"Vamos una noche y arramplamos": así planearon Villarejo y 'El Gordo' robar material americano de la Policía
- Las conversaciones entre los excomisarios José Manuel Villarejo y Enrique García Castaño recogidas en el sumario judicial revelan sus actividades.
- García Castaño dice que jueces y fiscales le autorizaban a saltarse la ley.
- 'El Gordo' tira de la manta: García Castaño implica a cuatro mandos policiales en las empresas de Villarejo.
La investigación abierta en la Audiencia Nacional contra el comisario jubilado José Manuel Villarejo alrededor de su doble condición como policía y detective privado que le habría permitido, según denuncia la Fiscalía, realizar trabajos privados para sus propios clientes enriqueciéndose personalmente, saca a la luz conversaciones con algunos de sus colaboradores que dan cuenta de sus dudosas prácticas.
Entre esas conversaciones rastreadas por los investigadores, se encuentran algunas con el exjefe de la Unidad Central de Apoyo Operativo (UCAO) de la Policía, Enrique García Castaño, también investigado en la Audiencia Nacional.
En una de ellas, se escucha cómo ambos habrían planeado robar material investigador que Estados Unidos habría prestado a la Policía Nacional, como aparatos para rastrear teléfonos no disponibles en el Cuerpo español. Según la transcripción que obra en el sumario, habrían hablado en los siguientes términos:
Enrique García Castaño: Me regalan los americanos uno pero para chupar teléfonos.
Villarejo: ¿Para chupar nada más?
E.G.C: Nada más.
V: Bueno pero pues...si te pican ahí no lo dejes.
E.G.C: No qué pollas cómo lo voy a dejar ahí.
V: A nivel operativo.
E.G.C: Qué pollas eso me lo llevo yo...vale seis millones de pesetas.
V: Lo que quiero decir es que estás en un sitio.
E.G.C: Tú llevas un teléfono.
V: Éste.
E.G.C: Y quieres saber qué número es.
V: ¡Ah! Y te lo saca esto es muy interesante.
E.G.C: Te saca el IMSI, te saca el IMEI también, te saca todo.
V: Eso y luego lo de la mochila esa de estar comiendo y tal...pues también.
E.G.C: Y la mochila esa también.
V: Tiene el tal que me dijiste que valía un kilo.
E.G.C: Un kilo es muy barato me parece que eran 16.000 o 17.000 euros no me acuerdo tengo allí en la oficina.
V: Bueno, tres kilos.
E.G.C.: Eso es cojonudo pero eso...también lo puedo mangar.
V: Pues lo mangas.
E.G.C: ¡Pero si allí hay muchas cosas que son de los americanos que me han dejado a mí!
V: Que te lo han dejado...pues eso cuando llegue el momento.
E.G.C: No va a quedar ni ni.
V: Nos vamos tú y yo macho un día por la noche o lo que sea y arramplamos.
E.G.C: Me voy a llevar de ahí...cuando eso me llevo cosas me llevo no se...algún micrófono, un micrófono para ti.
V: Si...un micro siempre va bien eh...este tipo de cosas no se hacen pero si surge un tema puntual si que hay que adornarlo un poco y yo prácticamente aparte de las cuatro.
E.G.C: Lo bueno que me voy a arramplar es una grabadora de esas.
V: Una grabadora de esas de puta madre de...
E.G.C: Porque además esas se programan en un ordenador, las puedes programar a 20 horas, las dejas en un sitio.
V: Claro.
E.G.C: Y la dices graba de 9 a 2 y después de 5 a 8.
V: Se puede quedar escondidita en un sitio y luego se repela, ¿no?
E.G.C: Y luego puedes guardártela y a tomar por culo.
V: Y se recupera.
La Fiscalía presenta dichas conversaciones como pruebas de la colaboración que había entre ellos. Precisamente el juez trata de averiguar si los trabajos que García Castaño (El Gordo) hacía para Villarejo se encuadraban en investigaciones judiciales en curso o, por el contrario, le apoyaba en sus negocios particulares con medios de la Policía Nacional. De ser así, habría incurrido en distintos delitos como revelación de secretos, cohecho y pertenencia a organización criminal por los que se le investiga.