El Tribunal Supremo ha criticado este miércoles a la Justicia belga por su "ausencia de compromiso con la colaboración judicial" al rechazar la entrega a España de los exconsellers catalanes Toni Comín, Meritxell Serret y Luis Puig por un defecto de forma en las euroordenes emitidas por el juez Pablo Llarena.
En el Supremo se sostiene que las euroórdenes estaban “perfectamente fundamentadas” ya que se basaron en un auto de procesamiento, la resolución más incriminatoria que puede hacer en un proceso penal aparte de la sentencia condenatoria.
Además, ese auto de procesamiento confirmaba las órdenes de detención y prisión previamente emitidas. La explicación que se encuentra es que Bélgica no quiere colaborar y se lamenta la “falta de compromiso” de la Fiscalía belga con la ayuda judicial reclamada por España.
Subsanar el error
Por su parte, el ministro de Justicia, Rafael Catalá, ha indicado que respeta la decisión del juez belga de rechazar la entrega de los exconsellers huidos, pero también ha avanzado que los tribunales españoles estudian si se puede subsanar el error "de forma" argumentado.
Catalá ha recordado que la euroorden es un procedimiento judicial en el que los gobiernos no participan, por lo que "respeta" las decisiones judiciales. No obstante, ha agregado que si los tribunales españoles "piensan que se puede subsanar ese error de forma que parece que se ha tomado en consideración, lo pondrán en conocimiento del tribunal belga".
El ministro de Justicia ha asegurado que respetan todas las decisiones, tanto "las que nos gustan más y las que nos gustan menos; y siempre desde el respeto a la independencia del poder judicial", ha agregado.