La Fiscalía General del Estado ha abierto un expediente disciplinario al fiscal jefe de Madrid, José Javier Polo, por una posible falta grave de desatención en el cumplimiento de una orden: la de recurrir el archivo del proceso por delito fiscal abierto en 2016 al jugador del Bayern Xabi Alonso.

El ex jugador del Real Madrid fue el primer futbolista denunciado por la Agencia Tributaria por no ingresar cantidad alguna en las arcas públicas derivada de sus derechos de imagen, cedidos a una sociedad de su propiedad constituida en Madeira (Portugal). La Agencia Tributaria considera que esa cesión fue una "simulación absoluta" cuya única finalidad era que los ingresos derivados de la explotación de los derechos de imagen del jugador en los ejercicios fiscales de 2010 a 2012 no generaran obligación tributaria alguna en España, su país de residencia en aquel momento.

Hacienda, que cuantifica la supuesta defraudación fiscal de Alonso en 2 millones de euros, sostiene que la cesión de sus derechos de imagen a la sociedad de Madeira (donde existe un ventajoso régimen fiscal) no fue real porque el jugador nunca se desprendió de esos derechos.

Denuncias en Barcelona

La Agencia Tributaria también denunció en Madrid por supuestas defraudaciones en los ingresos por derechos de imagen a otros jugadores de fútbol como Ángel Di María, Ricardo Carvalho, Fabio Coentrao y Radamel Falcao. Y, en Barcelona, a Adriano Correia, Samuel Eto'o, Lionel Messi y Javier Mascherano.

Pero llamativamente las causas que han avanzado han sido las de Barcelona (Messi y Mascherano ya han sido condenados y a Eto'o se le han pedido 10 años y medio de prisión), mientras que en Madrid la Fiscalía llegó incluso a archivar las diligencias de investigación que abrió contra Xabi Alonso tras analizar y realizar comprobaciones sobre la denuncia de la Agencia Tributaria. 

De hecho, el Juzgado de Instrucción número 40 de Madrid se apoyó en ese archivo de la Fiscalía madrileña para sobreseer el pasado 9 de enero el proceso penal abierto a Xabi Alonso. El juez destacó que el deportista había declarado la posesión de su sociedad madeirense -por lo que no podría hablarse de ocultación a la Agencia Tributaria- y lo único que había hecho era aprovechar las opciones fiscales que estimó más favorables.

La orden

El fiscal jefe de Madrid, José Javier Polo, recibió de inmediato la orden de recurrir ante la Audiencia Provincial el sobreseimiento provisional del proceso contra Alonso. La orden era coherente con las instrucciones que la exfiscal general, Consuelo Madrigal, había dado meses antes para perseguir los posibles delitos fiscales de jugadores denunciados por Hacienda.

Madrigal, además, había dado a Polo una orden específica -y por escrito- de presentar la querella contra Xabi Alonso después de que el fiscal de Sala encargado de delitos económicos, Juan Ignacio Campos, desautorizara el criterio de la sección de delitos económicos de la Fiscalía de Madrid de que no había indicios de infracción penal tributaria en el exjugador del Real Madrid.   

La orden de interponer el recurso fue dada a José Javier Polo por el teniente fiscal del Supremo, Luis Navajas, que en ese momento había asumido las funciones de fiscal general. El fiscal jefe de Madrid no se conformó con una orden verbal y pidió a Navajas que se la diera por escrito, cosa que el número dos de la Fiscalía General hizo.

Polo endosó el encargo a una subordinada ajena al asunto que formalizó un recurso "de cinco líneas" sin argumentación de fondo alguna. Por contraste, la Agencia Tributaria, a través de la Abogacía del Estado, presentó un contundente recurso de 30 folios, aún pendiente de resolver por la Audiencia de Madrid.

Fuentes de la Fiscalía General señalan que, aunque no puede considerarse una desobediencia, el fiscal jefe hizo un "cumplimiento inadecuado y desganado" de la orden recibida y no puso "el interés y la profesionalidad que le era exigible", "desinterés" que, según esas fuentes, no se puede considerar suplido por presentar a posteriori un escrito más amplio adhiriéndose al recurso del abogado del Estado.

Desigualdad

Las mismas fuentes sostienen que la actuación de la Fiscalía de Madrid ha causado malestar en la Agencia Tributaria y supone un agravio comparativo respecto al tratamiento que reciben asuntos similares en Barcelona, desigualdad que la Fiscalía General quiere evitar a toda costa.

El fiscal jefe de Madrid ya ha prestado declaración en el seno del expediente disciplinario, lo que hizo acompañado de un abogado. En el supuesto de que fuera sancionado, el problema añadido es que el Estatuto Orgánico del Ministerio Público prevé que si se trata de un fiscal jefe y la falta es de carácter grave o muy grave puede ser removido de la jefatura. Por ello, muchos en el palacio de Fortuny piensan que, en el supuesto de que la conducta fuera merecedora de reproche disciplinario, éste debería limitarse a una advertencia. Polo termina su mandato como jefe de la Fiscalía de Madrid en julio del próximo año.  

Fuentes de la Fiscalía de Madrid, por su parte, consideran "artificioso y sin base" el expediente y señalan que todas las órdenes dadas en este asunto han sido cumplidas sin excepción. 

La incoación de expedientes disciplinarios en la carrera fiscal es muy excepcional y lo es mucho más a un jefe. En el año 2015 -último del que hay datos disponibles- se iniciaron tres expedientes, de los que dos acabaron en sanción. El año anterior se abrió un único expediente.