Pablo Crespo está a punto de dejar atrás nueve años de vida en prisión. El pasado 16 de febrero, el Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria concedió al que fuera número dos de la trama Gürtel el tercer grado, lo que supone que gozará de semilibertad y tan sólo tendrá que acudir a dormir a un Centro de Inserción Social (CIS) de Madrid.
La juez María Reyes Jimeno tomó esta decisión en contra de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, que había optado por mantener a Crespo, exsecretario de Organización del PP gallego, en segundo grado, el régimen carcelario ordinario, el más común.
A punto de terminar la carrera de Derecho —se matriculó en la UNED, la universidad a distancia, estando en prisión—, el expolítico empezará en breve a trabajar en el bufete Durán & Durán Abogados. Lo encabeza quien ha sido su defensor, Miguel Durán, quien en conversación con EL ESPAÑOL se autodefine también como, "además de su letrado, su amigo".
Crespo ha estado nueve años en prisión. Pese a que acumula condenas que suman varias décadas de cárcel, únicamente debía cumplir entre rejas un máximo de 18 años. Es decir, el triple de la mayor pena por la que ha sido sentenciado.
"Pablo cumple con los requisitos establecidos en la ley y en el Reglamento Penitenciario, ha cubierto más de la mitad de su condena, ha abonado sus responsabilidades pecuniarias y ha tenido una hoja penitenciaria inmaculada, una conducta en prisión intachable, sin una sola incidencia", señala Durán a EL ESPAÑOL. "Merece la oportunidad de reinserción que nuestro Derecho contempla y yo mismo quiero dársela", subraya el letrado, quien también fue expresidente de la ONCE.
Actualmente, Crespo se sienta en el banquillo de los acusados de la Audiencia Nacional, que juzga una de las últimas derivadas de la trama Gürtel, la pieza Orange Market. Se trata, también, de la única causa pendiente para Francisco Camps, expresidente de la Generalitat valenciana.
En la sentencia relativa a la Época 1 (1999-2005) de la trama Gürtel, la Audiencia Nacional condenó en 2018 a Crespo a 37 años y 6 meses de cárcel. Posteriormente, en 2020, el Tribunal Supremo aminoró ligeramente su pena y la fijó en 36 años y ocho meses.
Según el relato de hechos probados de aquella resolución, el exsecretario de Organización del PP gallego ejerció como número dos del Grupo Correa, el conglomerado de empresas vinculadas al cerebro de la trama, Francisco Correa. De esta forma, las compañías se beneficiaron de contratos públicos irregulares.
El Partido Popular fue condenado como partícipe a título lucrativo por los actos electorales que sufragaron las compañías del Grupo Correa en las localidades madrileñas de Majadahonda y Pozuelo de Alarcón, cuando Guillermo Ortega y Jesús Sepúlveda eran candidatos a esas alcaldías. El partido fue condenado a pagar más de 240.000 euros.
Otras semilibertades
El de Crespo no es el único de los grandes nombres de la Gürtel que ha dejado atrás la prisión. Desde finales del pasado diciembre, el extesorero del PP, Luis Bárcenas, disfruta de un régimen de semilibertad.
En esta ocasión, no fue mediante la concesión del tercer grado, sino aplicando el artículo 100.2 del Reglamento Penitenciario, que permite flexibilizar el cumplimiento de la condena. Por la Época 1 de la Gürtel, la Audiencia Nacional condenó a Bárcenas a 33 años y 4 meses de cárcel, que el Supremo redujo después a 29 años y un mes.
Esta decisión del Ministerio del Interior se tomó después de que Bárcenas hubiera cursado ya gran parte del programa de reinserción de delincuentes económicos, conocido por las siglas PIDECO, que la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias puso en marcha en enero de 2020.
Actualmente, el extesorero del PP cumple el resto de su condena en el CIS Victoria Kent, ubicado en Madrid y al que únicamente acude a dormir. Trabaja como contable para su hijo, Willy Bárcenas, vocalista del grupo Taburete, y colabora en un comedor social. Quien aún sigue en prisión es Rosalía Iglesias, esposa del expolítico y madre del músico. Fue condenada por el Supremo a 12 años y 11 meses.
Por su parte, el exconsejero madrileño Alberto López Viejo —condenado a 27 años y 10 meses— también consiguió recientemente la semilibertad por la vía del artículo 100.2. También gozan de semilibertad el exconcejal del PP en Estepona Ricardo Galeote, o Carlos Clemente, exviceconsejero de Inmigración de la Comunidad de Madrid. Luis de Miguel, considerado el gurú financiero de la red, también goza del tercer grado. El cerebro de la trama, Francisco Correa, aún sigue en prisión.