El juez rechaza sumar la confesión de los etarras arrepentidos al sumario por el ataque de Ondarroa
El atentado, ocurrido en 2008, atacó un cuartel de la Ertzaintza mediante un coche-bomba, cargado con cien kilos de explosivos. No hubo muertos.
8 junio, 2023 13:28El juez de la Audiencia Nacional Luis Francisco de Jorge ha rechazado incorporar a la investigación sobre el atentado terrorista de Ondarroa (Vizcaya) el testimonio de dos etarras arrepentidos.
Así figura en un auto, fechado el pasado 6 de junio y que avanza EL ESPAÑOL. La Fiscalía mostró su oposición a sumar la confesión de estos dos testigos protegidos a este sumario y el magistrado De Jorge ha asumido su criterio.
El atentado de ETA contra un cuartel de la Ertzaintza en Ondarroa se produjo el 21 de septiembre de 2008. Un coche-bomba, cargado con cien kilos de explosivos, estalló pasadas las 4.30 de la madrugada, provocando daños en el edificio y una decena de heridos leves. No hubo ningún muerto.
Estos dos etarras arrepentidos prestaron su testimonio en el marco de la investigación sobre el asesinato del teniente de alcalde del PP Gregorio Ordóñez en 1995. Ambos testigos protegidos, cuya identidad no es pública, señalaron a la cúpula de ETA por su responsabilidad en la elección de los objetivos de los ataques. Especialmente, los políticos.
La asociación de víctimas Dignidad y Justicia (DyJ) solicitó incorporar estos testimonios a todas las causas abiertas por la Audiencia Nacional contra los jefes de ETA. En el caso de Ondarroa, el juez lo descarta al no ver conexión entre el atentado de 2008 y lo narrado por los dos testigos.
El magistrado subraya "la inexistencia de conexidad temporal entre la cúpula de ETA en el momento de los hechos en 1995 [el asesinato de Ordóñez] y la fecha de comisión de este atentado [el de Ondarroa, en 2008]".
Asimismo, el juez recuerda que la confesión de los dos etarras "no tiene el valor de atestado o de informe policial, o carácter documental; pues se trata de una diligencia de investigación sometida a la contradicción e inmediación propias del proceso penal y la valoración de su contenido debe hacerse para el supuesto concreto donde deben surtir efectos".
Tal y como adelantó EL ESPAÑOL, la Fiscalía sí se mostró a favor de incorporar el testimonio de los etarras arrepentidos a la investigación sobre el atentado contra la casa-cuartel de la Guardia Civil en Santa Pola, ocurrido en 2006. En él, murieron dos personas, entre ellas, una niña.
No obstante, en los sumarios sobre el ataque de Ondarroa y el cometido contra la Terminal 4 del Aeropuerto de Barajas (2006), el Ministerio Público pidió que los dos testigos protegidos fueran, de nuevo, interrogados.
Los dos testigos protegidos declararon que los jefes de ETA debían autorizar los secuestros y asesinatos de líderes políticos. Es por ello que su testimonio abrió la posibilidad de que fuese útil en otras causas judiciales contra las zubas.
Ambos revelaron que la cúpula de ETA daba "vía libre" a sus pistoleros para matar a policías, ertzainas o guardias civiles, incluso en los entierros de agentes asesinados. Pero se requería autorización de la cúpula en el caso de los objetivos que fuesen políticos.
TP-01 y TP-02 —ésas son sus denominaciones para preservar oculta su identidad— señalaron a 12 jefes de la banda como quienes seleccionaban a los objetivos de los atentados más relevantes.
Concretamente, apuntaron a Josu Ternera (alias de José Antonio Urrutikoetxea), a Santiago Arróspide (Santi Potros), Eugenio Etxebeste Arizkuren (Antxon), José Javier Zabaleta (Baldo), Francisco Múgica Garmendia (Pakito), Domingo Iturbe (Txomin), Mikel Albisu Iriarte (Mikel Antza), Ignacio de Gracia Arregi (Iñaki de Rentería), José Javier Arizcuren Ruiz (Kantauri), Javier García Gaztelu (Txapote), Julián Achurra Egurola (Pototo) y a María Soledad Iparraguirre (Anboto).
Fuentes fiscales confirman a EL ESPAÑOL que la Fiscalía de la Audiencia Nacional estudiará "caso por caso" el asunto para pronunciarse sobre qué causas es relevante el testimonio de los etarras arrepentidos.