Las aspirantes a los Mossos d'Esquadra que realizaron las pruebas físicas para acceder al Cuerpo el pasado 22 de mayo denuncian un trato "denigrante y discriminatorio" hacia ellas por haber sido obligadas a desnudarse para medirse y pesarse durante la selección.
Hasta 750 personas entrarán en la Policía catalana este año, según la última convocatoria pública de plazas. La segunda tanda de opositoreas se examinó la pasada semana en el Centro Deportivo de Alto Rendimiento de Sant Cugat del Vallés (Barcelona) y allí se vivió una incómoda situación que las examinadas denuncian a través del sindicato USPAC.
Según fuentes sindicales, las mujeres que acudieron a medirse y pesarse (la denominada prueba antropométrica) con mallas o chándal largo "fueron obligadas a desnudarse de cintura para abajo y permanecer en bragas o tanga".
"Imagine la vergüenza que tuvieron que pasar ante la vista de sus propias compañeras y de los facultativos que allí se encontraban, y entre los que había hombres y mujeres", explica un portavoz del mencionado sindicato a EL ESPAÑOL. Asegura que hubo un trato discriminatorio hacia las aspirantes a un Cuerpo en el que, además, la presencia de mujeres "es muy inferior al objetivo que se había marcado la Consejería de Interior (el 30%) y que impide la conciliación familiar y laboral en la mayoría de los casos, pues quienes piden reducción de jornada son movidas de horario o plantilla".
Una circular en internet
Las bases de la oposición para acceder a los Mossos d'Esquadra publicadas en la página de la consejería catalana de Interior tan sólo especifican que habrá que llevar ropa y calzado deportivo para realizar la prueba antropométrica que, como todas las físicas, se realiza por separado entre hombres y mujeres.
Sin embargo, pocos días antes del examen, el tribunal calificador de la convocatoria publicó una circular a través de internet en la que modificaba la norma: afirmaba que los aspirantes tendrían que vestir pantalón corto.
Las citadas fuentes sindicales aseguran que las bases del concurso público "deben estar por encima de una circular que las altera y deja a los aspirantes en una situación de desventaja". También consideran que cualquier interpretación o alteración de las pruebas debería ir en favor del aspirante y no en contra y que, en todo caso, tendría que comunicarse de tal forma que todos los examinados la conocieran. Según denuncian, sólo quienes accedieron a la web días antes de que las pruebas se realizaran pudieron conocer las nuevas normas. De ahí que hubiera mujeres que llegaron a la prueba con la ropa no permitida.
El sindicato tampoco entiende por qué se obligó a las mujeres a desnudarse cuando "simplemente habría que haber cacheado sus mallas o pantalones de chándal si es que sospechaban que se habían cargado con peso los bolsillos o algo así, porque si no, no se explica la medida", se quejan.