El coronel de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos ha rechazado este lunes que él tuviera la dirección del dispositivo policial que intentó evitar el referéndum ilegal del 1-O, en contra de la versión que ha dado el mayor de los Mossos Josep Lluis Trapero en el juicio que se celebra contra él en la Audiencia Nacional por permitir de facto la consulta independentista que había sido prohibida por el Tribunal Constitucional y por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña.
Pérez de los Cobos, nombrado por la Fiscalía coordinador del dispositivo montado para hacer frente al referéndum, comparece este lunes como testigo ante la Sección Penal Primera de la Audiencia Nacional y, al igual que ya sucedió cuando declaró en el juicio del 'procés', está siendo muy duro con quien en esas fechas tenía el mando de los 17.000 efectivos de la Policía catalana y había sido compelido por el TSJC a impedir la votación.
"Si yo hubiera tenido mando sobre los Mossos, mi primera decisión hubiera sido apartar a Trapero de este dispositivo porque no hacía más que poner palos en la rueda en todos los trabajos de planteamiento dirigidos a impedir el referéndum", ha manifestado Pérez de los Cobos como prueba del 9 de que es falso lo que el mayor ha sostenido en el juicio. Según Trapero, Pérez de los Cobos tenía el "liderazgo y supervisión" del "dispositivo único" que había ordenado la magistrada del TSJC Mercedes Armas.
"Parece ser que quienes entonces me hacían de menos ahora pretenden hacerme de más", ha señalado Pérez de los Cobos, testigo de cargo estrella del fiscal Miguel Ángel Carballo, en referencia al hecho de que Trapero le atribuye ahora funciones de dirección del dispositivo cuando desde el 23 de septiembre el mayor discutía que Pérez de los Cobos fuera designado coordinador, rechazó que opinara sobre el operativo montado por los Mossos y sostuvo que éstos eran autosuficientes para hacer frente al referéndum y no necesitaban el refuerzo de la Guardia Civil y la Policía Nacional.
Según Pérez de los Cobos, "yo no di ninguna orden porque no tenía capacidad. Pero no a los Mossos: a ninguno de los tres cuerpos". Su función era "hacer una puesta en común, establecer un foro de comunicación que eran las reuniones de coordinación para conocer entre los tres cuerpos la situación a la que nos vamos a enfrentar y tratar de armonizar y mecanismos de comunicación para apoyo y auxilios mutuos, una labor muy similar a la que yo desempeñaba en el Gabinete de Coordinación de Interior".
Trapero nunca asistió a las reuniones de coordinación y mandó al comisario Ferrán López. "No vi afán de colaboración ni solicitud de apoyo por Trapero", ha manifestado.
El testigo se ha referido a una reunión de la Junta de Seguridad convocada el 28 de septiembre por el entonces presidente del Gobierno catalán, Carles Puigdemont. "Ni Puigdemont ni Joaquim Forn ni Trapero dijeron nada de impedir el referéndum sino que incidían en que el 1-O había que garantizar la convivencia ciudadana, sin hacer uso de la fuerza. Hasta el punto de que intervine yo para advertir de que lo que no se podía permitir es que esas referencias a la convivencia pudieran convertirse en una excusa que, bajo el pretexto de la posible afectación de la convivencia que pudiera derivarse de una intervención policial, nos llevara a la inacción y a incumplir el mandato judicial, que es lo que parecía vislumbrarse de esas intervenciones y lo que luego vimos el día 1".
El coronel de la Guardia Civil insistió en que el dispositivo de Mossos para el 1-O presentado en la Fiscalía Superior por Trapero era similar al diseñado "para una actividad legal, como la votación en unas elecciones" y los Mossos "no lo cambiaron" pese a que el fiscal superior Romero de Tejada expresó que era insuficiente.
"Dudas" sobre Mossos
"A mi lo que me preocupaba era si los Mossos iban a intervenir el 1-O, que era de lo que había dudas. Se lo pregunté a Ferrán López y me dijo 'estate tranquilo, Diego, que vamos a cerrar colegios y vamos a actuar'. Teníamos la confianza de que iban a actuar. ¿Todo lo posible? Teníamos dudas crecientes a la vista de esa permanente actitud renuente, sobre todo de Trapero, que se manifestaba en las reuniones", ha explicado Pérez de los Cobos.
"Pero también es cierto que nunca pensamos que se pudiera llegar al nivel de inacción al que se llegó el 1-O" por parte de los Mossos, ha añadido. "Pensamos que podía no ponerse todo el empeño y que en algunos sitios arrastrarían los pies. Le dimos muchas vueltas a cómo iban a actuar los Mossos y contemplamos tres opciones: colaboración, pasividad y obstruccionismo. Siempre consideramos que se iban a mover entre la primera y la segunda. Y tengo que reconocer que nos equivocamos: se movieron entre la segunda y la tercera. No hubo colaboración en ningún sitio sino pasividad en la mayoría y en algunos casos obstruccionismo".