La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado al abogado José Emilio Rodríguez Menéndez a un total de cuatro años de prisión por estafar a tres personas en un negocio de compraventa de petróleo.

La Sección Séptima le considera culpable de los delitos de estafa agravada y de usurpación de funciones e intrusismo profesional. Por ello, también deberá indemnizar a las víctimas con casi 120.000 euros en su conjunto.

Todo ello consta en una sentencia, de 84 folios, fechada este miércoles y que aún puede recurrirse ante el Tribunal Supremo. La resolución, no obstante, le absuelve de los delitos de apropiación indebida, falsificación en documento público, blanqueo de capitales, fraude procesal y coacciones, por los que había sido acusado por las víctimas.

Según consta en el relato de hechos probados, el 28 de junio de 2014, Rodríguez Menéndez invitó a un conocido a la inauguración de su nueva oficina. Desconocía que esta persona había fallecido, por lo que acudieron únicamente su mujer y su hijo.

En aquel evento, les citó para una fecha posterior en el despacho. En dicha segunda cita, el abogado les comentó "sus proyectos para intentar traer a España petróleo de Argentina y sus derivados" y les ofreció "actuar de forma gratuita", como "único interlocutor con sus contactos dentro del Gobierno" de aquel país. Sin embargo, su intención era "quedarse el dinero".

Ni constituyó las sociedades que prometió ni depositó el dinero en ningún banco, subraya la sentencia. De hecho, cuando sucedieron los hechos, estaba suspendido por el Ilustre Colegio de Abogados de Madrid para ejercer a abogacía.

En el juicio, Rodríguez Menéndez defendió su inocencia y manifestó que no recibió "ni una sola peseta" de los supuestos estafados, sino que fue "al revés", que él gastó dinero en invitarles a viajes.

Según su testimonio, el hijo de su conocido le preguntó en 2014 si le podría asesorar en un negocio de compraventa de petróleo en Argentina, algo de lo que señaló que no llegó a hacer al verlo inviable y dado que "no tenían solvencia de ninguna clase".

Por su parte, la Fiscalía señaló en su escrito de acusación que fue el famoso letrado quien les sugirió este negocio, atribuyéndole una "alta rentabilidad" y fingiendo, tal y como ahora recoge la sentencia, tener unos contactos en el Gobierno de Argentina que no poseía.

Rodríguez Menéndez ya fue condenado en dos ocasiones: la primera, por un delito contra la intimidad, en 2002, y una segunda, por un delito contra Hacienda, en 2005. Tras decretarse su ingreso en prisión, huyó del país durante un permiso carcelario de cuatro días —autorizado por el juez, pero al que se había opuesto la Junta de Tratamiento de la cárcel— y se refugió en Argentina, donde fue detenido dos meses después.