La Audiencia Nacional ha puesto en libertad a Ado Alagic, el ciudadano bosnio reclamado por un tribunal de su país por un delito de crimen de guerra.
Así consta en una resolución de la Sección Tercera de la Sala de lo Penal, fechada el pasado 3 de enero, que acuerda su libertad provisional, sin fianza, con la condición de que fije un domicilio en España. Gracias a esta decisión, Alagic ya ha salido de prisión.
El tribunal, presidido por el magistrado Félix Alfonso Guevara, toma esta decisión basándose en un informe del fiscal Vicente González Mota, fechado un día antes, que se opone a la extradición.
El Ministerio Público recuerda que el Tribunal Cantonal de Monstar reclama a Alagic por un delito de crimen de guerra contra la población civil, según el Código Penal yugoslavo.
Según obra en la documentación de su expediente, al que tuvo acceso en exclusiva EL ESPAÑOL, las autoridades bosnias relatan que, durante la guerra, en una fecha indeterminada de octubre de 1993, Alagic, que era guardián del campo de concentración de Gabela, participó en "tratos inhumanos" e infligió "sufrimiento y daños corporales" un civil que estaba recluido, de la misma nacionalidad que él.
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En la legislación española, los hechos corresponderían a un delito contra las personas protegidas en caso de conflicto armado y a un homicidio en grado de tentativa. No obstante, el primero de ellos no se incluyó en el Código Penal patrio hasta 1995. Y los hechos habrían ocurrido dos años antes. El segundo delito, al haber transcurrido más de dos décadas, habría prescrito.
"La prescripción es causa de denegación de la entrega", recuerda González Mota. "Tampoco procede la entrega por el delito de guerra contra personas protegidas en caso de conflicto armado al no estar en vigor en el momento de comisión de los hechos", añade.
El pasado 12 de diciembre, el Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional celebró la denominada vistilla para decidir el futuro de Ado, que aún seguía, por entonces, en prisión provisional. El abogado del reclamado se opuso a la extradición. Entre otros motivos, alegó que tiene una enfermedad muy grave.
El fiscal González Mota solicitó la entrada en prisión provisional para Alagic, al considerar que había riesgo de fuga. Así lo hizo el juez titular del Juzgado, Santiago Pedraz. Y, al no haber acuerdo, elevó el asunto a la Sala de lo Penal.
Detención en Barcelona
Tal y como avanzó en exclusiva EL ESPAÑOL, la Policía Nacional detuvo a Alagic en Barcelona el pasado 15 de septiembre, tras una investigación de la Comisaría General de Información en colaboración con la Brigada Provincial de Información de la capital catalana.
Los agentes le localizaron cuando se encontraba ingresado en una clínica de la Ciudad Condal, donde se trataba de su enfermedad.
Ado llevaba oculto en España, por lo menos, desde el 31 de agosto de 2021. Bosnia-Herzegovina emitió una orden de detención internacional el 21 de febrero de 2022.
Alagic no tenía domicilio conocido, pero los agentes le encontraron frecuentando la calle Hospital Plató, en el barrio barcelonés de Sant Gervasi. El fugitivo, al ser abordado por los agentes de la Policía Nacional, que le seguían la pista, no opuso ningún tipo de resistencia. Portaba documentación falsa y no llevaba ningún arma consigo.
Torturas en 1993
Según obra en su expediente, al que ha tenido acceso íntegro este periódico, el Tribunal Cantonal de Monstar relata que Alagic, cuando ejercía como guardián del campo de concentración, infligió "tratos inhumanos" a un civil bosnio. Lo habría hecho junto a M. B. y Z. S., dos miembros de la brigada a la que pertenecía.
"[Ado] sacó al encarcelado del hangar donde estaba con otros civiles de nacionalidad bosnia, lo llevó detrás de otro hangar (...), donde estaban M. B. y Z. S., y le ordenaron que se desnudara, mientras el reclamado y Z. S. buscaban dinero en la ropa de la víctima", narran las autoridades bosnias.
M. B. habría golpeado a la víctima en la cabeza con el mango de una pistola y Alagic le habría dado un puñetazo en la mandíbula que le rompió varios dientes y le hizo caer al suelo.
"Los tres lo patearon en los brazos, costillas, espalda y piernas durante varios minutos, tras lo cual, el reclamado [Ado] y Z. S. lo levantaron del suelo y lo apoyaron contra la pared. Z. S. le golpeó en la cabeza y la cara unas veinte veces con una barra de plástico de unos 70 a 80 cm de largo y, como resultado de los golpes, la víctima no podía levantarse y sufría mucho dolor", recoge la documentación.
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Siempre según este relato, Alagic y Z. S. llevaron a su víctima a rastras hasta un bosque cercano, donde M. B. les habría ordenado matarle. Alagic habría sido el encargado de ello, con un trozo de madera. Pero la víctima pudo empujarle y huir, escapando más allá de la alambrada del campo de concentración tras atravesar una zona llena de minas.
"Luego, se escondió en el bosque hasta que cayó la noche, tras lo cual se escondió en Čapljina con una familia, y dos días después llegó a Medugorje, a la sede del batallón de España del UNPROFOR [Fuerza de Protección de las Naciones Unidas], donde cayó inconsciente debido a los golpes y malos tratos, a raíz de lo que aún hoy día presenta graves problemas de salud", narra la Justicia bosnia.