Una exdirectiva de Bankia ha asegurado que, en 2011, Rodrigo Rato, presidente del banco ya extinto, fue alertado de "lo desmesurado" del pago efectuado por la entidad a la agencia de publicidad Publicís, una tarifa de unos 242.000 euros mensuales. No obstante, según su testimonio, el banquero impuso la contratación con esta empresa concreta.
Así se ha pronunciado como testigo este martes en la Audiencia Provincial de Madrid la antigua responsable de Control de Planificación de Bankia, preguntada por la fiscal del caso, Elena Lorente, acerca de los contratos firmados en aquel año, el mismo en el que obtuvo dicho cargo.
En este juicio se dilucida el origen de la fortuna de Rodrigo Rato, que, según la Fiscalía, creció gracias a las supuestas comisiones que el exministro de Economía, vicepresidente del Gobierno y banquero había cobrado por contratar a las empresas Publicís y Zenith para las labores de publicidad y comunicación relativas a la fusión y posterior salida a Bolsa de Bankia.
Según el escrito de Fiscalía, esas comisiones se habrían canalizado desde una sociedad interpuesta —Albisa— propiedad de otro de los acusados, Alberto Portuondo.
De acuerdo con la directiva que ha declarado como testigo este martes, otra trabajadora de Bankia vio "desmesurado" el precio abonado a Publicís y le comunicó que advertiría a Rato. Finalmente, dicha empleada trasladó a la testigo que el presidente de la entidad había impuesto a esta empresa. "Nos dijo que no diéramos más vueltas al tema, que [la interlocutora] lo había visto con Rodrigo [Rato], que era una agencia internacional...", ha expuesto.
Este pasado viernes, fecha en la que se celebró la anterior sesión de este juicio, otra testigo, Pilar Trucios, vinculada al área de Comunicación de Bankia, aseguró ante el tribunal que Rato le telefoneó para confirmarle que la elegida para un contrato sería Publicís.
Trucio, según su declaración, prefería que se contratase a la agencia Remo, que habitualmente trabajaba para Bancaja, una de las cajas que conformaría Bankia tras la fusión. Pero, de acuerdo con su testimonio, el presidente de la entidad lo impidió e impuso sus preferencias.
En 2011, en virtud de aquel contrato, el ya extinto banco abonó "un fee [tarifa] mensual" de 242.000 euros a Publicís, tal y como ha reconocido este martes la testigo. "Se le pagaba todos los meses, hubiera trabajo o no", ha expuesto. Y ha recalcado que, cuando ella llegó a la entidad bancaria en marzo de ese año, esta agencia de publicidad y Zenith "ya habían sido elegidas para el lanzamiento de [la marca] Bankia".
"No hubo opción, se dijo que Publicís iba a ser la agencia que, en exclusiva, iba a trabajar para Bankia. Llegué y me lo encontré", se ha defendido la testigo. "La dirección de Publicidad consideraba que los precios estaban fuera de mercado para cómo se manejaba el tema de la publicidad hasta entonces", ha añadido.
Posteriormente a esta labor, la agencia de publicidad siguió contratando con la entidad financiera "con otro modelo, pero siguió estando", ya que Bankia optó por contar con un pool de empresas para dichos servicios.