El Tribunal Superior de Justicia de Navarra (TSJN) ha obligado al Ayuntamiento de Pamplona rotular en euskera la placa de la Plaza de la Constitución de la ciudad.
De esta forma, la Sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJN confirma una resolución previa, del Juzgado de lo Contencioso número 2 de Pamplona, y da la razón al exconcejal abertzale Joseba Asiron, que acaba de convertirse en alcalde de la capital navarra tras el pacto del PSOE con EH Bildu.
La sentencia del Tribunal Superior de Justicia navarro concluye que "la regla general" es que los edificios y espacios públicos se rotulen tanto en castellano como en euskera. No fue así en el caso de la Plaza de la Constitución y el entonces concejal Asiron recurrió la negativa del Ayuntamiento a hacerlo.
Para el TSJ navarro, conforme a lo establecido en la Ordenanza Reguladora de la utilización del euskera, "la regla general es la rotulación de edificios, calles y espacios públicos en castellano y en euskera y la excepción, que ha de ser objeto de interpretación restrictiva como toda excepción a la regla general, la rotulación monolingüe; bien en euskera, bien en castellano".
El conflicto jurídico ha consistido en determinar si la denominación Plaza de la Constitución es o no un nombre propio y, por ende, si es o no traducible.
"Sobre los nombres propios, es cierto que no admiten traducción y deben rotularse con la denominación registrada, sea en castellano, sea en euskera. Sin embargo, el término constitución es un nombre común, como lo son los términos ley orgánica, ley foral, decreto legislativo, decreto ley; todos ellos traducibles. Ni siquiera las denominaciones Carta Magna, Norma suprema del ordenamiento jurídico o Ley de leyes convierten el término Constitución en nombre propio", remarcan los magistrados, que avalan la tesis del partido EH Bildu.
En enero de 2022, Pamplona, gobernada entonces por Enrique Maya (miembro de Navarra Suma, la coalición entre el PP y UPN, la Unión del Pueblo Navarro), estrenó su Plaza de la Constitución, en homenaje a la Carta Magna de 1978 y "al espíritu de la Transición", según recoge la nota de prensa de la inauguración.
De esta forma, la ciudad recuperaba esta denominación, ya que así se denominó en diferentes periodos del siglo XIX la Plaza del Castillo. La iniciativa partió del presidente de la entidad Sociedad Civil Navarra, Eduardo López-Dóriga.
Ya que el término Plaza de la Constitución únicamente aparece en español, Asiron acusó a Maya de mantener una "provocación sin límite" y de adolecer de una "euskarafobia enfermiza". No obstante, la cuenta oficial de Navarra Suma Pamplona le recordó al entonces concejal —vía Twitter— que el subtítulo de la plaza —"Constitución Española de 1978"— aparece en ambas lenguas.
Ciudades españolas como Madrid, Sevilla, La Coruña, Valencia, Zaragoza, Logroño, Valladolid, Toledo, San Sebastián, Vigo, Jaén, Málaga, Cádiz, Almería, Albacete o Ceuta también cuentan con una plaza o calle dedicada a la Constitución Española de 1978.
No obstante, Asiron impugnó la decisión de que la placa sólo estuviese rotulada en español y en junio de 2022 el Tribunal Administrativo de Navarra (TAN) estimó su recurso. El Ayuntamiento recurrió esta decisión y en marzo de 2023 el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 2 de Pamplona confirmó la resolución del TAN.
El Consistorio pamplonés recurrió este fallo, que, no obstante, ha sido confirmada por la Sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJN.