imparcialidad del magistrado recusado". Basándose en doctrina del Tribunal Constitucional, Martínez Lázaro recuerda que "si la afinidad ideológica de un magistrado no es causa de recusación, menos aún puede serlo la afinidad ideológica de la hija del magistrado recusado con un letrado que ni siquiera actúa profesionalmente en defensa de una de las partes en la pieza que se enjuicia".
En referencia a la alegada amistad íntima de De Prada con Baltasar Garzón, el magistrado instructor explica en su auto que ello solo revela una relación profesional entre ambos y "una valoración del trabajo del señor Garzón", de acuerdo con los datos portados por el recusante. El instructor encuadra la amistad entre ambos magistrados en el hecho de haber coincidido durante más de 20 años en el mismo tribunal, generando lazos de compañerismo "lejanos, desde luego, de una amistad íntima".