La negociación sobre el CGPJ encalla por el sistema de elección y a Reynders se le agota el tiempo

El ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, y el vicesecretario institucional del Partido Popular, Esteban González Pons, no se volverán a ver en Bruselas hasta mediados de marzo, en una fecha aún no determinada.

La primera reunión con Reynders, celebrada el 31 de enero, acabó con una cita cerrada para el 12 de febrero. Es la que se ha celebrado este lunes, tras posponerse por motivos de salud de Pons.

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Ahora no se ha acordado ninguna fecha para el nuevo encuentro. Pero, al menos, PSOE y PP siguen hablando, dicen ambas partes.

Ninguna de las dos es optimista, pero nadie se ha levantado de la mesa.

Aunque el comisario europeo fijó un plazo máximo de dos meses para alcanzar un acuerdo, el negociador del PP ha quitado trascendencia a ese límite temporal, que acabaría a finales de marzo. Es cuando Reynders dejará previsiblemente su actual cargo para hacer campaña a la presidencia del Consejo de Europa.

"No es una cuestión de plazo", considera González Pons. Si Reynders termina su mandato, "la presidenta Ursula von der Leyen designará a otro comisario para ocupar el puesto" de mediador, aseguró.

Cambio de modelo

Las conversaciones están encalladas en un punto crucial: la reforma del sistema de elección de los 12 vocales del CGPJ que deben ser jueces en activo.

A esa reforma se refiere la recomendación que, de forma sistemática, viene haciendo la Comisión Europea en los informes sobre el Estado de derecho en España: debe "procederse a la renovación del Consejo de la Justicia con carácter prioritario e iniciar, inmediatamente después de la renovación, un proceso con vistas a adaptar el nombramiento de sus jueces miembros, teniendo en cuenta los estándares europeos".

Para el PP, la negociación iniciada con la mediación del comisario de Justicia es la oportunidad de solucionar para siempre la controversia sobre el sistema de designación de los vocales judiciales.

A su juicio, ello pasa por pactar ahora las bases de la reforma y consensuar una fórmula que permita que esos 12 vocales sean elegidos por sus pares, como han indicado el propio Reynders, los informes de la Comisión Europea, organismos como el Grupo de Estados contra la Corrupción y el mismo Consejo de Europa.

Para el PSOE, lo único que hay que acordar ahora es la renovación del órgano de gobierno de los jueces, que lleva cinco años y dos meses en prórroga de mandato.

Y solo "inmediatamente después" empezar a hablar de la reforma del sistema de elección. Un cambio que, además, no pasaría en ningún caso por suprimir la elección parlamentaria de todos los miembros del Consejo. Para el PSOE, eso es una línea roja.

Sin avances

En torno a esas dos posturas de partida, irreconciliables, siguen girando las conversaciones, sin ningún avance apreciable. 

El enquistamiento de la situación es perceptible en las manifestaciones de ambos interlocutores al terminar la reunión con Reynders.

"El problema principal no está resuelto", admitió González Pons. "El Consejo General del Poder Judicial debe renovarse al mismo tiempo que buscamos un nuevo modelo que garantice la independencia de nuestros tribunales y la división de poderes y el Estado de derecho en España".

La cuestión "está donde ha estado siempre: nosotros queremos un nuevo modelo y renovar, y el PSOE sabe que quiere renovar y no un nuevo modelo. Pero nuestro país no puede continuar en esta situación por siempre, sin un acuerdo constitucional sobre el modelo de CGPJ", añadió.

Bolaños, por el contrario, pone el acento en el cambio del actual Consejo y deja a un futuro incierto y con un contenido indeterminado la segunda parte de la recomendación de la Comisión Europea.

"Hay que renovar urgentemente el Consejo General del Poder Judicial y acto seguido, inmediatamente después, iniciar un proceso para mejorar el modelo en la medida de lo posible", ha dicho este lunes.

Y, encasillados en sus posturas, ambos volvieron a España. Por separado.