Una agente de Vigo tiene que escuchar a su jefe repitiéndole "lo bien que le queda el traje, entalladito", o lo a gusto que viviría con su sueldo de 2.000 euros "si ella quisiera". En Barcelona, una compañera suya deja de ir a trabajar agobiada por los comentarios obscenos de su superior. A la vez, en el País Vasco otra Policía denuncia comentarios lascivos de su comisario.
Se trata de casos concretos que salen a la luz porque las afectadas denuncian y acaban judicializándose. Sin embargo, la Policía no tiene un registro de las situaciones de acoso laboral o machista dentro del Cuerpo. Si una mujer policía sufre acoso por parte de un compañero o un superior en su lugar de trabajo, dispone de las mismas herramientas que cualquier otra mujer para denunciarlo: acudir a una comisaría.
Las federaciones de Igualdad de los sindicatos policiales denuncian que la Policía no dispone de un protocolo específico para prevenir el riesgo de acoso ni tampoco para actuar una vez ha ocurrido.
Desde hace once años, cuando se creó el inefectivo Observatorio de la Mujer de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, el Sindicato Unificado de Policía (SUP), la Confederación Española de Policía (CEP), la Unión Federal de Policía (UFP), el Sindicato Profesional de Policía (SPP) y Alternativa Sindical de Policía (ASP) llevan reclamando medidas efectivas para que haya igualdad efectiva entre hombres y mujeres en el Cuerpo.
No estigmatizar a las denunciantes
En octubre, la Dirección General de Policía anunció la creación de la Oficina Nacional para la Igualdad de Género, pero todavía no se ha tomado ninguna medida. Lo primero que solicitan las asociaciones de policías son herramientas para prevenir las situaciones de acoso.
En este sentido, Carlos Prieto, secretario de Riesgos Laborales de SUP, reivindica que se instauren métodos como cuestionarios que permitan conocer el clima laboral y detectar posibles situaciones de acoso, tanto sexual como laboral, así como 'micromachismos'. Esto permitiría, según Prieto, que se "ataje el problema antes de que ocurra en lugar de 'marcar' a las mujeres que denuncian".
Para ello, reclaman un observatorio externo a la Policía con el objetivo de que haya más rigor y que la información que se maneje no sea "unilateral", sino válida y fiable. "La Policía no se puede quedar detrás de la propia sociedad. Hacen falta medidas para que las situaciones de acoso cesen lo más rápido posible", insiste Carlos Prieto.
Por su parte, la responsable de la Federación de Igualdad y Conciliación del mismo sindicato, Lina González, pone sus esperanzas en la mencionada Oficina Nacional para la Igualdad de Género: "Las medidas están reflejadas en el papel, veremos si esto empieza a caminar".
Las mujeres tan solo representan un 12% en el total de la plantilla de la Policía Nacional. En el caso de la Guardia Civil, ese porcentaje es menor, alrededor del 6%. Sus principales reclamaciones en materia de Igualdad son atajar la brecha salarial que todavía existe en las plantillas entre hombres y mujeres, optar a las mismas oportunidades de promoción y poder compaginar la vida profesional y laboral.