El comisario José Manuel Villarejo, en prisión preventiva e investigado por presunta organización criminal en la Audiencia Nacional, ha hecho público un comunicado este miércoles en el que acusa al Ministerio de Interior y al CNI de filtrar informaciones en su contra a las que sólo ellos pueden acceder.
Villarejo acusa a Fernando Grande-Marlaska y a Félix Sanz Roldán, que acaba de abandonar la jefatura del servicio de Inteligencia español, de "airear" información por intereses. "Si son capaces" de fabricar un informe policial contra Ciudadanos sobre el Orgullo LGTBI, afirma, "¿qué no harán por razones políticas ventajistas?", se puede leer en la misiva escrita en prisión y difundida por su abogado.
"¿No es terrible, gravísimo y hasta delictivo que un material sensible y supuestamente bajo investigación, que está exclusivamente en manos de la policía de Marlaska y del CNI de Sanz, esté terminando aireado de acuerdo a taimados cálculos de quienes deberían estar sirviendo al Estado y cumpliendo la ley pero, por el contrario, se dedican a pulverizarla?".
"Qué no harán por posiciones políticas ventajistas en un caso de Estado como el que me mantiene injustamente encarcelado e indefenso quienes se han entretenido, por ejemplo, fabricando un burdo pseudoinforme con el que de forma patética han pretendido desacreditar el programa y las propuestas de un partido como Ciudadanos en el marco de la marcha del Orgullo Gay y que sonroja a cualquier agente recto de los que integran las fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado?", escribe el excomisario sobre el informe de Interior que negó la violencia de algunos participantes de la marcha contra representantes de Ciudadanos.
"Deterioro físico imparable"
Villarejo ha difundido el comunicado después de declarar como investigado por las piezas BBVA y Pit del caso Tándem en las que está investigado. Tras las informaciones publicadas por los medios relativas a su declaración, considera que hay filtraciones interesadas detrás de éstas y afirma que "a pesar de mi delicado estado de salud física y de su deterioro hasta hoy imparable y acelerado por mi prolongada estancia en prisión preventiva, mi voluntad de contarle a los españoles la verdad sobre el mal llamado caso Vilarejo se agiganta cada día".
Sin embargo, en la última declaración ante el juez se escudó en su derecho al secreto profesional como abogado para no aclarar sus vínculos con el exjuez Baltasar Garzón y la ministra Dolores Delgado en el marco de la pieza Pit.
El comisario califica la investigación del caso Tándem de "inquisitoria y prospectiva" y afirma que está teniendo como "consecuencias ineludibles lesionar gravísimamente la reputación de personas respetables y segar la hierba bajo los pies de compañías españolas multinacionales auténticamente estratégicas para España".
Los investigadores del caso sospechan que el comisario jubilado utilizó sus contactos policiales para acceder a datos confidenciales en beneficio del banco para el que trabajó durante años de manera privada, desde su empresa Cenyt. Trabajos por los que habría cobrado hasta 10 millones de euros.
Él afirmó en sede judicial que espió para el BBVA por orden del CNI y que fue el servicio de Inteligencia quien le proporcionó el tráfico de hasta 15.000 llamadas entre empresarios y políticos que estuvieron detrás del intento de asalto del consejo de administración del banco entre 2004 y 2005. Fuentes conocedoras de los hechos contradijeron dicha versión a este medio y afirmaron que Villarejo aprovechó dos encargos de Policía y CNI para averiguar qué pasaba en el banco para buscarse sus propios negocios privados y enriquecerse.