La última semana de julio será clave para el devenir del asunto de las cintas de Corinna. Por un lado, Diego de Egea, el juez de la Audiencia Nacional que investiga al excomisario José Manuel Villarejo en el marco de la operación Tándem, le ha citado el jueves para declarar en relación al caso. Ese mismo día, Félix Sanz Roldán, director del CNI, comparecerá en la Comisión de Secretos Oficiales del Congreso para ofrecer información de lo sucedido. Hay que tener en cuenta que el propio Sanz Roldán aparece mencionado en las grabaciones: Corinna zu Sayn-Wittgenstein le acusa de graves amenazas.
El juez De Egea ha abierto una pieza separada para investigar la conversación desvelada por EL ESPAÑOL entre el exmiembro del CNI hoy en prisión preventiva, el empresario Juan Villalonga y Corinna Zu Sayn-Wittgenstein. Dicha conversación, que fue grabada a la "amiga íntima" de Juan Carlos I presuntamente sin su consentimiento en Londres, desvelaba hechos que, de ser ciertos, situarían al Rey emérito como autor de presuntos delitos contra la Hacienda Pública, blanqueo de capitales, tráfico de influencias y cohecho.
El juez Diego de Egea, encargado de la investigación contra Villarejo (que continúa secreta) tendrá en sus manos el contenido de dicha conversación y las inculpaciones que se vierten sobre los actores implicados, entre ellos Juan Carlos I. Sin embargo, el juez de la Audiencia Nacional no puede abrir una investigación contra el Rey emérito, que desde su abdicación sólo puede ser investigado por la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo, según el artículo 55 bis de la Ley Orgánica del Poder Judicial.
Con las presunta irregularidades sobre la mesa del juez, éste puede elevar una exposición razonada al Tribunal Supremo para que se ocupe de investigar al padre del Rey si considera que el testimonio de Corinna constituye una prueba suficiente contra él. La Fiscalía (como acusación) también puede solicitar que se investigue al Rey, así como cualquier particular puede presentar una querella por la vía de lo penal contra él ante el Alto Tribunal.
Los hechos descritos por Corinna
Entre los hechos descritos por Corinna en su conversación mantenida en Londres con Villarejo y Villalonga, ésta contó que el Emérito habría ocultado fondos en Suiza, habría intentado utilizarla como testaferro para blanquear dinero y habría aprovechado sus contactos internacionales para cobrar una comisión millonaria por el proyecto del AVE a la Meca. También que él mismo habría pedido dinero para Nóos, el instituto donde su yerno Iñaki Urdangarin cometió las irregularidades que le han llevado a prisión con la sentencia firme del Tribunal Supremo.
Éstas son las presuntas irregularidades descritas por Corinna que implicarían a Juan Carlos I:
Los "vuelos del dinero"
Corinna aseguró que el Rey emérito utilizaba la compañía Air Partners para realizar viajes personales que habrían partido desde el aeropuerto militar de Torrejón de Ardoz (Madrid). Desde allí habría viajado, entre otros lugares, a Los Ángeles como escala a Bora-Bora. El emérito habría pasado una noche en un hotel de Beberly Hills que habría costeado, igual que los viajes, su primo Álvaro de Orleans, residente en Mónaco. Corinna le describió como the man of the money, el hombre del dinero.
Según su relato, el primo del Rey habría actuado como su testaferro, por lo que en dichos hechos descritos por su excompañera, pudo cometer un presunto delito de blanqueo de capitales. El aludido Álvaro de Orleans negó a este diario que hubiera actuado como un testaferro, aunque reconoció que costeó viajes a Juan Carlos I como "regalos" por su aprecio hacia él.
Una casa en Marrakech
La princesa alemana también desveló en su conversación con Villarejo que el Rey emérito también habría intentado utilizarla como testaferro. Según Corinna, le ponía propiedades a su nombre sin ni siquiera consultarle. Así, según su testimonio, se habría levantado una mañana con una casa en Marrakech que después le habría pedido devolver. "Era un regalo envenenado", explicó al excomisario durante su reunión.
La cuenta suiza
Según contó también la expareja sentimental de Juan Carlos I, éste tuvo una cuenta con fondos ocultos en Suiza y la cerró porque le entidad le dijo que si no lo hacía "le iban a denunciar a las autoridades españolas", puesto que podía estar incurriendo en un delito contra la Hacienda pública.
Corinna sostuvo que la persona a la que el Emérito también habría utilizado presuntamente para ocultar dichos fondos habría sido su primo Álvaro de Orleans y que, con la mediación del abogado suizo-italiano Dante Canonica, relacionado con el despacho de Arturo Fasana, habría intentado que Corinna le devolviera las propiedades por medio de su familiar residente fiscal en Mónaco.
Su mano en Nóos
La empresaria alemana que intervino en los negocios del instituto Nóos dirigido por Diego Torres e Iñaki Urdangarín también aseguró a Villarejo que oyó al Rey emérito dar indicaciones para los contratos de dicho entramado que ha llevado al marido de la infanta Cristina a prisión.
"Él llamó y dijo: 'Puedes por favor poner un contrato de 100.000, un contrato de un millón...'. Yo estaba a su lado", dijo Corinna. Unos hechos que también serían constitutivos de un presunto delito de tráfico de influencias.
El dinero saudí
Corinna también puso a Juan Carlos I en el punto de mira como presunto autor de un delito de cohecho impropio con uno de los proyectos empresariales más potentes de nuestro país, la construcción del AVE a la Meca. Según la versión de la aristócrata, el monarca intentó cobrar una comisión de al menos un millón de euros por su intermediación para que el consorcio de empresas españolas ganara un contrato de más de 6.300 millones de euros en 2012. Y que poco después, ella recibió en sus cuentas un fuerte envío de fondos desde Arabia Saudí.