El antiguo jefe de la Unidad de Asuntos Internos de la Policía Nacional, Marcelino Martín Blas, se ha desvinculado este lunes de los seguimientos que se investigan en el marco de la Operación Kitchen, la trama presuntamente orquestada desde las altas instancias del Ministerio del Interior para obtener documentos comprometedores que estaban en poder del extesorero del Partido Popular, Luis Bárcenas, y su esposa, Rosalía Iglesias.
El que fuera jefe de esa unidad entre 2012 y 2014 ha negado, según relatan fuentes judiciales a EL ESPAÑOL, que recibiera o repartiera instrucciones para que se realizaran esos seguimientos policiales destinados a espiar a los Bárcenas con el fin de encontrar pruebas que pudieran inculpar al PP, y evitar que llegaran a los juzgados, y que se habría costeado con fondos reservados de Interior.
Martín Blas explicó dicando que si esos seguimientos se llegaron a producir habrían tenido lugar por iniciativa de su 'número dos', Jesús Galán, o a través de órdenes directas procedentes del Director Adjunto Operativo (DAO) de la Policía, Eugenio Pino, quien por aquel entonces ostentaba tal cargo.
Martín Blas estaba citado para este lunes para declarar como investigado en el Juzgado Central de Instrucción Número 6 de la Audiencia Nacional por las vigilancias que, según consta en la causa, su unidad habría realizado en 2013 en las inmediaciones del piso de los Bárcenas y en la calle General Díaz Porlier de Madrid, donde la mujer de Bárcenas, Rosalía Iglesias, tenía un estudio de arte.
Era en ese lugar donde, presuntamente, según la información presente en la causa y las grabaciones del comisario jubilado y en prisión provisional José Manuel Villarejo, mantendría oculta la mujer del extesorero documentación que podía resultar del interés de aquellos que orquestaron el operativo.
Martín Blas se ha reafirmado en sus anteriores declaraciones, negando cualquier relación con dichos seguimientos. De esta forma ha rebatido lo que declaró su subordinado, Galán, ante el mismo juzgado el pasado 18 de enero. En esa comparecencia Galán llegó a sostener que su unidad participó en el seguimiento de un Citroën C4 negro en el entorno de las calles General Díaz Porlier, Padilla y Hermosilla --cerca del domicilio de los Bárcenas--, y que se hizo por orden de su superior. Enfatizó además que no recibió orden alguna por parte del DAO.
Relación esporádica con Villarejo
Martín Blas ha defendido asimismo que su relación con Villarejo, supuesto 'cerebro' de la trama de espionaje, era esporádica. Concretó además que nunca le pagó ni a él ni a Sergio Ríos -ex chófer de los Bárcenas al que se señala como espía de la 'Kitchen'- con fondos reservados.
El ex jefe de Asuntos Internos negó que informara al Centro Nacional de Inteligencia (CNI) sobre los operativos realizados, y se ha desvinculado de la llamada 'Operación Cataluña', la supuesta campaña de intoxicación informativa que se habría gestado en el Ministerio de Interior para desacreditar a los líderes independentistas en época de Jorge Fernández Díaz.