El TC buscará un consenso amplio sobre Trevijano y Xiol para visualizar una nueva etapa de distensión
La elección de presidente y vicepresidente está prevista para el viernes por la tarde tras la incorporación al tribunal de Arnaldo, Espejel, Montalbán y Sáez.
18 noviembre, 2021 05:53Noticias relacionadas
El Tribunal Constitucional vivirá este jueves su decimotercera renovación con la incorporación de los cuatro nuevos magistrados elegidos el pasado día 11 por el Congreso.
El catedrático de Derecho Constitucional Enrique Arnaldo y los jueces de carrera Concepción Espejel, Inmaculada Montalbán y Ramón Sáez tomarán posesión de los cargos a los que acceden en virtud del pacto sellado, con dos años de retraso, por PSOE, PP y Unidas Podemos, fuertemente criticado por los grupos minoritarios.
La elección del nuevo presidente y vicepresidente del órgano que interpreta la Constitución está prevista para el viernes por la tarde bajo la presidencia de Santiago Martínez-Vares, el magistrado de mayor edad entre los cuatro más antiguos.
Será una votación secreta para la que se requiere mayoría absoluta en la primera votación. Si nadie logra siete votos, resultará elegido el magistrado que obtenga el mayor número de votos.
Fuentes del tribunal afirman que aún no se han producido las habituales conversaciones entre los magistrados previas a la elección, entre otros motivos porque hay cuatro, los de nueva incorporación, que todavía no han llegado.
Pero entre los veteranos surgen con naturalidad los nombres de Pedro González-Trevijano para la presidencia y Juan Antonio Xiol para la vicepresidencia.
Ambos pertenecen, junto a Martínez-Vares y Antonio Narváez, al grupo de magistrados que están en su último tramo de mandato (deberán ser renovados el próximo junio) y en el Tribunal Constitucional es un tradición que los cargos de presidente y vicepresidente recaigan en dos de los cuatro integrantes que se encuentran en la última fase.
En el TC se ha consolidado también el criterio de que el presidente pertenezca al grupo mayoritario (en este momento, el de los magistrados propuestos por el PP, que serán siete) y el vicepresidente al sector minoritario (integrado por los cinco propuestos por el PSOE-UP). Así ha sido desde la renovación de 2001, que dio la presidencia a Manuel Jiménez de Parga y la vicepresidencia a Tomás Vives.
González-Trevijano accedió al TC en junio de 2013 por designación del Gobierno del PP, mientras que Xiol lo hizo en la misma fecha a propuesta de los vocales del Consejo General del Poder Judicial promovidos por el PSOE.
Nueva etapa
Distintas fuentes consultadas aseguraron que existe una "sincera voluntad" entre los miembros del TC de que la elección del nuevo presidente y vicepresidente se produzca por un amplio consenso que ponga de manifiesto que el tribunal empieza una nueva etapa en la que la palabra mágica es "distensión".
Fuentes de ambos sectores llegan más lejos y consideran "deseable" la unanimidad. Es difícil: en los últimos veinte años, sólo Francisco Pérez de los Cobos (2013-2017) resultó elegido presidente de forma unánime.
María Emilia Casas (2004-2010) y Pascual Sala (2011-2013) necesitaron dos votaciones para lograr los siete y seis votos, respectivamente, que les auparon a la presidencia. Jiménez de Parga (2001-2004) salió por siete votos a la primera vuelta y el hasta ahora presidente, Juan José González Rivas (2017-2021), por ocho votos también a la primera.
"Es preciso reconducir al tribunal al consenso porque las sentencias, tan relevantes, que dictamos no se pueden tomar por la mitad de los magistrados y con un montón de votos particulares", afirma un miembro del sector minoritario recordando las recientes resoluciones sobre el estado de alarma.
El TC afronta a partir del viernes una etapa complicada. Tiene por delante las demandas relacionadas con el proceso soberanista catalán, la ley de la eutanasia, la ley Celaá, la ley del aborto, la reforma de las competencias del Consejo General del Poder Judicial cuando está en prórroga de mandato, la validez de las fórmulas de juramento utilizadas por diputados y senadores o la repetición el juicio contra Arnaldo Otegi por el caso Bateragune, entre otros asuntos.
"No es bueno que el tribunal transmita una imagen de división", admite un magistrado del sector mayoritario. "Tenemos que iniciar una etapa de distensión, mirar hacia adelante con visión institucional y borrar la percepción de que se decide en función de alineamientos políticos". La primera prueba, este viernes.