El juez Alejandro Abascal, titular del Juzgado Central de Instrucción número 1 de la Audiencia Nacional, ha rechazado el palacio asturiano en ruinas que el supuesto cripto-estafador Javier Biosca presentó este martes como fianza para tratar de salir de prisión.
Así consta en un auto, fechado este jueves y al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL. En él, el que el magistrado dispone que "debe constituirse aval bancario o metálico" para satisfacer el millón de euros de fianza que la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional impuso al investigado como condición para recuperar la libertad provisional.
El pasado 31 de mayo, un nombre desconocido hasta entonces en la causa que investiga la supuesta estafa piramidal encabezada por Biosca entraba en escena. Un tal Juan Santiago Zuluaga aportó, para tratar de cubrir la fianza del cripto-bróker, una finca ubicada en la localidad asturiana de Pendueles, en el concejo de Llanes. En dicho terreno, se alza, aunque en estado casi ruinoso, un palacete indiano de finales del siglo XIX.
Zuluaga también aportó un informe elaborado por un arquitecto que cifró en 2,43 millones de euros el valor de la propiedad. Sin embargo, la acusación particular ejercida por la Asociación de Afectados por la Inversión en Criptomonedas puso en duda esta tasación, considerando que los bienes ofrecidos no valen más de medio millón de euros. Y recordó que el inmueble tiene una carga hipotecaria por valor de más de 490.000 euros.
Ahora, tras esta decisión del juez, la organización, encabeza por la letrada Emilia Zaballos, no descarta iniciar acciones contra el arquitecto que firmó el informe. Por el momento, Javier Biosca permanece en prisión provisional.
En un escrito dirigido al juez, el fiscal del caso, Pedro Rubira, también puso en duda la validez de la finca y del palacio para cubrir la fianza. "El fiador presenta (...) un inmueble designado para garantizar la fianza del señor Biosca que tiene una hipoteca y una anotación preventiva de embargo por impagos a favor del Ente Público de Servicios Tributarios del Principado de Asturias", recordó.
Asimismo, el Ministerio Público explicó que la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional impuso dicha cantidad a Biosca para asegurarse que no huye de la Justicia. Y un palacete hipotecado y una finca a nombre de un tercero, a ojos del fiscal, no sirven para asegurar que el investigado se mantendrá en España. El juez, finalmente, también ha asumido este criterio.
Una nota del Registro de la Propiedad de Llanes atribuye la titularidad de la propiedad a Zuluaga e indica que está conformada por "las ruinas de las siguientes edificaciones que en ella existían: casa, (...) establo de ganado con su pajar, (...) las ruinas de otra casa, conocida por gallinero y palomar y edificaciones que fueron cochera y pajar", entre otras.
'Caso Algorithms'
La Audiencia Nacional investiga la supuesta estafa con criptomonedas cometida por Algorithms Group, compañía al frente de la cual se encontraba Javier Biosca. En su declaración ante el juez, éste negó que tuviese intención de estafar a nadie.
La Asociación de Afectados por Inversiones en Criptomonedas representa a más de 700 afectados en este proceso. También está presente en otros casos de presuntas cripto-estafas.
La abogada Emilia Zaballos cifra en más de 800 millones de euros la supuesta estafa piramidal encabezada por Biosca, lo que la convertiría en la de mayor cuantía cometida en España con monedas virtuales.
El palacete
El Palacio de Pendueles fue terminado de construir a finales del siglo XIX. Es una muestra de la arquitectura indiana del norte de España.
Según consta en una fe notarial fechada en 1994, a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, el inmueble y la finca de 6.826 metros cuadrados fueron vendidos ese año a Juan Santiago Zuluaga por 20 millones de pesetas.
Como vendedores, figuran, entre otros, Asunción Latorre Montalvo y sus hijos. Éstos últimos se deshicieron de ambos bienes, que eran parte de la herencia de su padre, José Jiménez Mendoza, marqués de Santa Rita, fallecido en 1992.
Otra porción de la finca perteneció a las tres hijas de Fernanda Mendoza y Dosal, condesa viuda de Santa Engracia. Tras la Guerra Civil, el palacio fue utilizado como hospital de tuberculosos, dada su amplitud y ventilación.