Daniel Fernández Aceña, exmiembro de GAL, grupo paramilitar que quiso vencer a ETA con terrorismo, vuelve a sentarse en el banquillo. Pero esta vez, por exaltar a Estado Islámico, grupo terrorista con origen y fines muy distintos.
En la guerra sucia contra ETA que los GAL ejercieron en los años 80, Fernández Aceña estuvo involucrado en el asesinato del ferroviario francés Jean Pierre Leiba en 1984 en la localidad de Hendaya. Fue condenado a 29 años de prisión por homicidio en el año 1985.
Pero tras salir de prisión, abrazó el radicalismo islamista y llegó a obsesionarse con la violencia de DAESH. Incluso se considera a sí mismo adherido al Califato Universal, según se refleja en el escrito de acusación del Ministerio Fiscal, que pide 10 años de prisión para él: ocho por adoctrinamiento terrorista y dos por exaltación del terrorismo.
El hombre, residente en Segovia e ingresado en el centro de salud mental Amanecer Segovia de dicha ciudad, almacenó diverso material yihadista que también colgaba en las redes sociales, como vídeos de decapitaciones y asesinatos, como se pudo comprobar durante el registro de su vivienda en Segovia el pasado diciembre.
Contra las infieles
Durante su ingreso en el centro psiquiátrico manifestó su intención de "inmolarse en un autobús cuando le proporcionaran explosivos". Una de las trabajadoras del centro fue testigo de todas sus ideas e intenciones terroristas, que nunca llegaron a materializarse.
Así, según consta en el escrito de acusación de la Fiscalía, la mencionada trabajadora recibió una llamada telefónica en la que le dijo: "Todas las mujeres sois infieles, críticas por la existencia de música de fondo en la Asociación, inquiriendo sois pecadoras, os habéis ganado el infierno".
En otra ocasión, Fernández Aceña dijo a esta misma trabajadora que le iba a hacer un "regalo especial" ya que era una mujer infiel y peligrosa y le entregó una bolsa con dos balas del calibre 22, que, según dijo, había utilizado muchas veces, según se refleja en el escrito de calificación del Ministerio Público.
Casi 160.000 archivos
Durante el registro llevado a cabo en su domicilio, la Guardia Civil encontró un 'pen drive' con 158.710 archivos en los que aparecen grupos terroristas que quieren implantar el Califato Universal.
Su exmujer, también entregó a la Justicia un disco duro en el que Daniel Fernández Aceña guardaba un documento en el que significaba su adhesión al Califato Universal y guardaba otro documento con el nombre 'Curso de Fabricación Explosivo'. Del informe pericial sobre dicho documento se concluyó que "la información suministrada en el manual se considera suficiente para que una persona, aun careciendo de amplios conocimientos en la materia, pudiera llegar a elaborar varios tipos de artefactos improvisados".
Por todos estos motivos, Daniel Fernández Aceña, que también tiene antecedentes penales por haber sido condenado por homicidio e integración en los GAL, se sienta el próximo lunes en el banquillo. Está procesado por los delitos de adoctrinamiento terrorista y exaltación del terrorismo. La Fiscalía pide para él 8 años de prisión por el primer delito y 2 años de prisión por el segundo, así como una multa de 5.250 euros.