El juez del caso Lezo, Manuel García Castellón, ha sentado cara a cara en sede judicial al empresario Adrián de la Joya y el exconsejero de OHL Javier López Madrid, las dos personas que pueden esclarecer si el expresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, cobró una comisión a través de una filial mexicana de la empresa OHL a cambio de la adjudicación de la obra del tren de Navalcarnero.
Durante ese careo entre ambos, el tono fue tan elevado que sacaron a relucir trapos sucios de sus relaciones personales: "Cuando tú me dices que le mande a Ildefonso de Miguel una cantidad te digo que no. Entiendo que esta conversación no te guste y no he venido yo aquí a fastidiarte la vida Javier...Te he apreciado toda mi vida, nuestros hijos son íntimos amigos, jamás quise dar tu nombre cuando tuve la primera reunión con la gente de la UCO", se puede escuchar al empresario en los audios incorporados al sumario a los que ha tenido acceso EL ESPAÑOL.
Con el cara a cara entre ambos, -una diligencia de investigación reflejada en el código penal-, el juez intenta desentrañar las versiones contradictorias de ambos en sede judicial. El magistrado quiere saber si, como defiende De la Joya, López Madrid le ingresó 2,5 millones de dólares (1,4 millones de euros) en una cuenta suiza para que posteriormente se lo pasara a Ildefonso de Miguel, hombre de confianza de Ignacio González en el Canal de Isabel II. Algo a lo que, según asegura De la Joya, se negó.
López Madrid, en cambio, siempre ha negado los hechos: "La relación que usted y yo teníamos era una relación muy mala. No sé por qué me ha metido, pero lo que tengo claro es lo siguiente: primero, yo ni podía, ni debía, ni quería hacer una transferencia de ese dinero. Segundo: no tiene lógica que yo le diga que ese dinero es para una persona que creo (no estoy seguro) que en ese momento no conozco", se defendió López Madrid durante el careo celebrado en el mes de noviembre.
Ildefonso de Miguel "era el vehículo"
Según la investigación, el empresario Adrián de la Joya habría recibido el dinero en una cuenta suiza a nombre de la sociedad Lauryn Group desde una filial de OHL en México en mitad del concurso en el que se concedería la obra del tren de Navalcarnero.
Una de las tesis barajada por el juez es que De la Joya actuara como testaferro o como "alguien que guardaba fondos para otra persona" para que Ignacio González recibiera finalmente el dinero como pago de una comisión de OHL, la compañía que presidía el suegro de Javier López Madrid, Juan Miguel Villar Mir.
Según contó De la Joya a los agentes de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, recibió una llamada de López Madrid tras el ingreso en la que se le pidió que pasara el dinero a Ildefonso de Miguel, a quien en el cara a cara consideró "un vehículo" de Ignacio González. De la Joya volvió a defender ante el juez y ante López Madrid que se negó a hacer ese traspaso pero se quedó con el dinero para cobrar otros trabajos que había hecho para López Madrid.
"El señor López Madrid se enfadó, lógicamente, cuando le dije que me quedaba con el dinero. No se enfadó mucho, porque seguimos trabajando tres o cuatro años juntos, hemos estado en Burkina Faso en el año 2010 y en el año 2011 varias veces", explicó De la Joya durante el careo.
López Madrid, sin embargo, defendió que "hace años que no me hablo con este señor" y que tiene facturas que demuestran que ese ingreso se le hizo a cuenta de trabajos realizados para OHL y que en ningún momento le habló de Ildefonso de Miguel, "a quien no conocía, mientras que De la Joya le conocía perfectamente". Por eso, argumenta que la versión del empresario no tiene "ningún sentido".
Los investigadores pidieron a la persona que ordenó la transferencia desde la filial de OHL en México que aportara el "soporte documental" de la operación para ver a qué trabajo respondía y nunca obtuvieron respuesta. En la sede de OHL de Madrid tampoco han encontrado nunca un justificante con ese importe.