Las cloacas del Estado le estallan al juez De la Mata en el 'caso Pujol'
Una documentación de origen sospechoso ha puesto contra las cuerdas a diversos mandos policiales que se contradicen unos con otros.
1 febrero, 2017 03:30Noticias relacionadas
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Un informe de abril de 2016 abrió la caja de los truenos. Más de cuatro años de investigación y de informes en el 'caso Pujol' que se instruye desde la Audiencia Nacional se han visto enmarañados por el origen de la información utilizada en este último documento. El juez José de la Mata y la Fiscalía Anticorrupción sospecharon que algo pasaba y al levantar la tapa se han encontrado mentiras y contradicciones que salpican a la propia cúpula policial en sus actividades, que ellos llaman de inteligencia, para luchar contra la corrupción catalana.
El magistrado ha llamado a declarar a una serie de cargos policiales, que se contradicen unos con otros, a lo que hay que añadir escritos remitidos por otros mandos, que tampoco concuerdan entre sí. De la Mata ha puesto en cuarentena toda la información hasta descubrir de dónde sacó la Policía parte de la información utilizada en sus investigaciones a la familia Pujol. Las acusaciones han acabado señalando incluso al pago con fondos reservados de dos detectives de la agencia Método 3.
En julio, el instructor detecta que en su informe, la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía señala que la información analizada proviene de “archivos informáticos que han sido facilitados a esta instrucción policial mediante mecanismo de cooperación policial”. Concretamente, se hace referencia a que la información se había obtenido del registro en la sede de la agencia de detectives Método 3, tras una investigación abierta por un Juzgado de Barcelona.
Pero a la vez, el mismo informe habla de que las informaciones brutas provienen de la “inteligencia policial”. Para De la Mata, es “inadmisible” la explicación sobre de dónde proviene tal información porque por un lado se dice que la documentación se la han hecho llegar a la instrucción policial mientras que por otro lado se dice que estaba en las bases de datos policiales, cuando de ser así “se deberían haber puesto inmediatamente a disposición del Juzgado”.
Con esta información, la Policía llegó a reclamar al juez que acordara una serie de entradas y registros a personas vinculadas con el hijo mayor del expresidente catalán, Jordi Pujol Ferrusola. Pero dado que De la Mata detectó posibles irregularidades, y para evitar que este asunto contamine toda la causa y pueda llevar a su completa nulidad, dejó todo apartado en una pieza separada, a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, para intentar aclarar cómo ha obtenido la Policía una serie de información para incriminar a la familia Pujol.
El jefe de la UDEF da la cara
Ante estas incongruencias, el magistrado reclamó explicaciones. Al primero fue al jefe accidental de la UDEF, José Manuel García Catalán, quien en un escrito fechado el 22 de julio aseguró que esa información la había recibido su antecesor en el cargo, el comisario Manuel Vázquez, de parte de la Dirección General Operativa (DAO) obtenido por las pesquisas policiales abiertas contra Método 3, por grabar ilegalmente una conversación entre la entonces líder del PP catalán, Alicia Sánchez Camacho, y la examante de Jordi Pujol Jr en el restaurante La Camarga.
Pero hace una serie de aclaraciones: tras detectar el juez estas posibles irregularidades han intentado buscar el origen de la documentación y todas las gestiones han resultado “infructuosas”. La razón es que tras preguntar en el Juzgado de Barcelona que investiga el asunto de Método 3, no hay ninguna documentación relativa a los Pujol. La explicación de García Catalán es que el juez de ese asunto ordenó destruir toda la información obtenida de los registros de la agencia de detectives.
El exjefe señala a la DAO
El siguiente paso era citar a aquel que recibió la información, el comisario principal Vázquez, en aquellas fechas jefe de la UDEF.
“Ha sido un error, nada más”, espeta el mando policial al magistrado, que intenta averiguar si han intentado 'blanquear' en su Juzgado documentación de procedencia ilícita. A él le dio la información Bonifacio Díaz Sevillano, un asesor del DAO, es decir del número dos de la Policía, la persona que tiene bajo su mando a todo el cuerpo policial, y que en ese momento era Eugenio Pino. Cuando se la da le dice que es información que proviene de Método 3. “Me dice ahora que se pensaba que era de Método 3, pero bueno puede ser que haya habido un error, nada más”, añade.
“¿Estos documentos están en una base de inteligencia policial?”, le pregunta el juez durante el interrogatorio del 14 de octubre. “No lo sé. No hemos podido averiguar exactamente dónde están”, reconoce.
“Lo desconozco”
Diez días después, el 24 de octubre, llega el turno de llamar a Bonifacio Díaz, 'Boni': “Si Manuel (Vázquez) dice que he sido yo quien se lo he entregado no me acuerdo, lo desconozco”. Según su relato, la primera vez que tiene conocimiento de esa información es cuando el entonces jefe de la UDEF le pide que le identifique unos archivos. Le digo que no sé pero que es posible que en la DAO tengamos copia (…) La primera noticia que tengo es cuando me llama y me lo enseña. No quito su palabra pero no me acuerdo”.
Hasta ahí, el juez contaba con dos versiones que empezaban a contradecirse. “Nosotros estamos de asesores del DAO. Allí llegaba información de bastantes tipos. Te decía la secretaria, coge, vete y dáselo a Manuel o al comisario general. Yo no sabía qué información era”, se justificó 'Boni' ante el juez. No se acordaba de que hubiese dado esa información, pero además desconocía que hubiese información sobre Método 3.
