Un informe elaborado por una agencia de detectives, contratada en 2019 por Eduardo Zaplana, sostiene que "nunca" existió el famoso altillo en el que se habrían encontrado los documentos que incriminaron al exministro del PP y expresidente de la Generalitat valenciana.
Aquel hallazgo, propio de un thriller policiaco, es el núcleo de la Operación Erial. Esos folios, llenos de anotaciones sobre supuestas comisiones ilegales, provocaron, finalmente, la detención del expolítico en 2018.
Ahora, Zaplana se encuentra a un paso del banquillo a la espera de que la Audiencia Provincial de Valencia, el próximo lunes, confirme (o no) la decisión de la juez instructora de procesarle.
Los detectives basan la conclusión de su informe en una entrevista mantenida con el segundo de los compradores del domicilio valenciano en el que antes había residido el político. El primero, que se lo adquirió a Zaplana en 2006, nunca llegó a vivir allí.
Fue en ese inmueble donde, en 2007, se habrían hallado inesperadamente los papeles incriminatorios. Aquellos folios mecanografiados fueron considerados la prueba más contundente de las supuestas mordidas cobradas por el expresidente de la Generalitat.
Este segundo comprador adquirió el piso en 2008 y, según consta en el informe, confirmó a los detectives "que no existía ningún tipo de altillo en la vivienda, descartándose así que los documentos pudieran haber sido encontrados en dicho elemento, tal y como se ha referido en algunos medios de comunicación".
La agencia contratada por Zaplana también investigó exhaustivamente a Imad Al Naddaf Yalouk, el ciudadano sirio —nacionalizado español— a quien se atribuye el hallazgo fortuito de estos papeles, que se habría producido una vez entró a vivir de alquiler en la vivienda. Así lo declaró éste ante los agentes de la Guardia Civil.
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No obstante, los detectives ponen en duda varios extremos de su versión. Al Naddaf aseguró que encontró la carpeta en el año 2007, pero, de acuerdo con los investigadores privados, no comenzó a residir en el piso hasta septiembre de 2008.
"Resulta obligado señalar que, durante las investigaciones realizadas, se ha conocido que, con posterioridad al presunto encuentro fortuito por parte del señor Naddaf de los documentos, no se practicó en la vivienda ningún tipo de registro o visita ni de funcionarios judiciales ni policiales", destaca el informe, al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL.
"Así, como que tampoco se haya tomado declaración al propietario de la vivienda en el momento en el que ésta fue arrendada al señor Naddaf, ni tampoco al anterior propietario, quien adquirió la vivienda al señor Zaplana, por si alguno de ellos hubiese encontrado algún documento adicional", subraya.
Los investigadores privados también relatan que "desde que el señor Zaplana vendió la vivienda no se ha realizado en la misma reforma ni obra de importancia alguna".
El informe de los detectives, no obstante, no forma parte del sumario del caso Erial, ya que el expolítico del PP, finalmente, optó por mantenerlo bajo su poder y no entregarlo al Juzgado.
'Papeles del sirio'
Aunque no son el único indicio por el que la juez ha procesado al exministro, los conocidos como papeles del sirio sí han sido considerados por la Guardia Civil como una "hoja de ruta" del supuesto cobro de comisiones ilegales, derivadas de presuntas mordidas en concesiones públicas, por parte de Eduardo Zaplana.
A pesar de que habrían sido encontrados por Al Naddaf, la Benemérita los localizó años después en el despacho de un amigo cercano del sirio, el autodenominado yonki del dinero, cuyo nombre real es Marcos Benavent. Este último, recientemente, ha manifestado que recibió presiones para señalar a Zaplana y que lo hizo sin haber dormido en toda la noche previa a su declaración en el Juzgado.
En su radiografía de Imad Al Naddaf Yalouk, los detectives indican que, desde el año 2000, fue delegado del Centro Islámico de la ciudad para, posteriormente, convertirse en presidente de la Federación Consejo Islámico Valenciano (FCIV).
"Dentro de este contexto y contactos con autoridades, se ha sabido que entabló negociaciones con el exvicepresidente de la Comunidad Valenciana, Juan Cotino, y allegados, al objeto de intermediación en determinadas operaciones urbanísticas o compra de activos para grupos internacionales", señalan los investigadores privados.
"Cabe reseñar que se ha conocido que el Centro Islámico que dirige Imad Al Naddaf se vio envuelto en varias operaciones policiales y denuncias ante los Juzgados por estafa y falsificación", continúa el dosier.
La caja fuerte
Según la versión más extendida, los papeles encontrados por este dirigente musulmán habrían sido olvidados por Zaplana en el supuesto altillo, una vez éste abandonó el piso en el año 2006.
Durante la entrevista, los detectives contratados por el exministro consultaron al segundo comprador —el casero de Al Naddaf— por este extremo. Según manifestó el arrendador, también existía una caja fuerte en el domicilio, oculta en el interior de un armario.
"En su momento, [el segundo comprador] abrió la caja [fuerte], cuyo interior estaba totalmente vacío. Si bien, desconoce si en el minúsculo espacio existente entre las paredes de la caja y la madera del armario pudiera haber habido algo, aunque él no vio nada", reza el informe.
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Asimismo, también señala que Al Naddaf "presumía de tener amigos importantes en el Partido Popular de Valencia" y se jactaba de vivir en el piso que antes ocupó Zaplana.
El arrendador también aseguró a los investigadores "que no es consciente de que se realizase reforma alguna en la vivienda; si bien, sí sabe que (...) el señor Naddaf le informó de la existencia de humedades en la pared trasera del armario; eventualidad que el señor Naddaf reparó por su cuenta".
El CNI y Al Naddaf
A su vez, los autores de este informe de investigación ponen negro sobre blanco su "certeza" de que el dirigente islámico fue "colaborador y fuente activa" del CNI, debido a los "contactos y colaboraciones" del centro islámico que encabezaba con diversos países que están "en el punto de mira" de la inteligencia española.
"Al igual que sucede con personas que ocupan responsabilidades similares en otros colectivos relacionados con la comunidad musulmana en España", relatan los detectives.
Además, una de las sociedades que figuran a nombre de Al Naddaf, radicada en el Reino Unido, "recibía apoyos de diversos países del Golfo; entre ellos, Kuwait". La agencia de detectives la destaca "por su importancia y dado que existen personas significativas de centros islámicos".
El primero en vincular al Centro Nacional de Inteligencia y a este líder musulmán fue el excomisario José Manuel Villarejo. El policía jubilado, principal imputado en el macrocaso que lleva su apellido, aseguró en el Congreso de los Diputados, en la comisión de investigación sobre la Operación Kitchen, que "el CNI utilizó a un confidente sirio" para "destruir" a Zaplana.
La defensa del exministro intentó que Villarejo declarase en sede judicial sobre este asunto, pero la juez titular del Juzgado de Instrucción número 8 de Valencia lo denegó.