Heidi Paz quería poner tierra de por medio entre ella y el empresario de la restauración César Román, conocido como el Rey del Cachopo y que permanece en prisión preventiva acusado de su muerte. En la vivienda del acusado, los agentes encontraron una carta manuscrita. En ella, la joven que apareció después con el cuerpo mutilado en una nave industrial de Madrid, plasmaba su deseo de marcharse con paradero desconocido durante unos días y de interrumpir su relación con él. "Perdí a nuestro hijo [...] no puedo estar a tu lado ahora mismo. No me odies".
El escrito, reflejado en los informes policiales, es una carta de despedida con fecha de caducidad. No es un adiós sino un hasta luego, en el que la joven hondureña explica que estará unos días fuera de casa reordenando sus ideas y pide por favor al empresario que no la busque ni la llame. "César te escribo esta nota porque no me atrevo a decírtelo en persona. Me voy unos días sola. Necesito pensar y reflexionar muchas cosas. No estoy bien. No me encuentro a gusto ahora mismo con nada. Se que querías que viajáramos juntos como familia para olvidar y estar tranquilos pero no puedo ofrecerte algo que no tengo ni yo misma", arranca la misiva.
Los informes policiales colocan la posible muerte de la joven el 5 de agosto de 2018. El día anterior, fue vista pasando la tarde en compañía del empresario detenido en una localidad aledaña a Madrid. Sin embargo, esa madrugada sus teléfonos móviles se apagaron. A partir de ahí, nada. Nada hasta que un torso calcinado, sin extremidades y con las prótesis mamarias extirpadas para dificultar su identificación fue localizado en una nave en la que el Rey del Cachopo planeaba montar un restaurante. Solo él tenía las llaves y el día de su desaparición, un taxista asegura que le llevó hasta allí con una gran maleta que pesaba cerca de 60 kilos.
"No me odies. Cuando vuelva puede que me sienta mejor"
La carta de Heidi a su pareja, adelantada por ElCierreDigitral, explica incluso que la joven perdió el hijo que esperaba del empresario. "No me preguntes a donde voy porque ni yo se. Haré lo que un día me (inteligible) coger ropa, un libro e irme sin pensar en nada ni nadie. Perdí a nuestro hijo... sabes que pienso todo el puto día, mi angelito no tenía nada que ver en toda esta mierda. Es por eso y por muchas cosas que no puedo estar a tu lado ahora mismo, no me odies vale, solo piensa que cuando vuelva puede que me sienta mejor".
Este jueves, César Román pidió declarar de forma voluntaria tras el levantamiento del secreto de sumario. De forma casi paralela, el Juzgado de Instrucción número 32 de Madrid anunciaba que la magistrada titular se había inhibido a favor de los Juzgados de Violencia sobre la Mujer al considerar el homicidio como un crimen de violencia machista.
En su comparecencia ante la jueza, el acusado de la muerte de la joven negó los hechos que se le imputan y se declaró inocente de todos los cargos. Incluso negó que la maleta aparecida con el torso de su pareja fuera la que trasladó al local en un taxi el día de su desaparición.
"Discúlpame con la niña porfa", proseguía la carta de Heidi localizada en su vivienda. "Dile que no puedo ir con ustedes no le comentes lo sucedido. no quiero que la noticia sea festejo para nadie. Te he cogido 500 euros que no creo gastar todo solo que es mejor andar con dinero por cualquier cosa. Te los devolveré cuando trabaje."
El escrito termina con una petición expresa: "Te pido que no me llames ni trates de reprocharme nada por favor. Yo regreso el domingo vale. Te amo César con todo mi corazón. Nunca de los nunca lo olvides amor mío".