“Hemos intentado averiguar cómo ha podido llegar. He estado preguntando a compañeros y hemos sido incapaces de determinar de dónde ha venido el pen drive”, sostuvo.
Durante su interrogatorio, este inspector abrió otro melón. Según su testimonio, en la DAO tienen un disco duro con toda la información que les llega, aunque precisamente ésta no está. “¿Y quién tiene acceso a ese disco duro?”, le preguntan. Ahí lanza un nuevo nombre, otro jefe de gabinete del DAO, José Ángel Fuentes Gago. 'Boni' llegó a reconocer que ambos “hemos hecho alguna información sensible sobre Pujol; el jefe nos mandaba porque confiaba en nosotros. Se guardaba en la base de datos sin problema”.
Pino desacredita todo lo anterior
Cuando el juez tenía ya varias versiones encontradas, le llega un nuevo escrito. El 3 de noviembre, el jubilado exdirector de la DAO, Eugenio Pino, entrega en el Juzgado una manifestación firmada en la que pone de manifiesto que se le ha informado de lo que De la Mata está investigando y quiere dar su versión de los hechos.
Pino asegura que la información la recibió él por parte del comisario de Asuntos Internos, Marcelino Martín Blas, con el cual se conoce el enfrentamiento que mantienen a raíz de la investigación del 'pequeño Nicolás'. Fue el propio Pino quien ordenó a este comisario investigar en el asunto de Método 3, dado que podría haber implicado un agente del Cuerpo Nacional de Policía.
De las pesquisas de Martín Blas -según el testimonio de Pino- salió una colaboración con dos agentes de la agencia de detectives, quienes decidieron pasarle cierta información en “venganza” contra el director de Método 3, Francisco Marco, porque les debía 200.000 euros. Así que toda la información guardada en ese pen drive provenía de la colaboración de estos detectives.
Y llegó al CNI...
Con este testimonio, el que fuera número 2 de la Policía desacredita la versión del actual jefe de la UDEF, quien aseguró por escrito que el origen era la documentación incautada por orden judicial en la causa contra Método 3. Pero además, desacredita la versión del anterior jefe de la UDEF, Manuel Vázquez, porque Pino asegura que cuando se le da la información, Bonifacio Díaz no formaba parte de la DAO.
Además, introduce nuevos elementos que complican la trama: el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y el exministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba. Según su testimonio aportado por escrito al Juzgado Central de Instrucción número 5, el comisario de Asuntos Internos le comentó que en esa documentación había información sobre el exdirector del CNI, el general Del Olmo, y sobre el hermano del exministro socialista, además de “otras personas relacionadas con la clase política en Cataluña”. Por esta razón, Pino asegura que dio una copia de toda la información a los servicios secretos.
Método 3 “nunca ha investigado a los Pujol”
A pesar de que la investigación que estaba llevando a cabo De la Mata se encontraba secreta en esas fechas, el director de Método 3, Francisco Marco, se hizo eco de ella, entre otras cosas, porque se revelaron algunos datos en los medios de comunicación. Así que no quiso perder la oportunidad de dar su propia versión de los hechos y remitir su propio escrito al Juzgado.
Su versión desmonta parte de lo anterior y enreda aún más las cosas. En su escrito, fechado el 16 de noviembre, dice que es imposible que de los registros a su agencia de detectives ordenada por el Juzgado de Instrucción número 14 de Barcelona se pudiera obtener información de los Pujol porque “en Método 3 nunca se ha investigado a la familia Pujol”.
Sin embargo, denuncia que dos trabajadores suyos han trabajado de manera paralela “para confeccionar informes para las llamadas 'unidades de inteligencia' de la Policía Nacional” y por lo que él mismo les ha denunciado.
Ante estas manifestaciones, De la Mata pide a la UDEF que se ponga en contacto con Marco para que identifique a sus dos extrabajadores, que resultan ser Antonio Tamarit y Julián Ángel Peribáñez. Según Marco, la propia Policía asegura que son “colaboradores suyos en la llamada Operación Cataluña y que han realizado seguimientos a dirigentes políticos de los que no constaban conductas ilegales o a ciertos responsables de los Mossos”.
Los fondos reservados de Villarejo
Así lo asegura el director de Método 3 en otro escrito que remite a De la Mata para identificar a sus exempleados. Para certificar que lo que dice es cierto aporta una serie de notas informativas que ha recopilado elaboradas por el comisario Villarejo -ahora jubilado e investigado en el asunto del 'pequeño Nicolás- en los que se reconoce que ambos detectives cobran de los fondos reservados del Estado español a cambio de información de los Pujol.
En una de esas notas, Villarejo señala que la “ocultación de la existencia de estos colaboradores, así como los datos aportados por estos, tal vez ha sido consecuencia del temor a que una vez en sede judicial declarasen que se les había abonado unas importantes cifras de los fondos reservados por seguir a dirigentes políticos de los que no constaban conductas ilegales o a ciertos responsables de los Mossos con el riesgo que esa conductas conllevan”.
Esas notas informativas (de carácter reservado) del comisario Villarejo han sido por tanto aportadas por Marco el pasado 13 de enero a fin de demostrar al juez que sus dos detectives trabajaban realmente para la Policía y desmarcar a su agencia de todo el enredo del pen drive. Ahora está en la mesa de la teniente fiscal de Anticorrupción, Belén Suárez, una providencia del juez para que informe sobre la pertinencia de tomar declaración a los dos detectives de Método 3.