Feministas del PSOE, contra Sánchez por cesar del Consejo de Estado a una crítica con la ley trans

"Se esperaba que esto pasase", reconoce una fuente del PSOE cercana a Valcárcel y a la ex vicepresidenta del Gobierno Carmen Calvo, ambas representantes de ese feminismo crítico. "La jugarreta por parte del presidente ha sido la de nombrar a una mujer cercana a ella como su sucesora. Lo hace para dividir al feminismo socialista", añade.

La semana pasada, el Consejo de Ministros aprobó una remodelación del Consejo de Estado, el máximo órgano consultor del Gobierno, y sustituyó a Valcárcel por la que había sido número dos del PSOE y también feminista, Elena Valenciano. Según relatan las fuentes, Sánchez no llamó a la filósofa, sino que dejó que fuera la presidenta del Consejo, la exministra Magdalena Valerio, quien comunicara la noticia a la afectada.

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Aunque Valenciano también había sido crítica con la Ley Trans, no lo había sido tanto como su compañera de partido y amiga Valcárcel. Por eso, algunas feministas del PSOE consideran que se trata de un movimiento de maquillaje: se cambia a una feminista de pro por otra, pero menos beligerante.

"Esto lo hace para dividirnos. ¿Quién va a criticar el nombramiento de Elena Valenciano si es del círculo cercano a Amelia Valcárcel? Hace un intercambio de mujeres como si fueran cromos", añade la fuente.

El pasado 16 de febrero se aprobó de manera definitiva la Ley Trans. El sector del feminismo clásico del PSOE estuvo, los meses previos, presionando a su partido para que no la tramitase tal cual la había propuesto Unidas Podemos. Consideraban, entre otras cosas, que podía contribuir al borrado de las mujeres en la sociedad y que no tenía las garantías jurídicas suficientes en el caso de los menores.

Una de las más críticas fue la propia Valcárcel, figura de referencia en el partido. En una demoledora entrevista en El Mundo en octubre aseguró que "no podemos dañar a nuestros hijos para que cuatro personas conserven sus puestecitos". Más tarde, en diciembre, participó en una jornada organizada por el PP en el Congreso de los Diputados contra la norma.

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Valcárcel es, además, presidenta de la asociación de feministas socialistas, Femes. La organización, a la que también pertenecen exministras socialistas como Matilde Fernández o Rosa Conde, ha servido de conductor público del malestar en ciertos sectores del feminismo socialista a causa de la Ley Trans. A la misma pertenece Susanna Moll, la senadora socialista que rompió la disciplina de voto al votar contra la norma en la Cámara Alta.

Femes ha emitido un comunicado en el que dice "lamentar" la decisión de Sánchez, especialmente "porque ha sido un Gobierno socialista el que la ha cesado, siendo ella una persona relevante dentro del socialismo en España". La asociación asegura que de su "sabiduría filosófica" se han beneficiado diversas normas, "menos la Ley Trans, en la que, como pasó en el Congreso y Senado, se hurtó el debate al Pleno y se impidió así que todas y todos los componentes pudieran participar".

Desde el entorno de Valcárcel aseguran que la ya exconsejera de Estado hacía tiempo que quería irse del órgano consultor porque no había podido influir en la Ley Trans, ni en otras normas como la del 'sólo sí es sí'. Sin embargo, las feministas socialistas le pidieron que se quedase. Y lo hizo, hasta que Sánchez decidió lo contrario.

Aseguran, eso sí, que seguirá al frente de Femes. "Seguirá, también, votando y defendiendo al PSOE, pero continuará siendo crítica, porque sabe que tenemos razón", apuntalan.

Por su parte, Valcárcel sólo se ha pronunciado hasta ahora en un escueto mensaje en redes sociales asegurando estar muy tranquila, "con la conciencia de haber cumplido" y agradeció al Consejo de Estado "todas sus enseñanzas jurídicas".