La trama de blanqueo de prostíbulos destapada tras la Operación Vergel este miéroles por la UDEF utilizó las mismas sociedades que aparecieron relacionadas con el ex duque de Palma, Iñaki Urdangarin, y su ex socio, Diego Torres, para, presuntamente, ocultar dinero y no declararlo a Hacienda. Se trata de las mercantiles Torima Limited y Bramley Finance, consideradas por los investigadores como empresas “fantasma” a disposición de aquellos clientes que necesitan utilizarlas para mover dinero.
En el caso de los líderes de la organización que controla seis clubes de alterne en Madrid, Comunidad Valenciana y Andalucía, José Solsona y Francisco Parra -detenidos en una operación dirigida por el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu- habrían utilizado estas y otras sociedades, entre otros métodos, como vehículo para ocultar 100 millones de euros. Eso, según los cálculos preliminares de los investigadores, supone un presunto fraude al fisco que ronda los 25 millones de euros.
Según ha podido confirmar EL ESPAÑOL, Torima Limited está domiciliada en Inglaterra aunque sus órganos de administración se encuentran en Panamá. La mayor trama de blanqueo vinculada a la prostitución, después de la desarticulada en la Operación Pompeya, utilizó está sociedad como intermediaria de otra, vinculada a Solsona y creada por Ramón Cerdá, un conocido intermediario que acumula ya dos condenas con un total de 27 años de prisión. Además de ser el creador de varias sociedades en el caso Nóos, Cerdá Sanjuan acumula más de 9.500 cargos en sociedades que se encuentran “dormidas o latentes” y que vende a terceros por un beneficio económico.
Según fuentes próximas a los investigados, Torima volvió a ser utilizada en el año 2012 para crear una sociedad vinculada a Solsona, uno de los máximos responsables de clubes como Sala Lux (Alicante), New Scandalo (Málaga), Sala Maxx de Catarroja (Valencia), Club Copas (Córdoba), Sala Kixx (Madrid) y Club la Luna Azul (Castellón).
España-Portugal-paraísos fiscales
Según aseguran fuentes próximas a su entorno, los responsables de esta nueva trama vinculada a prostíbulos sacaban dinero no declarado a Hacienda hacia Portugal y desde ahí se movería por diversos paraísos fiscales. El objeto de la investigación en estos momentos es poder recaudar el máximo dinero posible para que quede bloqueado y se pueda utilizar para hacer frente a sus posibles responsabilidades pecuniarias en caso de ser condenados.
En paralelo, esta misma sociedad aparece en la investigación del caso Nóos por haber realizado transferencias en 2007 a empresas del socio del exduque de Palma, Diego Torres. Los movimientos de dinero se realizaron en cuentas de su entramado societario, que el juez de Palma José Castro y la Fiscalía Anticorrupción investigaron tras sospechar que detrás de estos movimientos había una intención de ocultar y blanquear fondos procedentes de origen delictivo.
Tras detectar estos movimientos, el fiscal Pedro Horrach sospechó que estas sociedades formaba parte de “la presunta creación de una segunda estructura fiduciaria opaca”, para operar, aparentemente, fuera del alcance de los filtros fiscales y trasladar el dinero a paraísos fiscales.
Según se analizó en aquella instrucción, los dos socios del Instituto Nóos -condenados por la Audiencia Provincial de Palma y pendientes del Tribunal Supremo- depositaban fondos directamente en Luxemburgo desde donde se abonarían facturas emitidas desde Londres por una sociedad exterior. Para ello se analizó, entre otras sociedades, a Torima Limited.
Finalmente, la Audiencia Provincial de Baleares, en su sentencia, determinó que Torres montó un "entramado societario internacional" para desviar dinero obtenido con el grupo Nóos a cuentas a su nombre y de su esposa, Ana María Tejeiro, radicadas en Luxemburgo "para ocultar tales fondos y favorecer su conversión retornándolos al tráfico legal, sustrayéndolos del control estatal, en beneficio exclusivo del matrimonio y para su disfrute". Sin embargo, desmarcó a Urdangarin de esta operativa.
Sociedades sin actividad aparente
Según datos de la Agencia Tributaria, que constan en el sumario del caso Nóos, Torima Limited es una sociedad británica abierta en marzo de 2004 y que se disolvió en noviembre de 2012. Hasta 2010 la empresa estuvo controlada por otra sociedad abierta en Belice llamada International Management Services, que fue la propietaria de las dos únicas acciones que tenía emitidas la empresa. Posteriormente entraron dos ciudadanos panameños, Luis Antonio Quintero Ríos y Aura Esther Arias Martínez, para liquidar la compañía.
A pesar de realizar estas operaciones en el año 2007, fechas en las que constan las transferencias del entramado de Nóos, la compañía declaró en Reino Unido que no tenía obligación de presentar cuentas porque estaba durmiente. Según los datos de la Agencia Tributaria, desde 2007 a 2010 no consta ninguna operación a terceros.
Fuentes jurídicas sostienen que tanto Torima Limited como Bramley Finance son consideradas sociedades “pantalla”, empleadas como instrumento para la evasión y blanqueo de capitales. En el caso de Bramley, que también aparece como sociedad interpuesta en el caso Vergel y tiene transferencias en el caso Noos, se trata de una mercantil como domicilio social en Delaware (Estados Unidos), considerado de facto uno de los principales paraísos fiscales del planeta.
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