Los inspectores Bonifacio Díez Sevillano y José Ángel Fuentes Gago cargan contra el extesorero del PP, Luis Bárcenas. El expolítico les acusa —al igual que a otros mandos de la Policía Nacional y del Ministerio del Interior— de haberle espiado para robarle documentación que podría perjudicar al Partido Popular.
Sin embargo, la Fiscalía Anticorrupción solicitó hace mes y medio al juez que investiga esta pieza del caso Villarejo, denominada Kitchen, que la archivase para Díez Sevillano y Fuentes Gago.
Ahora, en sendos escritos, ambos policías han solicitado al magistrado el sobreseimiento de la causa. Y aprovechan para cargar contra Bárcenas y el resto de acusaciones —el PSOE, por ejemplo, está personado en esta pieza—, a las que recriminan unas tesis poco fundadas para implicarles en la trama de espionaje.
"Mi representado no ha tenido ni conocimiento ni participación en los hechos investigados", insiste la abogada de Díez Sevillano en un escrito fechado el pasado 28 de marzo. "Tanto la calificación [de los hechos] como las penas están huérfanas de sustento fáctico y de acreditación alguna, siendo las mismas manifiestamente infundadas, inconsistentes y absolutamente histriónicas", añade.
Por ello, "y en aras de evitar la pena de banquillo" al inspector, su abogada solicita, como pidió Anticorrupción, el archivo de la causa para él.
En términos similares —insiste en el sobreseimiento y carga contra las tesis de las acusaciones— se pronuncia el letrado de José Ángel Fuentes Gago. "Tal y como hemos venido manteniendo durante la instrucción de la causa, mi representado nada, absolutamente nada, tiene que ver con lo investigado", reclama. "La acusación mantenida tanto por los partidos políticos como por el propio perjudicado [Bárcenas] es claramente insostenible e infundada", señala en un escrito fechado el 29 de marzo.
Y para exculparle, el abogado de este inspector alude a su currículum profesional. "Mi defendido estuvo liberado sindicalmente a tiempo total hasta el 23 de septiembre de 2013, sin desarrollar actividad operativa ni investigadora hasta esa fecha, ni en la DAO [dirección adjunta operativa de la Policía Nacional] ni en ninguna otra unidad", recalca.
"Cuando mi defendido se reincorporó al trabajo el 23 de septiembre de 2013, lo hizo en la Jefatura Superior de Policía de Cantabria, como jefe de Sección Operativa en la Brigada Provincial de Policía Judicial", añade. Posteriormente, incide, "nunca" estuvo destinado en Madrid, donde habrían sucedido los hechos investigados. Y, según relata su letrado, Fuentes Gago fue trasladado en septiembre de 2015 a la Embajada de España en Países Bajos, "donde desempeñó funciones de agregado de Interior hasta septiembre de 2018".
Por ello, el abogado arremete contra las acusaciones populares y la particular —ejercida por Bárcenas, su mujer y su hijo Guillermo— por haber señalado a Fuentes Gago "sin indicios suficientes que permitan presumir su participación en los hechos objeto de la investigación".
Los Bárcenas
Sin embargo, el extesorero del PP, su esposa, Rosalía Iglesias, y el hijo de ambos, el cantante Willy Bárcenas, vocalista del grupo Taburete, insisten en su tesis.
En un escrito enviado al Juzgado de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional, el que ha investigado la trama Kitchen, los tres piden al juez que mande al banquillo a los dos inspectores de la Policía Nacional. Pero Bonifacio Díez Sevillano y José Ángel Fuentes Gago no son los únicos del listado.
La acusación particular también señala por este presunto espionaje al comisario jubilado José Manuel Villarejo y al exministro del Interior Jorge Fernández Díaz. También, al exDAO de la Policía Eugenio Pino, al exsecretario de Estado de Seguridad Francisco Martínez, al exchófer de los Bárcenas (Sergio Ríos), al exjefe de la Unidad de Asuntos Internos Marcelino Martín Blas, a los comisarios José Luis Olivera, Enrique García Castaño (apodado El Gordo) y Andrés Manuel Gómez Gordo.
Según la tesis de Fiscalía, el supuesto espionaje parapolicial contra el extesorero del PP contó con el "acuerdo pleno" de Fernández Díaz, cuando ostentaba la cartera de Interior con Mariano Rajoy como presidente del Gobierno.
Así lo señaló en su escrito de acusación —el mismo en el que exoneraba a Díez Sevillano y Fuentes Gago—, enviado hace casi dos meses a la Audiencia Nacional. En él, pide 15 años de prisión para el exministro, para quien fuera su número dos, Francisco Martínez, y para el excomisario Villarejo.
"Para llevar a cabo la ilegítima operación de inteligencia (...), la DAO, con Eugenio Pino al frente, y con el acuerdo pleno de los encausados Jorge Fernández Díaz, ministro del Interior, y Francisco Martínez, secretario de Estado de Seguridad, se contactó con el encausado Sergio Ríos, quien desde principios del año 2013 y hasta septiembre de 2014 trabajó como conductor de absoluta confianza de la familia Bárcenas", resume el escrito de acusación de Anticorrupción.
Además de Fuentes Gago y Díaz Sevillano, los dos fiscales del caso Kitchen también pidieron el archivo para el comisario José Luis Olivera.