Isabel Serra, dirigente de Unidas Podemos y diputada en la Asamblea de Madrid, ha sido condenada a 19 meses de prisión e inhabilitación para ejercer cargos públicos durante ese tiempo por un delito de atentado contra agentes de la Policía, dos de los cuales resultaron lesionados, y un delito de daños.
La sentencia, contra la que cabe recurso ante el Tribunal Supremo, ha sido dictada por unanimidad por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid y coincide con la petición acusatoria del fiscal excepto en lo que se refiere al delito de desórdenes públicos, de los que Serra es absuelta.
Las penas impuestas, que incluyen una indemnización conjunta de 7.230 euros que Serra deberá abonar a los dos policías heridos, coinciden con las que solicitó la Fiscalía y han sido sustancialmente rebajadas por la aplicación de una atenuante muy cualificada de dilaciones indebidas.
Los hechos se produjeron sobre las 7:30 horas del 31 de enero de 2014, cuando agentes de la Policía Nacional y de la Policía municipal de Madrid desplegaron un cordón de seguridad en la calle Tribulete de la capital a fin de dar cumplimiento a la resolución judicial que acordó desahuciar de su vivienda a un hombre de 54 años aquejado de una enfermedad crónica. Era la segunda vez que se ordenaba el lanzamiento, ya que el primero fue aplazado por el Juzgado a la espera de que el afectado encontrara una solución.
De acuerdo con los hechos declarados probados -coincidentes con los aceptados por compañeros de Serra sentenciados antes que ella por el Juzgado de lo Penal número 20 de Madrid- durante la realización del lanzamiento aparecieron unos 50 miembros y simpatizantes de la plataforma Stop Desahucios que gritaban a los agentes "este desahucio lo vamos a parar", al tiempo que insultaban y se encaraban con los agentes que formaban el cordón policial.
Una vez finalizada la diligencia judicial, un grupo de las personas concentradas provocó "fuertes enfrentamientos" con los miembros de la dotación policial "despreciando su autoridad". "Procedieron a sentarse en la calzada para impedirles salir, resistiéndose pasivamente, hasta el punto de que hubo que ir desalojándolos uno a uno, arrastrándolos hasta ambos lados de la calzada.
Con una "actitud violenta", insultaron a los agentes ("hijos de puta", "asesinos", "vergüenza me daría ser policía") al tiempo que "les escupían, les lanzaban botellines, macetas, papeleras, piedras y adoquines".
Isabel Serra, que se había acercado al lugar cuando ya había finalizado el desahucio, también "profirió insultos" a la Policía y se encaró con una agente municipal diciéndole: "eres cocainómana, mala madre, hija de puta, con todo lo que hemos luchado las mujeres contigo se pierde todo". A otra agente le dijo: "hija de puta, puta, zorra, que te follas a todos los policías municipales, s¡ fuera tu hijo tendría que cogerte un arma y pegarte un tiro''.
"La acusada Isabel Serra, además de proferir insultos a los agentes, procedió también a dar empujones y a lanzar objetos contundentes a los mismos".
Uno de los policías fue alcanzado por uno de los objetos, lesionando su mano izquierda Una agente recibió el impacto de un objeto contundente impactándole en el casco "desvaneciéndose y teniendo que ser ayudada por otro compañero para introducirse en el vehículo policial". Sufrió una lesión cervical con mareos y vértigos. Dos de los vehículos policiales sufrieron daños por valor de 7.230 euros.
La Sala, presidida por Celso Rodríguez Padrón e integrada por Francisco José Goyena (ponente) y Eduardo Urbano, absuelve a Serra del delito de desórdenes públicos, por el que el fiscal le pedía cuatro meses de prisión y la misma pena de inhabilitación, al considerar que la acusación no ha acreditado que, pese a la violencia desarrollada, la intención de la acusada fuera atentar contra la paz pública, presupuesto básico para aplicar ese delito.
Protesta "legítima" al principio
El tribunal considera que "el normal desenvolvimiento de las actividades ciudadanas habituales en el barrio" no se vio alterada y que las lesiones sufridas por los agentes y los daños causados deben encajarse en los delitos de atentado, lesiones y daños.
La prueba contra Serra se basa, de un lado, en los vídeos de los hechos. En las grabaciones se constata que, tras un primer momento de una protesta "legítima" y amparada por la libertad de expresión, se pasó a un "acometimiento [a la Policía] y una intimidación grave palmarios", con el lanzamiento de objetos que "por sus características y potencial deben calificarse de peligrosos".
De otro, las declaraciones de los agentes han sido la principal prueba de cargo contra Serra. Seis policías la reconocieron "sin ninguna duda" como "instigadora" de la agresión, la que llevaba "la voz cantante" y una de las personas que "les insultaba y lanzaba objetos".
La Sala dedica una consideración específica al testimonio de las dos policías con las que Isabel Serra y otra joven se encararon. "Me impactó que dos chicas fueran quienes atacaran a una mujer policía", dijo una de ellas. La otra, que fue la que resultó herida en el cuello por el impacto de un adoquín, manifestó que Serra "me llamó de todo" y era "la que más increpaba".
"Inquina" con mujeres policía
La Sala expone a este respecto que "al acoso y acometimiento sufrido por estas dos testigos, al igual que sus compañeros del dispositivo, se une la especial inquina con la que la acusada, junto con otra joven, se dirigieron contra ellas, con insultos significativamente dolorosos al proferirse atendiendo a su condición de mujer, madre y policía, lo que choca en momentos como los actuales en que se reivindica la labor de la mujer en plano de igualdad con el hombre".
Los magistrados afirman que las declaraciones de los agentes "no adolecen de vicio alguno" que impida darles credibilidad. "Ningún motivo espurio se aprecia ni ha sido puesto de relieve por la defensa", añaden. "Unos testigos [policías] declararon que reconocieron a Serra y otros no, manifestando cada uno su vivencia de los hechos de forma individualizada, lo que evidencia la falta de acuerdo previo o concierto que pudieran desvirtuar o matizar su testimonio".
Los testigos que presentó la defensa adolecen, por el contrario, de una "falta de objetividad" que la Sala deduce de la "versión meliflua a la par que inexacta" que pretendieron dar de los hechos ocurridos, "minimizando" la agresión a los agentes.
Así, los testigos de la defensa redujeron los ataques al lanzamiento de "una zapatilla, frutas, tierra, una papelera" cuando "el simple visionado de los vídeos refleja que, además de dichos objetos, lo que se arrojó, con especial inquina en algunos casos, fueron otros mucho más contundentes y peligrosos, como botellas, adoquines, piedras y tiestos".
Aunque no se ha podido determinar quién lanzó los objetos que hirieron a los dos agentes lesionados, la Sala considera que hubo una actuación "coordinada y conjunta" a la que Isabel Serra contribuyó con sus propios actos de arrojar objetos, asumiendo así el resultado lesivo producido.