La Dirección General de Policía ha certificado que los comisarios José Manuel Villarejo y Marcelino Martín Blas no viajaron nunca juntos, entre los años 2012 y 2014, a Barcelona ni a ninguna otra ciudad catalana en el marco de la 'Operación Cataluña' para acabar con el independentismo, tal y como aseveró Villarejo en su declaración como investigado ante el juez de Madrid Arturo Zamarriego.
Villarejo está investigado por grabar ilegalmente una reunión de Marcelino Martín Blas -entonces jefe de Asuntos Internos y encargado de la causa sobre el 'pequeño Nicolás'- con varios agentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) para hablar del operativo sobre el presunto joven estafador, que, entre otras cosas, se estaba haciendo pasar por espía. Esa grabación, realizada ilegalmente, llegó a manos de Francisco Nicolás Gómez Iglesias, con el objetivo de que éste la presentara en el Juzgado y solicitara la nulidad de toda la causa, alegando que los investigadores le habían estado escuchando ilegalmente antes de ser detenido -extremo que según la Policía Científica no se dice en ningún momento de la grabación, tal y como se hizo creer en un inicio-.
La investigación al 'pequeño Nicolás', especialmente por la grabación ilegal, se ha ido complicando a lo largo de los últimos meses, sobre todo una vez que el titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Madrid decidió citar como investigado al comisario de Policía, José Manuel Villarejo, por ser el responsable de tal grabación, aunque no como autor material si como autor intelectual y quien habría dado la orden de que se realizara.
En su declaración del pasado 6 de julio, Villarejo insistió ante el instructor que el encargado de la investigación y quien le había señalado en un informe como responsable de la grabación, el comisario Martín Blas, tiene una enemistad manifiesta contra él. Las defensas intentan desacreditar a la comisión judicial encargada del caso para inhabilitarla y que se deshaga.
“Hemos comido y viajado juntos a Cataluña”
En tal declaración, Villarejo explicó que durante varios años, entre 2012 y 2014, viajó en numerosas ocasiones con Martín Blas a Cataluña porque ambos habían formado parte del grupo creado por la Dirección General de la Policía para luchar contra el independentismo catalán y buscar delitos de dirigentes o exdirigentes de CiU y ERC. Según Villarejo, mantenían una estrecha relación hasta que Martín Blas, por su condición de jefe de Asuntos Internos, decidió ir a por él sin justificación alguna.
Por su parte, Martín Blas declaró como testigo y aseguró que no tenía ninguna relación con Villarejo. Se conocían, habían estado alguna vez juntos a través del director adjunto operativo, Eugenio Pino, pero no tenía amistad ni enemistad con él.
Ante estas dos versiones contrapuestas, el magistrado requirió a la Dirección General Operativa que le enviara los datos de los viajes que habían realizado uno y otro a Cataluña durante esos tres años. La respuesta ha sido que no han coincidido en ningún viaje a pesar de que Villarejo insistiera en sus viajes juntos. “Martín Blas miente totalmente. Hemos comido, viajado juntos. Ten en cuenta que en el tema de Cataluña yo me encargaba fundamentalmente de investigar delitos, como el tema Pujol, y él se encargaba de apoyarme en algunas citas, y en otras de captar fuentes, como el señor que sale en la grabación del ministro”, soltó el investigado, en referencia a la grabación también realizada ilegalmente al ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y al jefe de la Oficina Antifraude de Cataluña, Daniel de Alfonso.
No coinciden las fechas
Según los datos aportados por la Dirección General de la Policía, ambos viajaron a Cataluña, pero nunca en las mismas fechas, aunque deja abierta la posibilidad de que existieran viajes que no hubiesen generado ningún gasto y por tanto no hubiesen presentando las dietas para cobrarlas. Según consta en la información entregada al juez Zamarriego, Villarejo viajó en tres ocasiones, dos en 2012 (el 16 de octubre y el 5 de noviembre) y una vez en 2014 (el 10 de diciembre). Los dos primeros viajes fueron de un día, haciendo noche en Barcelona, mientras que el tercero fue de ida y vuelta el mismo día.
En el caso de Martín Blas, sus viajes a Cataluña fueron más asiduos. El director adjunto operativo ordenó a la Unidad de Asuntos Internos en aquel tiempo que se encargara de ciertas investigaciones relacionadas con Cataluña, como la de Oleguer Pujol -hijo pequeño del expresidente catalán-. Así, este comisario viajó dos veces en el año 2012 (el 26 de abril y el 29 de octubre); seis veces en 2013, año en el que no consta que Villarejo hiciera ningún viaje; y ocho veces en 2014, ninguna de ellas en diciembre (el último viaje es de 20 de noviembre), mes en el que viajó Villarejo aquel año.
Además, del total de los 16 viajes que hizo Martín Blas a Barcelona, casi todos (excepto uno) fueron de ida y vuelta en el día, a excepción de un viaje realizado en mayo de 2014 que hizo noche en la capital catalana.
Datos "inútiles"
Zamarriego ordenó a la Dirección General de la Policía que entregara estos datos para conocer la verosimilitud de la declaración de Villarejo y para conocer si el responsable de su comisión judicial y el investigado habían tenido una relación estrecha, tal y como sostuvo en su interrogatorio.
Los datos desmontan 'a priori' la versión de Villarejo aunque al declarar en calidad de investigado tenía derecho a no decir verdad. Después de que el magistrado requiriera esta información, el comisario -recientemente jubilado- se opuso a que la Policía remitiera esos datos al dudar de su “utilidad y pertinencia”, escrito rechazado por el instructor, que ahora ya tiene la documentación.
La intención de Villarejo es conseguir que el juez aparte de la investigación sobre él a Martín Blas y su equipo. Las pretensiones del comisario son apoyadas por la Fiscalía de Madrid, que entiende que al ser parte perjudicada de la grabación no pueden seguir siendo investigadores, opinión no compartida por la Abogacía del Estado ni por el resto de acusaciones, que apoyan que sigan en la investigación al pequeño Nicolás.