El juez de la Audiencia Nacional José Luis Calama ha enviado a prisión provisional al joven de 25 años detenido este lunes en Dos Hermanas (Sevilla), por, supuestamente, ser "el mayor comprador" de los datos obtenidos mediante el ataque informático al Punto Neutro Judicial (PNJ) de octubre del año pasado.
Así figura en un auto, fechado este jueves, en el que el magistrado aprecia "riesgo de fuga", de destrucción de pruebas y de que siga delinquiendo si queda en libertad. Calama destaca que la amplia red de contactos de este joven con otros delincuentes "facilita enormemente la posibilidad de cometer nuevos delitos de forma rápida y fácil".
Desde el Punto Neutro Judicial se pueden hacer consultas a la Agencia Tributaria, a la Dirección General de Tráfico, a Instituciones Penitenciarias, al Registro Civil, a datos de la Seguridad Social, la base policial del DNI, los colegios de la Abogacía o determinadas informaciones del Notariado y de los Registros. El PNJ fue jaqueado el pasado octubre y se extrajeron datos de miles de ciudadanos.
Según consta en la resolución, Juan Carlos Ortega Guerrero, bajo el alias de Ionastrump, habría adquirido "30 paquetes de datos diferenciados que contenían 15.284 registros con información personal y bancaria de contribuyentes españoles". Concretamente, afectarían a 1.067 personas.
Calama atribuye a Ortega Guerrero los supuestos delitos de revelación de secretos y estafa; ambos, continuados. También, tenencia de armas de guerra, ya que se le intervino en su domicilio una escopeta de cañones superpuestos, una pistola y un subfusil, además de numerosa munición. Todas las armas funcionan correctamente y la posesión de esta última está vetada para ciudadanos particulares.
Con éste son ya tres las personas arrestadas por estos hechos: José Luis Huertas —alias Alcasec, el autor confeso del hackeo que puso los datos a la venta a cambio de criptomonedas— quien estuvo en prisión provisional entre principios de abril y finales de mayo; Daniel Baíllo Escarabajal (Kermit), quien se encuentra en la cárcel desde el pasado 1 de junio y el ahora detenido, Juan Carlos Ortega Guerrero.
De acuerdo con el auto firmado por Calama, estas actividades se enmarcarían en "una técnica delictiva defraudatoria", conocida con el nombre phishing y que consiste en el envío masivo a los usuarios de mensajes de correo electrónico, SMS (smishing) o llamadas telefónicas (vishing) en la que los autores —haciéndose pasar por empresas o fuentes fiables, especialmente por entidades bancarias, y alegando supuestas razones de seguridad— solicitan contraseñas o datos confidenciales necesarios para operar telemáticamente en las webs bancarias.
De hecho, cuando Ortega Guerrero fue detenido, estaba navegando en su ordenador portátil y tenía abierta y activa una pestaña de una plataforma de envío masivo de SMS. Contaba con 24 teléfonos móviles y 114 tarjetas de telefonía SIM listas para su uso. En su historial de búsquedas en Internet, relata el auto, "se encontraron paneles dedicados a la obtención de credenciales mediante técnicas de phishing a clientes de 20 bancos españoles". El joven cuenta con una fortuna en criptomonedas superior al millón de euros.
"No existe discusión doctrinal o jurisprudencial alguna en la incardinación en el delito de estafa de la conducta llevada a cabo por los autores del acceso a las cuentas bancarias y su apoderamiento por medio de transferencias no consentidas de sus titulares, como es el caso de Juan Carlos Ortega Guerrero", finaliza el juez.