El exjefe de la Unidad de Asuntos Internos (UAI) de la Policía Nacional, Marcelino Martín Blas, ha apuntado a "un [virus] troyano que se mete [en el móvil] y se borra" como la vía mediante la cual fue grabada ilegalmente su reunión secreta con varios agentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) en 2014.
Y, este martes, en la Audiencia Provincial de Madrid, ha insinuado que detrás de todo ello se encontraba el comisario jubilado José Manuel Villarejo.
Los audios de aquella cita acabaron, pocos días después de celebrarse, publicados en varios medios de comunicación. Ahora, Villarejo, su esposa, Gemma Alcalá, y el periodista Carlos Mier se sientan en el banquillo. El excomisario está acusado de descubrimiento y revelación de secretos.
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En aquella reunión, tal y como ha recocido este martes Martín Blas en su declaración como testigo, Asuntos Internos abordó con el CNI la detención, ocurrida dos días antes, de Francisco Nicolás Gómez Iglesias, apodado El Pequeño Nicolás.
La Fiscalía sostiene que el comisario jubilado tuvo conocimiento de esta cita "y planeó grabar la conversación" con el propósito de difundirla posteriormente en un medio de comunicación y, así, "entorpecer" la investigación policial en curso contra Gómez Iglesias, la denominada Operación Nicolay.
Por ello, el fiscal pide para Villarejo cuatro años de cárcel. Solicita, además, tres años de prisión, como cooperadores necesarios, para su esposa, quien era la titular del medio Información Sensible, donde fueron difundidos dichos audios.
Allí trabajaba Carlos Mier, que se enfrenta ahora a la misma pena que Alcalá. Martín Blas ha apuntado a una llamada realizada por este periodista como la vía de entrada de este malware en su teléfono, que no quedó registrada en la memoria del terminal, pero sí fue localizada por el Centro Criptológico Nacional (CCN) una vez este organismo analizó el aparato.
Reunión con el CNI
Según ha declarado Martín Blas, aquella reunión con el CNI —celebrada el 20 de octubre de 2014, pasadas las cinco y media de la tarde y a la que asistieron dos funcionarios de la Inteligencia española— "tenía por objeto" informarles "de las gestiones" relativas a la detención de El Pequeño Nicolás, quien, presuntamente, se había hecho pasar por un espía y por alto cargo del Gobierno. "Era para informarles de que habíamos arrestado a este chico, a Nicolás", ha declarado este martes Martín Blas.
A preguntas del fiscal, el exjefe de Asuntos Internos ha subrayado que únicamente informó al entonces director adjunto operativo (DAO) de la Policía Nacional, Eugenio Pino, de que iba a celebrarse dicho encuentro.
Martín Blas ha asegurado ante el tribunal de la Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Madrid que portaba su teléfono móvil, en el bolsillo de su chaqueta, durante aquella reunión. En ningún caso fueron requisados los terminales de los asistentes a la cita ni se les ordenó apagarlos.
Posteriormente, una vez aparece publicada la grabación en la prensa, la Policía Científica confirmó que la charla fue grabada desde el teléfono oficial de Martín Blas, un iPhone 4 al que se le detectaron fallos de seguridad y que el entonces responsable de Asuntos Internos usaba desde finales de 2012.
La misma unidad también confirmó que la cinta —Asuntos Internos consiguió una copia, facilitada en un pendrive por otro periodista— estaba "manipulada" y "tenía interrupciones". El CCN también inspeccionó entonces el móvil de Martín Blas. El audio fue entregado al juez Arturo Zamarriego, quien instruyó la causa contra El Pequeño Nicolás.
"No sonó ningún teléfono durante la reunión; eso lo recuerdo con seguridad", ha declarado el exjefe de Asuntos Internos. No obstante, no ha sido capaz de confirmar —tampoco lo ha desmentido— si recibió alguna vez una llamada de Carlos Mier, quien sí aseguró en su artículo que había contactado con el entonces jefe de la UAI para recabar su versión, aunque no lo consiguió. Sí ha asegurado que nunca conversó con él.
Asimismo, el testigo ha recordado que la Dirección Adjunta Operativa de la Policía Nacional le solicitó su teléfono para "instalar una aplicación de seguridad" y ha señalado que le extrañó, ya que dicha app sólo fue proporcionada a la cúpula policial, a los miembros de "una categoría superior" a la del jefe de Asuntos Internos.
Por su parte, el abogado del comisario Villarejo, Antonio García Cabrera, ha tratado de enfatizar en la supuesta enemistad del testigo y su cliente.
No obstante, la presidenta del tribunal, en un tenso intercambio dialéctico, ha declarado impertinentes la mayor parte de sus preguntas. Asimismo, al comienzo de la sesión de este martes, los magistrados han denegado la declaración como testigo de Paz Esteban, exjefa del CNI, que había solicitado la defensa de José Manuel Villarejo.
A preguntas de Marta Flor, la abogada de Podemos —el partido ejerce la acusación popular en esta causa—, el testigo ha negado que haber conversado con el periodista Carlos Mier por teléfono. "No, no. Nunca he hablado con él", ha defendido Martín Blas.
Un jefe de brigada que asistió a aquella reunión de 2014 también ha declarado como testigo este martes. Ha confirmado la celebración de esa cita, los motivos por los cuales se acordó y ha manifestado que, como de costumbre, portaba dos teléfonos móviles. Una vez fue publicada la conversación en la prensa, entregó ambos para que fuesen analizados. "No recuerdo que sonara ninguna llamada durante la reunión", ha sostenido también.