Un informe de la Comisaría General de Información de la Policía Nacional señala al etarra Ramón Sagarzazu (alias Luxien o Txango) como parte de la cúpula de ETA que habría ordenado el atentado en Santa Pola (Alicante) de 2002.
En este ataque, efectuado con un coche-bomba el 4 de agosto de aquel año, fueron asesinadas dos personas; entre ellas, una niña de seis años.
Se trataba de Cecilio Gallego Alaminos, de 57 años, y la menor Silvia Martínez Santiago, hija de un guardia civil. También provocó más de 50 heridos y cuantiosos daños materiales. El vehículo que explosionó estaba aparcado cerca de un cuartel de Benemérita.
[El juez imputa a 6 jefes de ETA por el atentado de Santa Pola en el que fue asesinada una niña]
El pasado jueves, el juez del caso, Manuel García-Castellón, imputó a seis etarras, entre los que se encuentra Sagarzazu. Tal y como adelantó EL ESPAÑOL, un dosier previo, de la Guardia Civil, sí señalaba a cinco de ellos, pero no apuntaba contra Luxien, considerado jefe del aparato internacional de la banda terrorista.
Pero, apoyado ya en el informe de la Policía, que sí incluye a Ramón Sagarzazu, el magistrado optó por citar como investigados a los seis jefes de ETA contra los que se había querellado la asociación de víctimas Dignidad y Justicia.
El informe de la Comisaría General de Información, al que ha tenido acceso este periódico, analiza quiénes formaban parte de la zuba —el comité de dirección de ETA— cuando se produjo el atentado de Santa Pola.
"Es en este aparato internacional donde se puede ubicar a Ramón Sagarzazu Gaztelumendi asumiendo su dirección en una época concreta que comprende el año 2002, cuando se realiza la acción terrorista que causó la muerte de dos personas en la localidad de Santa Pola mediante la explosión de un coche-bomba dirigido contra la casa cuartel de la Guardia Civil de dicha localidad alicantina", concluye la Policía.
Entre otros indicios, la Comisaría General de Información cita los testimonios de otros etarras que señalan que Luxien acudió a reuniones de la banda "como militante con responsabilidad sobre el aparato internacional de ETA" y otros que le atribuyen control de "todo lo concerniente a miembros de la organización que se encontraban en terceros países, como México, o la gestión de su regreso desde Francia".
Además, como recuerda la Policía, en 2001 se requisó un documento, firmado por Luxien, en el que se solicitaba la fabricación de un pasaporte falso para un militante de ETA "que pueda pasar por los controles internacionales".
"El aparato internacional de ETA no siempre ha formado parte de la estructura de primer nivel de la organización" y, en determinadas épocas, estaba integrado en otros departamentos, tal y como reconoce el informe policial.
No obstante, los investigadores adjuntan un acta de reunión de la zuba de noviembre del 2002 donde aparece este aparato "como uno de los principales" de la banda, en un recuento del número de militantes que tenía cada uno.
Pese a que los dos ejecutores del ataque de Santa Pola —Óscar Celarain y Andoni Otegi Eraso— fueron sentenciados en mayo de 2012 a 843 años de prisión, las querellas de Dignidad y Justicia que han permitido reabrir éste y otros sumarios se dirigen contra los comités de dirección de la banda. Y señalan a sus miembros como "presuntos autores detrás del autor".
O lo que es lo mismo: quienes tenían, supuestamente, la capacidad de diseñar estrategias, elegir a los objetivos de los ataques o sugerirlos y los que podrían haber ordenado a los ejecutantes frenar estas acciones.
"Campaña de verano"
La Policía también encuadra este atentado, cometido "en un lugar tan turístico y veraniego" como Santa Pola, en la "campaña de verano" que ETA puso en marcha desde ese año.
El ataque, además, precedió a las "acciones en el ámbito internacional contra el turismo", entre las cuales ETA "envió una oleada de cartas a embajadas de Madrid en las que advierten a los ciudadanos extranjeros de los riesgos de viajar como turistas a España". Hicieron lo mismo con empresas de viajes y turoperadores.
Por todo ello, la Policía, en el apartado de Conclusiones de su informe recuerda que Ramón Sagazazu, en la fecha del atentado, "ostentaba la máxima responsabilidad" del aparato internacional de ETA. Y subraya que las decisiones se tomaban en la zuba de manera colegiada.
Luxien "participaba de forma activa y solidaria en esas reuniones, el núcleo decisorio donde ETA ideó, planificó y coordinó la 'campaña de verano' del año 2002 y eligió el comando encargado de llevarla a cabo; campaña en la que se enmarca el atentado [de Santa Pola]", destaca la Comisaría de Información. En esta causa, finalmente, en base a los informes de Guardia Civil y Policía, todos los querellados por Dignidad y Justicia han sido imputados.