El expresidente madrileño y exministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, tiene la lupa judicial encima. Él fue quien en última instancia abrió el melón de la expansión internacional del Canal de Isabel II y quien autorizó la compra de la empresa colombiana Inassa en el año 2001 sin los informes preceptivos, hecho que está siendo investigado por la Fiscalía Anticorrupción, la Guardia Civil y el juez. Este extremo es comentado de manera reiterada por los principales investigados del caso Lezo, quienes llegaron a decir que Ruiz-Gallardón -o su gente- “robó 25 millones de euros”.
Durante su etapa al frente de la Comunidad de Madrid, Ruiz-Gallardón habría autorizado la compra de la empresa colombiana por un precio muy superior a su valor real utilizando empresas pantalla para ello. Los investigadores sospechan que parte del dinero de esa compra, que se realizó con fondos públicos, acabó desviado en bolsillos ajenos. Según la Fiscalía Anticorrupción, entre Gallardón e Ignacio González hubo un “pacto de silencio” por el que cuando el segundo llegó a la presidencia del Canal en 2003 y vio “un muerto” decidió callarse antes que denunciar los hechos.
En una conversación mantenida entre el expresidente madrileño Ignacio González y el exministro Eduardo Zaplana, éste narra una conversación mantenida con Ruiz-Gallardón en un encuentro fortuito. “Sin cortarse, delante de todo el mundo me lo encuentro en FAES y me dice: 'Me alegro mucho de verte' (…); 'yo me voy a ir pronto porque mañana me voy a México'. Y le digo: 'eso he oído, que estás viajando mucho por América'. Y dice: 'Tengo que recuperar el tiempo perdido y no salgo de América, porque tengo que ganar mucho dinero'. Delante de cinco o seis personas”.
Zaplana utiliza un tono coloquial y meramente hipotético al referirse a la conversación con Gallardón: “No sé lo que estará haciendo, ¡eh! No me dijo nada más. Como diciendo que está ganando una fortuna. O está aflorando algo”.
El expresidente de la Comunidad Valenciana relata ese encuentro en una reunión mantenida con Ignacio González el pasado 11 de noviembre en el despacho de este último. De manera simultánea, éste relata una conversación que mantuvo en su día con Gallardón: “Y Alberto como siempre: bueno yo no lo descarté del todo. Digo 'pero Alberto, coño, si sólo te ha faltado…' Y entonces Alberto que, de verdad, creo que es el tío que peor mide los tiempos y que tiene menos visión de los que yo he conocido, parece mentira, bueno que luego ha brillado, macho, y me dice: 'Es el momento de que tomemos el liderazgo de las inversiones en Sudamérica'”, subraya el expresidente madrileño, en prisión desde el pasado 20 de abril.
Miedo a las filtraciones de Montoro
González, según su conversación, habría coincidido con quien fuera el antecesor de Esperanza Aguirre en la Comunidad de Madrid: “Nos dice en la comida: 'no, yo el año que viene, el mes que viene ya voy a decir públicamente dónde estoy y tal y cual y no sé qué, y la verdad es que estoy preocupado porque he pagado el segundo plazo de la renta, puff, y estoy asustado porque vayan a filtrar y tal, este Montoro (en referencia al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro) y tal, y no sé qué'”.
Según recordó González, en ese encuentro con Ruiz-Gallardón éste no quería decir dónde trabajaba después de dejar el Ministerio de Justicia, cuando se abrió una brecha con el equipo de Mariano Rajoy por su postura sobre el aborto. “Yo digo, vamos a ver, joder, yo sé desde hace un año dónde está este pavo, entonces aquí con un secretismo de cojones macho. Está en Bouygues”.
Esta empresa es una multinacional francesa por la que efectivamente pocas semanas después de esta conversación se dio a conocer que Ruiz-Gallardón había sido fichado. A finales de noviembre, según informaciones oficiales, todavía no había entrado a trabajar como presidente en España de su filial de ingeniería, Colas.
“Se ha tirado sin decirlo mogollón de tiempo. Está yendo a México, está con Slim. Yo creo y con todos éstos metiéndolo por ahí y me dijo que había estado quince veces en México ya o no sé cuánto desde septiembre”, recuerda González.
Aguas de Valencia siguió siendo valenciana
Durante aquel encuentro, Eduardo Zaplana, exministro de Trabajo con José María Aznar y expresidente de la Generalitat valenciana, recordó cómo la empresa para la que ahora trabaja Ruiz-Gallardón “me intentó comprar y como no me dejé me intentó matar. Conoces la historia de Aguas de Valencia”.
Según aquel relato, los responsables de la compañía francesa “me llevan en avión y me tratan de puta madre y, menos mal que, que uno, puff, no es muy listo, pero de vez en cuando se le aparece la Virgen”. Zaplana explicaba: “Me tratan de la ostia, me llevan a un restaurante en París que no he vuelto a encontrar y como no les quiero preguntar a éstos... Me regalan unas botellas de vino y después llegamos al hotel, unas putas impresionantes. Y ahí vi la luz y dije aquí no me puede pasar nada bueno".
El ex presidente valenciano relató cómo averiguó mucho tiempo después que lo que querían era quedarse con Aguas de Valencia. Se refiere a la pretensión que la multinacional francesa tenía desde hacía años y que chocó con la determinación de Zaplana de que en la empresa entraran inversores valencianos.“Ellos tenían un 33% y querían que se les vendiera la parte hasta tener el control”. Según Zaplana, se negó a tal operación "y entonces me hicieron una campaña brutal que después con el tiempo me enteré, que los que me habían invitado, me habían llevado en avión, me habían agasajado, por eso menos mal lo de las putas”. Aludía así a su negativa a seguir el guión que alguien había preparado.
“Me enfrenté al imperio”
Según la versión de Zaplana, le hicieron una campaña de desprestigio. A su manera de ver, cuando lo dirigía José Antonio Zarzalejos, el periódico ABC le hizo 18 portadas. “El tema es que si quiero pego el pelotazo ahí de mi vida. Eso no era de la Administración, era de Bancaja. Bueno, hice ricos a unos hijos de puta, que me han tratado igual de mal”.
Según Zaplana, enfrentarse a Bouygues fue enfrentarse al “imperio”, pero resistió. “Aguanté y como no tenía nada que esconder nada más que las dos botellas de vino que me habían regalado en el restaurante, pues gané. Me trataron de puta madre, “coño que el Rey se enfada, que recogerlo en Zarzuela y nos vamos en el helicóptero a cazar a no sé dónde”, o sea que me estaba enfrentando al Imperio. Me enfrenté durante unos meses al Imperio y lo hice por cuestión de orgullo. O sea que no me extraña nada de lo de…, lo raro es que no les vendiera el Canal en su época Alberto a los de Bouygues”.
Si no lo hizo fue porque “no se atrevió” como dijo González. “Le faltaron cojones”, espetó Zaplana. Y González precisó: “No se atrevía porque Alberto hizo una operación que no sé si estaba Alberto, pero desde luego su gente sí que fue a comprar el grupo en América. Compraron una sociedad, que no valía ni treinta millones de dólares, por cien”.