La mayoría progresista del Tribunal Constitucional se estrena hoy dividida sobre quién debe presidirlo
Cándido Conde-Pumpido y María Luisa Balaguer mantienen sus aspiraciones y dependen de la decisión de la nueva magistrada Segoviano.
11 enero, 2023 02:55El Tribunal Constitucional inicia este miércoles una nueva etapa de mayoría progresista con las espadas en alto entre Cándido Conde-Pumpido (juez, 73 años) y María Luisa Balaguer (catedrática, 70 años) como candidatos a presidirlo.
Ambos pertenecen al sector progresista, que no ha logrado un acuerdo sobre la Presidencia ni de forma interna ni con los cuatro magistrados del grupo conservador.
La reunión que los siete miembros del grupo progresista celebraron este martes en el despacho de Ramón Sáez terminó al cabo de dos horas tal como empezó: con la Presidencia en el aire.
Tanto Conde-Pumpido, que intervino en primer lugar, como Balaguer manifestaron que aspiran al cargo y que no están dispuestos a retirarse en beneficio del otro, y ello pese a que estuvieron de acuerdo en las líneas de actuación que deben ponerse en marcha en el tribunal. Éstas fueron resumidas por el primero en los conceptos de eficiencia (con la agilización del tiempo de dictado de las sentencias), modernización, europeísmo, igualdad y perspectiva de género y acercamiento de la institución a la sociedad.
La idea es celebrar vistas públicas -incluso fuera de Madrid, según sugirió Conde-Pumpido- y encuentros con los medios de comunicación para explicar sentencias relevantes, aportó Balaguer.
Fue un encuentro "cordial", según lo califican todas las fuentes, pero sin resultados en cuanto a lo que tiene que dirimirse hoy en una votación secreta. María Luisa Segoviano, que se sabe en el punto de mira porque previsiblemente será ella la que incline la balanza a favor de una u otro candidato, no desveló su posición y tampoco ha dado señales concluyentes de cuál será.
[El voto de María Luisa Segoviano será clave para elegir al nuevo presidente del Constitucional]
Fuentes del tribunal atribuyen a Balaguer un talante más dialogante y conciliador, que se considera imprescindible en una institución sometida a una alta presión por la trascendencia política y social de los asuntos que resuelve. Pero también hay coincidencia en la capacidad de organización y gestión de Conde-Pumpido y en su imagen institucional.
Otras fuentes creen ver en la trayectoria feminista de Segoviano un factor relevante a favor de Balaguer. Para otras, en cambio, ello no sería decisivo, porque pronostican que magistradas progresistas como Laura Díaz e Inmaculada Montalbán apoyarán a Conde-Pumpido sin perjuicio de sus posiciones a favor de la igualdad.
Éste es el Tribunal Constitucional con el mayor número de mujeres de su historia: cinco. De ellas, cuatro son del sector progresista y una, Concepción Espejel, del grupo conservador. En anteriores composiciones sólo han coincidido, como mucho, dos mujeres. Únicamente una magistrada, Gloria Begué, fue elegida vicepresidenta y otra, María Emilia Casas, presidenta.
Precedentes
Empezar con división entre los progresistas esta nueva fase del TC no es el mejor comienzo posible, pero tampoco ha sido inusual en la historia de la institución. De sus 11 presidentes, sólo dos (el último, Pedro González-Trevijano, y Francisco Pérez de los Cobos, ambos conservadores) fueron elegidos por unanimidad y en tres ocasiones hubo competencia entre candidatos del mismo grupo, siempre el progresista.
Ocurrió con la elección de Miguel Rodríguez-Piñero, que empató a votos con Luis López Guerra y se alzó con la Presidencia gracias a su mayor edad; con Álvaro Rodríguez Bereijo, que sacó más votos (8) que Vicente Gimeno Sendra (4), y con Pedro Cruz Villalón, al que disputó sin éxito la Presidencia Manuel Jiménez de Parga, designado miembro del TC por el Gobierno de Felipe González.
En esta ocasión, el intento de atraer a favor de Conde-Pumpido algún voto o todos los del sector minoritario tampoco ha prosperado.
De la gestión se ha encargado Ramón Sáez, que este martes se ha dirigido al grupo conservador. La respuesta ha sido que los cuatro miembros de la minoría van a votar a Balaguer y no apoyarán a Conde-Pumpido incluso si ello significa que el grueso de magistrados progresistas no respaldan a Ricardo Enríquez como vicepresidente.