El juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón ha cerrado la investigación del encargo realizado por el empresario Javier López Madrid al excomisario José Manuel Villarejo para que ejecutara una campaña de "hostigamiento" contra la doctora Elisa Pinto. El instructor del caso Tándem aprecia indicios de criminalidad para juzgar a López Madrid y a Villarejo, así como al socio de este último, Rafael Redondo, por un presunto delito de cohecho.
Otro Juzgado, el de Instrucción número 39 de Madrid, también ha visto motivos para sentar en el banquillo a López Madrid y Villarejo por presuntos delitos de acoso, lesiones y amenazas a Pinto, que rechazó mantener una relación personal con el exconsejero de OHL y presidente de Ferroglobe.
La Audiencia Nacional ha investigado exclusivamente lo que se refiere al encargo a Villarejo. De acuerdo con una resolución de García-Castellón conocida este miércoles, "desde el mes de septiembre de 2013, Javier López Madrid, a través de la intermediación de Donato González Sanchez [responsable de Société Générale en España], contrató a José Manuel Villarejo, comisario del Cuerpo Nacional de Policía en activo en ese momento, para que le ayudase a finalizar un asunto personal con Elisa Pinto".
Durante 2014, Villarejo, "en cumplimiento de lo pactado con López Madrid" y "con fines privados", "se dedicó a hostigar" a Pinto. Con anterioridad, en diciembre de 2013, Villarejo orquestó una visita a la consulta de la doctora por parte de Rafael Redondo y de López Madrid en la que éste le dijo que "le dejara en paz, que parase y que iría a verla la Policía". La conversación fue grabada a escondidas para ser utilizada como supuesta prueba de que quien acosaba era la doctora, sostienen los investigadores.
En los meses siguientes Villarejo "llevó a cabo seguimientos" de Pinto y de sus hijos, "intentó impedir" que la doctora denunciase a López Madrid , "empleó medios policiales para desacreditarla, accedió a su información privada sin autorización e intentó interferir en la investigación policial" una vez que la dermatóloga denunció empresario.
En el volcado de uno de los teléfonos que utilizaba López Madrid han aparecido conversaciones con policías "y, pese a que el terminal fue objeto de una manipulación previa a su entrega en sede judicial, había seis contactos telefónicos con Villarejo"entre noviembre de 2013 y febrero de 2014, señala el instructor.
López Madrid "tuvo una estrecha relación con el inspector Alberto Carba, instructor de la denuncia de Elisa Pinto", añade García-Castellón. En octubre y noviembre de 2015, Carba envió varios correos electrónicos al denunciado "comunicándole el estado de la investigación y recibiendo instrucciones".
En casa de Villarejo, la Policía intervino la grabación de una conversación de excomisario con otras personas a las que habló del asunto de Pinto y dijo "hablaré con Javierito...ponme un poquito de pasta, porque me has metido en un 'embolao'... Le voy a decir: chiquitín, daños y perjuicios".