La Sección 23 de la Audiencia Provincial de Madrid juzgará a partir del próximo martes al comisario jubilado Eugenio Pino, director adjunto operativo (DAO) de la Policía Nacional entre 2012 y 2016, y a quien fue su mano derecha, el inspector Bonifacio Díez Sevillano, por su presunta intervención en una operación ilegal llevada a cabo para perjudicar a Jordi Pujol Ferrusola en el seno de la causa judicial que se instruye contra él en la Audiencia Nacional.
La operación consistió en introducir en el procedimiento que tramita el juez José de la Mata un informe policial al que se adjuntó un pendrive con la información que el primogénito de los Pujol almacenaba en sus ordenadores: datos reservados e íntimos de carácter personal y familiar y numerosas referencias a sus sociedades y proyectos empresariales.
Toda esa información había sido robada -se desconoce por quién- mediante un volcado ilegal del sistema informático de Jordi Pujol Ferrusola. Pero cuando el pendrive fue entregado al juez De la Mata por la UDEF (Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal, que estaba a cargo de la investigación sobre la fortuna del clan Pujol) lo que se le dijo es que procedía del Juzgado de Instrucción número 14 de Barcelona, que tramitaba unas diligencias contra la agencia de detectives Método 3.
El origen aparentemente limpio del pendrive era incierto: De la Mata comprobó que en el Juzgado de Barcelona no constaba esa información y la expulsó de sus diligencias para evitar que tiñera de nulidad la investigación.
El juez de la Audiencia Nacional hizo una cosa más: dio cuenta de lo sucedido a los Juzgados de Madrid, que iniciaron la investigación que ha culminado con el enjuiciamiento de Pino y Sevillano.
Petición de penas de cárcel
Pujol Ferrusola, defendido por el prestigioso abogado Cristóbal Martell, pide para cada uno de ellos dos años y medio de cárcel por un delito de descubrimiento y relevación de secretos.
El partido Podemos ejerce la acusación popular en el primer procedimiento que someterá a juicio a la llamada 'policía patriótica', término con el que se denomina a un grupo de policías que, en la época de Jorge Fernández Díaz como ministro del Interior, habrían llevado a cabo operaciones supuestamente en defensa del Estado (la operación Cataluña) o contra dirigentes políticos adversarios del PP (la operación Pisa contra Pablo Iglesias).
Podemos acusa por más delitos y pide penas mucho más graves que Pujol Ferrusola, víctima de la operación. El partido de Iglesias reclama 10 años y medio de cárcel para cada uno de los acusados por presuntos delitos de descubrimiento y relevación de secretos, falso testimonio (por cuanto considera que mintieron a De la Mata cuando éste indagaba sobre el origen del pendrive) y estafa procesal (por la introducción en un procedimiento judicial de información ilícitamente obtenida).
Villarejo, testigo
Para la fase testifical de la vista está prevista la declaración de dos comisarios, ya jubilados, que habrían intervenido en esas operaciones: José Manuel Villarejo, en prisión desde noviembre de 2017, y Marcelino Martín-Blas, que fue jefe de la Unidad de Asuntos Internos.
También están citados dos exjefes de la UDEF, Manuel Vázquez y José Manuel García Catalán, así como el director de Método 3, Francisco Marco, y dos de sus empleados, Julián Peribáñez y Antonio Tamarit.
El fiscal no ejerce la acusación al considerar que no existen indicios de ningún comportamiento ilegal de Pino ni de Díez Sevillano.
El Ministerio Público considera acreditado que en marzo de 2015 el entonces DAO entregó a Díez Sevillano "una memoria de USB, sin que conste fehacientemente ni su contenido ni cómo la misma había llegado a su poder" para que se la hiciera llegar a Manuel Vázquez, jefe de la UDEF.
Vázquez le dio el pendrive a José Manuel Álvarez, inspector jefe de la UDEF, que a su vez se lo dio al grupo encargado de la investigación a los Pujol, "extraviándose por circunstancias no determinadas".
En febrero de 2017 Álvarez Luna encontró el pendrive fantasma en un cajón y lo entregó a García Catalán, que lo mando al Juzgado de la Audiencia Nacional, "sin que en esta entrega tuvieran participación alguna Pino ni Díez Sevillano".
Será el primer banquillo para el otrora poderoso DAO de la Policía, que también está investigado en la Audiencia Nacional por la llamada operación Kitchen, el espionaje y robo de información comprometedora para el PP al extesorero del partido Luis Bárcenas.