Santander revoluciona su banca privada abriendo algunos de los servicios existentes y lanzando otros nuevos. La división que gestiona los altos patrimonios del grupo ha rebajado de 20 a 2 millones de euros el mínimo para acceder al asesoramiento independiente. Y también ha lanzado Unique Portfolios, unas nuevas carteras de gestión discrecional de fondos totalmente personalizables.
“Hace tres años establecimos un plan para invertir en servicios de alto valor añadido”. Y, dentro de ese plan, se contempla “llevar algunos de estos servicios desde los muy altos patrimonios a los clientes con un patrimonio inferior”, ha explicado Adela Martín, directora de Banca Privada, Gestión de Activos y Seguros para España de Banco Santander, en el IV Observatorio de las Finanzas de EL ESPAÑOL e Invertia.
Con respecto a Unique Portfolios, su última gran iniciativa, se trata de una solución de inversión que intenta “adaptar una gestión muy profesional a las necesidades específicas de los clientes”, ya que éstos pueden personalizar sus carteras por tipo de activos o geografías en función de sus metas vitales y financieras.
Otros productos que poco a poco están ganando mucho peso entre las carteras de los clientes de Santander Private Banking son los fondos alternativos, con activos privados o no cotizados. Aunque, a juicio de Martín, “en España aún estamos muy atrás en la adopción de los activos ilíquidos. Lo normal sería tener en cartera entre un 15% y un 20% de ellos. El fuerte peso del inmobiliario en nuestro país ha frenado el avance de otros activos alternativos”, tal y como ha puesto en contexto.
En este sentido, Santander PB apuesta por temáticas como los fondos de secundarios en capital riesgo -“hay oportunidades de precio a la baja por necesidades de liquidez, y es un buen momento para entrar”-; por el crédito privado, sobre todo en empresas que tienen más difícil acceso a fuentes de financiación tradicionales como la bancaria; y por las infraestructuras, que “permiten protegerte frente a la inflación”.
Si bien en cuanto a las infraestructuras la ejecutiva de Santander ha abogado por tener “algo más de plazo, quizá a diez años vista”.
Martín ha aprovechado su presencia en el foro para recalcar la importancia de la nueva estrategia europea de protección al inversor minorista (RIS, en inglés), popularmente conocida como ‘MiFID III’. Una normativa que, en todo caso, las elecciones europeas de 2024 pueden retrasar su implementación.
“Lo importante es el espíritu de la norma. Nosotros, como grupo, ya habíamos iniciado el camino hacia el asesoramiento financiero y la gestión discrecional de carteras”. Con todo, “nuestro calendario interno apunta hacia que la RIS podría entrar en vigor en enero de 2026, aunque reitero que Santander ya estaba en ese camino”, en palabras de la responsable de su banca privada en España.