La hermana de Marina a Morate: "Levanta la cabeza desgraciado y mira a mi madre"
Los familiares de Marina Okarynska y Laura del Hoyo, las dos jóvenes asesinadas en agosto de 2015, han comenzado a declarar en el juicio contra Sergio Morate, el único acusado.
23 octubre, 2017 16:05Los testigos del caso del 'doble crimen de Cuenca' han comenzado a prestar declaración este lunes en la Audiencia Provincial de Cuenca, después de que Sergio Morate se haya negado a declarar ante la Fiscalía, los letrados de la acusación y el de la defensa, haciendo uso de su derecho.
La primera en prestar declaración ha sido Olha, la madre de Marina Okarynska. La mujer ha explicado que tanto ella como su marido y sus hijas estaban al tanto de la relación de Marina con Sergio Morate, que se prolongó durante más de cuatro años. Vivieron juntos en un piso de Palomera (Cuenca) y después en la casa donde presuntamente Sergio Morate habría cometido el doble asesinato de Marina y su amiga Laura del Hoyo. Allí, en una urbanización de la zona residencial de Villarromán (Cuenca), convivieron con los padres de Morate.
Después ha prestado declaración el padre de Marina, Yevhen, quien ha roto a llorar cuando ha recordado el día que su hija apareció muerta junto al río Huécar. Los padres de Marina han tenido que prestar declaración asistidos por una intérprete, puesto que son ucranianos y no dominan bien el castellano.
El testimonio más claro ha sido el de Alina Okarynska, la hermana de Marina. Antes de contestar a las preguntas de la Fiscalía, la joven se ha dirigido a Sergio Morate, presente en la sala, y le ha gritado: "Levanta la cabeza desgraciado, y mira a mi madre a la cara".
La joven ha explicado que Sergio Morate era controlador con Marina Okarynska . "No le gustaba que fuera a cenar ni al cine. Cuando venía a mi casa, por ejemplo a rizarme el pelo, él le llamaba continuamente". La joven ha lamentado no haberse dado cuenta antes de la gravedad de la situación. También ha explicado que su hermana decidió acabar con la relación con Morate en febrero de 2015 porque "ya no era una pareja sino una pesadilla".
Alina Okarynska también ha explicado que Sergio Morate llamó varias veces a Marina los días previos al 6 de agosto, cuando se produjo el asesinato, para pedirle que fuera a recoger sus cosas a la casa común y que ella "sentía temor por ese encuentro".
La hermana de Marina ha relatado cómo fue la búsqueda de Marina el día 6 de agosto: después llamarla al teléfono insistentemente durante horas y no encontrar respuesta, su familia llamó a la Policía. Tanto ella como sus padres y los familiares de Laura del Hoyo se desplazaron al domicilio de Morate ya de noche y nadie abrió la puerta. También llamaron a los padres del joven. Su madre y un hermano de ésta acudieron. Alina Okarynska dice que vio a María Jesús, la madre de Morate, "muy nerviosa y preocupada" y le dijo que "su hijo había ido a cenar a casa y después se había ido apresuradamente".
La hermana de la joven también ha explicado que Marina Okarynska dejó dos trabajos en una cafetería y un restaurante de Cuenca para trabajar en los negocios de la familia de Morate porque éste le convenció.
La familia de Marina también defiende que la joven se marchó a Ucrania en marzo de 2015 porque "quería poner fin a la pesadilla en la que se había convertido su relación, que eran como vecinos y ni siquiera dormían en la misma cama". También que Sergio Morate "controlaba el teléfono de Marina porque conocía sus claves y traducía en Google los mensajes que ésta enviaba en ucraniano".
El fatídico 6 de agosto
El 6 de agosto de 2015, Marina Okarynska y su amiga Laura del Hoyo se dirigieron a las 17 horas a casa de Sergio Morate a recoger las pertenencias que ésta todavía tenía en el domicilio que ambos compartieron. Según el escrito de acusación de la Fiscalía, las dos jóvenes murieron estranguladas.
Morate habría recibido a las dos jóvenes en su casa. Habría apartado a Marina Okarynska a una habitación cerrada y la habría estrangulado con una brida. Después habría golpeado a Laura en la cabeza y la habría estrangulado con sus propias manos. Sin ayuda de nadie, habría trasladado los cadáveres de las jóvenes al maletero de su coche para llevarlos a una poza junto al río Huécar, cerca del municipio de Palomera (Cuenca). Allí las habría semienterrado en cal viva. Un vecino de Cuenca encontró sus cuerpos seis días después de que sus familiares denunciaran su desaparición.
Según defiende también la Fiscalía, el joven huyó a Rumanía, donde se refugió en casa de un amigo hasta que las autoridades rumanas les detuvieron. Fue devuelto a España 23 días después, el 5 de septiembre de 2015.
En el juicio que se celebra durante esta semana en la Audiencia Provincial de Cuenca actuarán como acusación las familias de Laura del Hoyo y Marina Okarynska, la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y la Fiscalía, que pide 48 años de prisión para Morate: 25 por el asesinato de Marina y 23 por el asesinato de Laura.
"NO EXISTEN TESTIGOS NI PRUEBAS"
El abogado defensor de Sergio Morate, José Javier Gómez Cavero, ha expuesto al Jurado Popular durante la primera sesión del juicio que no existen testigos ni pruebas para inculpar a su cliente. Ha recordado que no han aparecido restos de ADN ni en la vivienda de Sergio Morate ni tampoco en el maletero del Seat Ibiza que pidió prestado y que presuntamente habría utilizado para trasladar los cadáveres de las jóvenes. También defiende que no se puede probar que Morate comprara las bridas, la cal viva o las bolsas de basura utilizadas para cometer los asesinatos y enterrar a las víctimas.
El abogado defiende que Sergio Morate tenía previsto viajar a Rumanía desde hacía tiempo porque iba a asistir al bautizo del hijo de un amigo. Las autoridades rumanas le localizaron precisamente en casa de su amigo Istvan Horvath, en la localidad de Lugoj. La Fiscalía cree que huyó hasta allí después de cometer el doble asesinato, y que buscó la coartada de un concierto en Valencia. El abogado defensor defiende que ya tenía ese concierto planeado dos meses antes.