El ex responsable de Asuntos Internos de la Policía Marcelino Martín Blas involucró en 2014 al comisario José Villarejo en las actividades del pequeño Nicolás en un informe en el que usó la imagen de un ciudadano anónimo que paseaba a su perro. Aquello hizo saltar a la arena pública la rivalidad entre estos dos altos mandos policiales, que ya acumulaba varios desencuentros anteriores y derivó en el cese de Martín Blas. Ahora, un agente de Asuntos Internos relata por escrito cómo se fraguó aquel episodio, que desencadenó la guerra de comisarios en la que aún vive inmerso el Ministerio del Interior.
Su relato queda reflejado en una nota informativa, firmada por el funcionario, que ya obra en poder del juez de instrucción número 2 de Madrid, Arturo Zamarriego, que investiga al pequeño Nicolás en el denominado 'caso Nicolay'. Este magistrado repescó a Martín Blas para que dirigiese las pesquisas policiales del caso en las que, entre otros, se encuentra imputado Villarejo. Quien firma la nota es el entonces jefe de Sección de Vigilancias de Asuntos Internos, a quien Martín Blas encargó en noviembre de 2014 que estableciese un dispositivo de vigilancia en el entorno de las instalaciones del Canal de Isabel II. Sabían que el pequeño Nicolás iba a tener allí una cita con una persona a la que había que identificar.
El dispositivo fue preparado, pero Martín Blas nunca llegó a dar la orden de llevarlo a cabo, según la nota informativa a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL. "Días después" de aquello, Martín Blas le pidió al autor de esta nota un CD donde el equipo de Asuntos Internos tenía imágenes anteriores del comisario Villarejo. Fue el entonces jefe de esta unidad quien se las había entregado unos meses antes y quien pidió que se las devolviesen.
Localizado el documento y según la versión del funcionario 18693, las imágenes fueron analizadas en el despacho de Martín Blas. Estaban presentes entonces el comisario jefe de Asuntos Internos y otros dos miembros de la unidad. Uno de ellos era el entonces Jefe del Grupo IX, Rubén Eladio López, quien actualmente colabora con Martín Blas en el 'caso Nicolay'.
La confesión
El agente de Asuntos Internos que firma la nota narra que unos días después de esa reunión en el despacho de Martín Blas se publicó en la prensa el informe que ubicaba a Villarejo en las proximidades del Canal de Isabel II para mantener un encuentro con el pequeño Nicolás. También relata como, posteriormente, la prensa se hizo eco de otra información en la que se detallaba que el hombre al que el informe identificaba como Villarejo era en realidad un jubilado que solía pasear a sus perros por la zona.
El encargado de firmar el informe erróneo fue Rubén Eladio López, quien le confesó de esta manera lo que había sucedido días antes en el despacho de Martín Blas: "Estábamos F.R, C.C. jefe de la 2ª Brigada de la Unidad de Asuntos Internos y yo con Marcelino en su despacho visionando las imágenes obtenidas de las cámaras de seguridad de las instalaciones deportivas del Canal de Isabel II. En un momento dado, yo llamé la atención sobre la presencia de un sujeto de pelo blanco que merodeaba por el lugar y cuya actitud me resultó sospechosa. Fueron Marcelino y el jefe de la 2ª Brigada los que dijeron que se trataba de Villarejo y así me vi obligado a incluirlo en el informe tras una serie de comprobaciones. Yo no tenía ni idea de que ese era Villarejo ya que no le conozco".
Ahora, esta nota informativa le ha servido a otro mando policial para denunciar a Martín Blas ante el juez del 'caso Nicolay' y pedirle que le aparte de la causa. Se trata de José Ángel Fuentes Gago, persona próxima al ex director Adjunto Operativo de la Policía, Eugenio Pino, y uno de sus más estrechos colaboradores en la polémica Unidad de Inteligencia que investigaba casos de corrupción en Cataluña. En ese grupo estaba también Martín Blas antes de que su enemistad con Villarejo le llevase a enfrentarse con la cúpula policial.
A juicio de Fuentes Gago -destinado actualmente en la La Haya (Holanda)- "de confirmarse estos hechos, dan un giro inesperado a los acontecimientos que no deben ser obviados en esta instrucción". El funcionario policial acusa a Martín Blas de haber creado una trama "para involucrar a ciertas personas en la investigación" en lugar de "resolver el caso". Añade que el DAO le pidió que tuviese una reunión con el juez para ofrecerle otros investigadores policiales. El juez rechazó la oferta, pero -según dice- le admitió que el informe sobre Villarejo había sido "un exceso".
Reunión con el CNI
En el marco de esta causa el juez mantiene abierta una pieza separada para investigar una grabación efectuada al propio comisario Martín Blas -aún al frente de Asuntos Internos- cuando éste mantenía una reunión con miembros del Centro Nacional de Inteligencia (CNI). En ella, los agentes hablaron sobre las pesquisas en torno al pequeño Nicolás. Por estos hechos tuvo que prestar declaración como testigo el Director General de la Policía, Ignacio Cosidó. Ya el pasado mes de septiembre, el ex director adjunto de la Policía, Eugenio Pino, denunció a Martín Blas y pidió a Zamarriego que le apartase de la causa, una petición en la que coincide con el fiscal del caso.
Además, Fuentes Gago ha presentado una segunda denuncia en la que critica que un medio de comunicación publicó un informe sobre el patrimonio de Villarejo el mismo día que la Unidad de Asuntos Internos dijo haber registrado un informe en la Dirección General sobre esa cuestión. Fuentes Gago niega que la Dirección recibiese esa documentación, lo que le lleva a acusar a la Unidad que dirigía Martín Blas de haber filtrado el informe a la prensa. La noticia publicada llevó al Ministerio a abrir una investigación interna sobre las actividades empresariales del comisario Villarejo, recientemente jubilado. El resultado de esa información interna fue que las empresas del comisario eran compatibles con su actividad policial.
Para la elaboración de esta información reservada, el entonces 'numero dos' de la Policía, Eugenio Pino, designó al inspector jefe Fuentes Gago. Es habitual que estas pesquisas las realice un funcionario de Policía de mayor o igual graduación que el investigado, pero en este caso no se cumplió. En su denuncia presentada ahora, Fuentes Gago denuncia que nunca tuvo en su poder la documentación de la que sí dispuso Asuntos Internos y el medio de comunicación que publicó la noticia.
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